Cabalgan por
serranías y planicies de los municipios de Villagrán, Hidalgo y Mainero,
Tamaulipas; los une el dolor que les dejó la muerte y desaparición forzada de
seres queridos: son integrantes de la Columna Armada Pedro José Méndez, quienes
aseguran haber recuperado la seguridad en esas localidades limítrofes con Nuevo
León.
Hasta
hace seis años los campesinos de esa región eran víctimas de secuestros,
extorsiones, cobro de piso y otros crímenes de bandas de la delincuencia
organizada. Este ambiente desalentó la inversión y el turismo religioso.
Cesáreo
Leal Perales, vocero del grupo, recordó que el 18 de marzo de 2010 decidieron
armarse para defender su vida, su patrimonio y recuperar la armonía en las
comunidades rurales y las cabeceras municipales. Expulsaron a quienes
consideraron traidores, entre ellos funcionarios del ayuntamiento de
Hidalgo.
Ese
año pobladores de Hidalgo incendiaron la alcaldía en repudio al edil priísta
Marco Antonio Leal García, a quien acusaron de haber permitido la entrada de Los
Zetas a su administración y de entregarles 40 por ciento de los
recursos federales y estatales que llegaban a las arcas municipales.
Según
los lugareños, por esa causa el edil fue acribillado en agosto de ese año, su
residencia y las de sus familiares fueron incendiadas y desde entonces
permanecen abandonadas, lo mismo que sus negocios y ranchos.
Están
convencidos de que la familia Leal alentó la extorsión y el secuestro. Una
docena de casas incendiadas no han sido restauradas y las consideran ejemplo
para la población.
En
la cabecera municipal hay una explanada; en ella, una torre de acero y una
placa que exhibe los nombres de hombres y mujeres asesinados en los seis años
recientes: Rodolfo Torre Cantú, candidato del Partido Revolucionario
Institucional a la gubernatura asesinado en una emboscada, encabeza la lista;
le siguen militares y policías federales, amas de casa, campesinos. Están
ausentes policías municipales y el alcalde asesinado.
“Nosotros
cuidamos a
nuestras familias”
La entrevista se hizo
en un paraje. De entrada el vocero explica lo que quizá sea la clave del éxito
de su lucha.
–¿Cómo
vigilan el territorio?
–Todos
informan. Antes de que ustedes llegaran nosotros sabíamos que venían porque
pasaron muchos filtros que no vieron, pero eran observados por nuestra columna.
Les aseguro que no necesitamos armas, porque estamos comunicados y sabíamos que
ustedes no son delincuentes ni pertenecen a un cártel.Nosotros
cuidamos a nuestras familias.
–¿Quiénes
integran la columna armada?
–Campesinos
y jornaleros de todas las edades, con armas no reglamentarias. Recorren los
tres municipios con el objetivo de conservar la seguridad. Se han sumado desde
2010 a las tareas voluntarias de vigilancia y recorridos permanentes. La
población rural y urbana sabe y ha observado que la tranquilidad está de regreso
en esta región. En las rancherías ofrecen agua, alimentos, tarjetas telefónicas
y techo a los miembros de la columna. Pero su vida está en la sierra, en el
monte.
Tenemos
una estructura en las comunidades rurales porque la columna somos todos; todos
informamos, alertamos, luchamos, nos informamos de lo que sucede en nuestra
región. Por ese motivo consideramos que los tres municipios estamos hermanados.
Y aun cuando tenemos diferencias, porque los tres municipios no son gobernados
por un mismo partido, estamos convencidos de que los partidos están para
obedecer a los ciudadanos, están para escucharnos.
–¿Dónde
está la columna?
–En
el monte, en la Sierra Madre Oriental, en las cañadas, en las parcelas, en el
pueblo, desde un punto de la sierra conocido como La Aurora hasta las vías del
ferrocarril, donde se localizaba la estación Cruz. Ahí está la columna que las
24 horas vigila los tres municipios.
El
gobierno niega la existencia de este grupo de autodefensa, que cada 18 de
marzo, desde 2011, celebra su aniversario. Aunque el gobierno quiere
vernos como asesinos, la Virgen del Chorrito y la Columna Armada nos defienden
y protegen, dice el entrevistado.
La
columna lleva años en el monte; sólo sus pobladores la han visto, pues nos
guiamos por la premisa de que hombre invisible es hombre invencible. Por eso
nos da lo mismo si ustedes quieren publicar o no nuestros comunicados y las
entrevistas que les damos. Quizás algún día podrán ver la columna armada. No
necesitamos publicidad porque tenemos seguridad.
–¿Cómo
obtienen las armas?
–En
nuestros hogares siempre han existido armas, no modernas, pero suficientes para
contener la violencia y la extorsión. Nuestros familiares y amigos nos traen
municiones y armas. Decidimos no abandonar nuestra tierra, y aunque algunas
comunidades quedaron sin pobladores, trabajamos en sembrar confianza. Hoy
pueden ver gente en las calles, comercios abiertos. Aquí no hay fusiles, sólo
rifles calibre 22 y escopetas calibre 12.
El
turismo religioso, propio de esta región, ha regresado, porque aquí se localiza
el santuario de la Virgen del Chorrito, el más importante del noreste del país.
–¿Por
qué sólo confían en las fuerzas federales?
–Porque
han defendido al pueblo de los que asesinan, extorsionan y cobran piso. La
policía estatal nació de la policía rural, que sirvió de guía para que Los
Zetas llegaran a esta región. Tenemos 13 denuncias contra policías y
agentes del Ministerio Público por abuso de autoridad. Y no han sido resueltas.
Para
Leal Perales, “las autoridades estatales despiertan sospechas de que están
relacionados con Los Zetas. No obstante esta percepción, no
dan muestras de lo contrario.
No
estamos peleados con el desarrollo ni con los programas gubernamentales.
Exigimos y vigilamos que los recursos se apliquen. Tampoco permitimos que los
partidos nos digan quiénes van a ser los candidatos. Nosotros los ponemos y los
cuidamos. Aquí las autoridades también son vigiladas y cuidadas.
Homenaje
a general juarista
La columna, que según
el entrevistado ha restablecido la paz en las 43 comunidades rurales de Hidalgo
y en los municipios vecinos de Villagrán y Mainero, está inspirada en el
espíritu guerrero de Pedro José Méndez Ortiz, quien fue general durante la
presidencia de Benito Juárez García.
Méndez
Ortiz nació el 2 de noviembre de 1836 en el rancho San Agustín, en la ex
hacienda del mismo nombre, que se ubica a tres kilómetros de Hidalgo, la
cabecera municipal. Luchó contra la invasión y murió en Tantoyuquita, municipio
de Ciudad Mante, el 23 de enero de 1866.
Fuente.-