Ese primer agente –un perro policía entrenado para sentarse cuando detecta bienes ilegales– junto con su compañero –un uniformado con dos piernas– efectuaban revisiones aleatorias en una empresa de mensajería y paquetería ubicada en Guadalajara, Jalisco, cuando el contenido de aquella caja de cartón atrajo sus miradas.
El calendario marcaba el 10 de junio de 2021 y el agente humano pensó que esa fecha iría en su reporte sobre algún decomiso en la entidad que se ha convertido en el bastión del Cártel Jalisco Nueva Generación. Muy probablemente el paquete contenía drogas, aunque también cabía la posibilidad de que dentro de la caja encontraran armas o, incluso, billetes apócrifos.
Pero al abrir la caja, el contenido los sorprendió. Había vida dentro del paquete: dos ajolotes y siete tortugas Trachemys. Sin embargo, fueron los animales más pequeños los que llamaron su atención y la de su binomio canino: 60 cucarachas Madagascar, 120 Runner y 140 Lobster. Fueron 320 en total, como se apunta en el informe.
El hallazgo se transformó en decomiso y las especies fueron entregadas a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que inició una investigación de oficio para intentar rastrear el origen y destino final del cargamento.
La Guardia Nacional incluyó esa exitosa incautación en su más reciente Informe Anual de Actividades y enlistó a las 340 cucarachas en la misma categoría de “Aseguramientos” junto a 557 mil 216 pastillas de fentanilo, 110 mil 200 kilos de maderas protegidas, 15 mil 433 cigarros de contrabando, 27 figuras arqueológicas ilegalmente extraídas y tres lanzagranadas.
Las cucarachas abrían una pregunta que tomó mucho tiempo en plantearse en México: ¿para que le sirven al crimen organizado?
Parte del informe de GN con un listado de toda la fauna asegurada en 2021.
LA HIPÓTESIS DEL MERCADO CHINO
La página 32 del Informe Anual de Actividades 2021 de la Guardia Nacional tiene un listado de toda la fauna asegurada en 2021, es decir, animales protegidos o endémicos –en su mayoría– que el crimen organizado trafica hasta desaparecerlos por completo.
En la lista están las especies más conocidas que han sido blanco de los cárteles mexicanos, como 140 totoabas, 20 “animales en peligro de extinción”, tres camaleones, un kilo de buche de totoaba y un kilo de búfalo de agua, entre otros.
Pero hay un nuevo renglón que ha inaugurado la actual administración del general Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional: cucarachas, que hacen su debut como objetos de interés del cuerpo de seguridad creado en este sexenio.
EMEEQUIS contactó al área de Comunicación Social de la Guardia Nacional para conocer qué hipótesis tenían sobre el destino de las cucarachas Madagascar, Runner y Lobster; la respuesta oficial es que aún siguen investigando y probablemente servirían como alimento para otros animales en poder de quienes recibirían el paquete interceptado.
Sin embargo, el hallazgo abre una segunda hipótesis, pues ocurre justo cuando grupos criminales en todo el mundo se pelean por abastecer de cucharachas un mercado negro que paga toneladas de dinero por mercancías ilícitas provenientes del Continente Americano: el de los millonarios en Asia.
En concreto, millonarios asiáticos que anhelan pócimas exóticas que forman parte de la medicina tradicional china para producir jarabes con base en cucarachas y que prometen curar desde quemaduras graves y úlceras gástricas hasta distintos tipos de cáncer.
Son los mismos ricos en Asia que contratan a los cárteles mexicanos para que les consigan ejemplares de vaquita marina y totoaba para cumplir con sus extravagancias gastronómicas o remedios milenarios, aunque con ello estén cerca de extinguir a esas especies marinas.
También se encontraron ajolotes en el decomiso.
GRANJAS DE CUCARACHAS, NEGOCIO MILLONARIO
En 2013, un reportaje de la periodista Barbara Demick del diario Los Ángeles Times calculó que en China hay unos 100 criaderos de cucharachas. La noticia fue redactada como una curiosidad más en el territorio del “Dragón Rojo”: mientras millones sentían repulsión por esos insectos, otros millones estaban dispuestos a pagar grandes sumas de dinero por atesorarlos para fines médicos.
Esos criaderos estaban impulsados por una creciente ola de apreciación de cucarachas: especies altas en proteínas que cargaban en sus cuerpos la promesa de un súper alimento que remediaría la salud de millones de personas, especialmente la de los adultos mayores en China y el resto de Asia.
Hoy, entre instalaciones legales e ilegales, es imposible saber cuántas “fábricas” de estos insectos operan en Asia, pero medios locales afirman que su crecimiento ha sido exponencial, especialmente durante la pandemia, que impulsó a compradores a buscar remedios tradicionales para proteger su sistema inmunonlógico en caso de una infección.
Y esa demanda altísima que los empresarios chinos no pueden cubrir es lo que los ha llevado a buscar alternativas de suministro en el Continente Americano.
Medios como la cadena internacional National Geographic, el británico BBC o el diario español ABC dan cuenta que hay granjas –como la de la farmacéutica Gooddoctor– en la localidad de Xichang, que genera hasta 6 mil millones de cucarachas al año y aún así no son capaces de satisfacer la demanda en China.
Ese mercado creciente ha llamado la atención de empresas criminales en México, que se han convertido en proveedores de un mercado ilegal que paga hasta tres veces más por el mismo producto de origen americano, de acuerdo con medios chinos como Caixin.
EL “NUEVO ORO”
Los cárteles mexicanos son especialistas en hacer negocios con el mercado ilegal chino. Lo han hecho por años como exportadores de flora y fauna endémica y como importadores de precursores básicos provenientes de Asia para fabricar metanfetaminas.
Es un pacto simple, pero complicado a la vez: los asiáticos ayudan a los grupos criminales mexicanos con precursores para crear fentanilo y los mexicanos colaboran con los asiáticos para enviarles la materia prima de remedios que componen la medicina tradicional china. La misma ecuación aplica para otros productos ilegales, desde ropa apócrifa de marca hasta medicina de imitación.
La tortuga Taricaya, el pepino de mar, el tiburón y la totoaba son algunas de las especies americanas que se han visto amenazadas por el aumento de su comercio ilegal en mercados de Asia y que han abierto los caminos por los cuales nuevas especies hoy son empujadas por los mercados criminales mexicanos.
Las cucarachas son esas nuevas invitadas a las rutas de tráfico ilegal, de acuerdo con una fuente consultada por EMEEQUIS que trabaja dentro de la Fiscalía General de la República (FGR).
“El mercado negro de las especies que paran en la medicina tradicional china no sólo ha sido un problema para México, sino para todo el mundo. Y el problema está justamente en las especies que están fuera del radar por no ser muy populares.
“Todos sabemos del peligro que corren rinocerontes, tigres, osos, pero hay especies que corren riesgos grandes y que son la base de la cadena alimenticia, como los insectos, a los que perdemos de vista. Por eso, el decomiso de la Guardia Nacional me parece un acierto: poner la atención en las cucarachas para descubrir nuevas redes de tráfico de especies”.
El medio chino Huanqiu ha llamado a las cucarachas “el nuevo oro”. Y los cárteles mexicanos, atraído por todo lo que brilla, parece que han encontrado una nueva mina para engrosar sus ganancias: el inesperado tráfico de insectos.
Fuente.-@oscarbalmen /
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