Tras el fin de la política sanitaria Título 42, la frontera mexicana se llevará la peor parte, advirtió el sacerdote Francisco Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante de Ciudad Juárez, Chihuahua.
"A mí lo que me sorprende y lo que más me queda triste y sé que puede ser un desastre: el silencio del Gobierno de México", indicó el activista religioso.
"No ha dicho nada, no tiene ninguna postura, no tiene ninguna estrategia, no tiene ningún plan, ¿entonces qué es lo que puede pasar? Échenselos otra vez a las fronteras, a las organizaciones civiles".
Calvillo anotó que desde el 2018, cuando se dieron las caravanas de migrantes, Juárez cambió en el tema de movilidad hasta llegar a una emergencia de la que no ha salido.
"¿Cuál fue la estrategia del Gobierno federal? Ninguna. ¿Qué pasa con el Título 42? Ninguno con el Gobierno federal, al contrario, se dobló", reprochó Calvillo.
El director de la Casa del Migrante lamentó que parece que a México y Estados Unidos lo que les importa sólo son las elecciones presidenciales de ambos países con una política que sacrifica a los migrantes, afectados además por el crimen organizado.
"Yo creo que el mensaje de ambos Gobiernos, pero sobre todo el Gobierno mexicano, es la migración, ni les preocupa ni les inquieta, que la sociedad (civil) se encargue de ello".
De ahí que después del 11 de mayo se prevé que los migrantes se vean más perjudicados.
"Va a ser creo que más agresivo, puede ser más fuerte, ¿por qué?, porque el crimen organizado sí está muy organizado", puntualizó Calvillo.
En México, demandó, el Gobierno federal debería primero definir si el tema migratorio es de la Secretaría de Gobernación o de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Además, consideró que el Gobierno de México podría aprovechar toda la fuerza que tienen las organizaciones civiles en el País para trabajar juntos en una migración más ordenada.
"Más digna, más humana, y no tan tremenda y tan cruel como la que estamos viviendo en México", lamentó Calvillo.
"Por todos lados se ve un futuro muy complicado y muy difícil".
De 480 migrantes que había albergados en la Casa del Migrante sólo quedan 130 debido a que la mayoría acudió a entregarse en los últimos días a las puertas 40 y 42 del muro fronterizo, antes de que finalice el Título 42.
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