Les cuento que tengo un amigo que tiene un amigo que tiene hemorroides de tanto entrarle al tequila, pero recio, su nombre es Enrique Rivas. Este cuate es el alcalde de una ciudad del norte del Estado, Nuevo Laredo, muy rica en recursos pero al parecer nunca se ven. Resulta que este alcalde viene de orígenes humildes, su papá quiso ser presidente de ese municipio pero nunca pudo, por lo que ahora, naturalmente, roba por los dos. Solía vivir en una modesta casa de una humilde colonia de esa ciudad. Ahora tiene senda mansión en uno de los fraccionamientos más exclusivos de Nuevo Laredo, mágicamente… ¿Le creeremos?
Este amigo de las hemorroides tiene una inclinación pronunciada a la vanidad, aunque algunos de sus amigos, como Pepe Luis Morante, no lo bajan de pobre iluso. Le gustan los relojes caros, se injerta cabello ocasionalmente, se da sus retoques en la cara, toma tequila caro, usa ropa de diseñador, todo lo que nunca tuvo en su anterior vida modesta que ahora está llena de lujos. Y muchos nos preguntaremos, aparte de las hemorroides, ¿qué ha hecho en su vida para llegar a donde esta? Pues si, lo imaginaron bien, andar de lame botas, arrastrado, primero con quien fue alcalde y ahora con el Gobernador del Estado, aunque lo trata como perro sarnoso, de lejecitos.
EL EMPERADOR VAQUIANO:
Enrique tiene un serio problema de inseguridad, nunca se ha hecho valer, es sumiso ante los designios del Gobernador. Les pondré un ejemplo, hace unos meses este alcalde anduvo tirando la puerta del Palacio Nacional disque buscando más recursos para su ciudad. Puso el grito en el cielo diciendo que la federación lo poquitiaba con lo que le darían. Lloró como magdalena suplicando unos centavos más para el presupuesto. Y ahora, ante la instrucción de su jefe, el muy cínico cederá el cobro del predial al Gobierno del Estado… ¿Notan la incongruencia? Yo también.
Quiquin canallín, como le dicen algunos de su amigos a sus espaldas, anda lamiendo el piso por donde pasa su jefe Paco (García Cabeza de Vaca). No solo le cederá ingresos del Predial, sino que no ha luchado por el dinero del Fideicomiso del Puente 3, que goza ya de casi mil millones de pesos. Verá, Rivas es muy bueno para andar en México azotando puertas, pero se acobarda ante el Gobernador, lo atemoriza, me cuentan que hasta tartamudea y se deleita de los desaires que le hace Panchito, quien mil veces prefiere estar acompañado de su amigo y futuro candidato a la alcaldía por el PAN, Salvador Rosas.
Nunca verán al canallin de las hemorroides haciéndole borlote a Cabeza de Vaca. Sumiso, entregado. Prefiere ceder el dinero de los neolaredense a su jefe para ver si se acuerda de él en la próxima elección y le da una diputación o las migajas que le queden (aunque aquí entre nos, ya contrató a un equipo y a una persona de aquí de Victoria para armarle su campaña a candidato a Gobernador, pobre iluso, despues les cuento los detalles). Entrega el patrimonio de Nuevo Laredo para los intereses de Paco García, le dará el predial, le entregará el Fideicomiso, las pocas obras que hay las realizan empresas ligadas a Pancho, Comapa es caja chica del Estado, vamos, todo para allá. Aunque bueno, siempre queda un poquito para pagar por su imagen, promoverse en revistas nacionales como “Alcaldes de México”, pagar encuestas que lo ponen en primeros lugares, y darse sus viajecitos lujosos en un avioncito privado que tienen por ahí.
Este ladronzuelo de tequila y puro es víctima de una vanidad paranoica, cada día parecido más al finado amigo Benjamín Galván. Ordena a sus empleados lo que deben compartir en redes, monitorea lo que otros ponen, inseguro, rabioso, envía a sus medios comprados, las páginas y a los pseudoperiodistas que tiene en nómina a difamar a los que lo atacan. Es una bestia bien hecha. Pobre, el dinero que se está robando nunca le comprará la felicidad, ni la clase, ni el respeto. Aunque vive en un autoengaño de que todos los quieren, no se da cuenta que a sus espaldas hablan mal de él. Será su desgracia, quien traiciona acaba traicionado, por otros y por su propia conciencia, de ejemplo pongo a Judas Iscariote, quien no dudo que también tuviera hemorroides.
fuente.-Zafiro Escarlata/redes