Se clavó su goberladrón de ustedes, la nada despreciable suma de 26 millones 714 mil 800 pesos que según dijo él mismo, eran para comprar 245 mil cobijas para los pobres, a repartirse durante heladas, meteoros y otras emergencias. ¡Toma tu colcha!, dijo el bribón este, quien presupuestó tal lanita, la obtuvo y ¡anda vete! se la chupó todita, pues ni entregó una sola de esas inches frazaditas de esas que parecen placas de rayos equis, pues te tapas y se te ve la rabadilla y el esqueleto rumbero. Es money que obtuvo en el 2019 y es hora y punto que ¡Nanay! no se ve la entrega de las jergas esas. ¿Cómo para cuantos terrenitos en la playa La Pesca de Soto La Marina, le alcanzó con esa feria?
Y ASÍ, PIAN PANITO
De grano en grano llena la gallina el buche, un piquetito por ahí, una pellizcadita por allá, una mordidita por aquí, otra más acullá, el caso es que el caco fronterizo se la pasó engruesándose de billetes. Hoy Tomás Yarrington, Eugenio Hernández y Egidio Torre, son unos imberbes ladroncillos pechos amarillos, comprados con el macetón cornudo de Reynosa. ¿Cómo diablos Enriquecido Rovas no nos iba a saquear todo el erario de Nuevo Laredo, si estaba viendo que el otro hampón se estaba bañando bien gacho?
COLIBRÍ ENAJENADA
Un colibrí aletea entre 20 a 50 veces por segundo, pero fácil y con la zurda alcanza las 70 abanicadas por segundo y en casos sumamente apurados, llega hasta las 100 veces. Pues bien, hay un bato que va a volver a la OFE local, porque no llenó ni con el tiempo que estuvo en dicha Fiscal, ni con los 7 meses que fingió de alcachofa. Déjenos decirles que este pajarito de cuentas, manotea más rápido que una chuparrosa frenética. El mono del que les parlamos, tira más pellizcos a la Caja de las Galletas del Burricipio que los aletazos que se avienta un colibrí para suspenderse en vuelo mientras da de chupetazos o picotea a una bella flor.
UN CICLÓN EN JAPÓN
Dicen que este wey agita sus baisas tan rápido a la hora de agarrar billetes ajenos, sean de la tesorería burricipal o de dicha oficina estatal, que al otro lado del mundo, provoca un efecto devastador con sus manoteos, tanto que puede provocar un ciclón en Tokio, un tsunami en las costas de Tailandia o un tifón en la Indonesia. Así que ya sábanas mi racita, “El Chompa De Res”, se está despidiendo de sus inches compinches, premiándolos con el dicho aquel de; “no me des, nada más ponme donde hay”.
EL BURRO HABLANDO DE OREJAS
Que la Unidad de Inteligencia Financiera de Tamaulipas (léase “El Chompiras”) está llamando a cuentas a la alcachofa de Vicky City, un tal Lalo Gattas (no tenemos el disgusto de conocerlo, ni el menor ánimo de hacerlo en este mundo al pelao ese) para que responda a dos posibles triquiñuelas, como podría ser lo supuestamente mal habido de una camioneta dizque proveniente de una empresa privada (regalito o cochupo para Gattas), así como la presunta compra de una propiedad en playa Miramar (con lana mal habida). ¡Oilo! Este bato del “Chompa De Res”, neta que no tiene vergüenza. Nos cae de a madre que es un cinicazo de miedo.
DA RISA ESTE WEY
Lo de este mono cornudo de Reynosa, sí que mueve a carcajadas, haciéndole al celoso fiscal, cuando que él mismo está hasta la Little Mom de transas y propiedades mal habidas o hartamente sospechosísimas. ¡Que cachaza de pelao! ¿Así o más sinvergüenza el angelito? Dios todopoderoso, por favor pon las cosas en su lugar, tres y medio millones de tamaulipecos te lo pedimos encarecidamente Señor. Oh nuestro Creador, a ti clamamos cuando hemos perdido casi toda esperanza de justicia, de que la ley de los hombres se haga, de que el laaaaargo brazo de la Diosa Themis tome del cogote a este bandido de McAllen y lo ponga en su merecido lugar.
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