México y Estados Unidos están a punto de firmar un intercambio de extraditables, lo que preocupa al chino-mexicano Zhenli Ye Gon, quien actualmente se encuentra en una prisión de aquel país aunque ya fue absuelto de los ilícitos que se le imputaban allá.
Y tiene sus razones, pues en el sexenio calderonista todos se le echaron encima –sobre todo Javier Lozano Alarcón y Eduardo Medina Mora, titular de la Secretaría del Trabajo y procurador general de la República, respectivamente– y le imputaron delitos que nunca se le comprobaron. Pese a ello, aquí se le acusa de delincuencia organizada, narcotráfico, violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y lavado de dinero.
Desde que en junio pasado la Suprema Corte de Estados Unidos rechazó atraer el caso de Zhenli Ye Gon, el gobierno de Enrique Peña Nieto está a la espera de que el Departamento de Estado decida extraditar al empresario chino naturalizado mexicano.
México y el país vecino están por concretar un intercambio de extraditables. Y aunque el exempresario farmacéutico podrá regresar libre de culpas en Estados Unidos, puesto que desde hace seis años allá la justicia lo absolvió del delito de narcotráfico por falta de pruebas, aquí se mantienen las acusaciones de delincuencia organizada y narcotráfico fincadas desde hace ocho años.
El gobierno de Felipe Calderón, su acusador, no pudo sostener sus señalamientos ante las autoridades estadunidenses. Ye Gon, a su vez, tampoco logró convencerlas de que era un perseguido político.
Nacido en Shangai, China, en enero de 1963 y naturalizado 40 años después en México, le imputó a Calderón haber contado con un millonario fondo ilegal en su campaña presidencial de 2006. Según Ye Gon, de los 205 millones de dólares que el gobierno calderonista le aseguró en su casa en 2007, por lo menos 100 millones eran parte de ese supuesto fondo ilegal.
Ante el esperado intercambio de prisioneros, confirmado a Proceso por funcionarios de la Secretaría de Gobernación, algunos acusados de narcotráfico por Estados Unidos han promovido amparos contra su extradición. Uno de ellos es el exjefe del Cártel de Juárez Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, quien a finales de agosto pasado obtuvo una suspensión provisional para evitar su entrega a la justicia estadunidense.
Preso en el penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, Carrillo Fuentes es requerido por la justicia de Texas, que lo acusa de conspirar para introducir cocaína a Estados Unidos.
Un cargo similar, pero para la introducción de metanfetaminas, le hizo a Ye Gon una Corte de Columbia, en la capital estadunidense. La imputación se vino abajo debido a la falta de pruebas por parte del gobierno de Calderón. En agosto de 2009, Ye Gon quedó absuelto y recuperó los bienes que se le habían confiscado en ese país (Proceso 1716).
Ye Gon acusó a la Procuraduría General de la República (PGR) de haberle mentido al Departamento de Estado y a la Corte Federal del Distrito de Columbia al destruir evidencias que lo beneficiaban. El señalamiento directo lo hizo contra el titular de la PGR en el sexenio de Calderón, Eduardo Medina Mora, ahora ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Durante el sexenio pasado, la PGR dejó que el caso se quedara en Estados Unidos, al tiempo que Ye Gon aplazaba su extradición, solicitada formalmente por el gobierno mexicano en septiembre de 2008. La petición fue firmada por el ministerio público Jorge Joaquín Díaz López, quien trabajó en la PGR hasta 2009 para incorporarse al despacho de abogados del exprocurador Antonio Lozano Gracia.
Aunque fue absuelto, el empresario chino-mexicano ha estado en una prisión estadunidense desde 2007, por lo que ya lleva ocho años encerrado, dos menos de la pena mínima a la que habría sido condenado de habérsele encontrado culpable.
La PGR no sólo fue incapaz de probar sus acusaciones en Estados Unidos. Tampoco ha logrado en México sentencias definitivas contra todos los que acusó de ser parte de un grupo de delincuencia organizada supuestamente encabezado por el exempresario.
Ye Gon intentó desde un principio quedarse en Estados Unidos, bien como testigo protegido o bajo asilo político. Ninguna de sus acciones prosperó, pero logró no ser entregado al gobierno calderonista.
El personero de Calderón
Eduardo Medina Mora fue quien a los pocos días de que Felipe Calderón asumió la Presidencia emprendió las acciones contra Ye Gon. El 11 de diciembre de 2006 anunció el aseguramiento en el puerto de Lázaro Cárdenas de 20 toneladas métricas de pseudoefedrina, una sustancia que estuvo importando legalmente a México hasta 2005, cuando el gobierno de Vicente Fox, casi al final de su mandato, prohibió su comercialización. Dos años antes, el guanajuatense le había otorgado personalmente la ciudadanía mexicana en un acto público en la residencia oficial de Los Pinos.
No era la primera circunstancia en la que Fox se cruzaba con el hasta ese momento exitoso empresario. A mediados de los noventa, Ye Gon había llegado a México a petición de los Laboratorios Silanes, propiedad de Antonio López de Silanes Pérez, uno de los amigos que en el 2000 financiaron la candidatura presidencial del político panista a través de la organización Amigos de Fox. Cuando Proceso dio a conocer el hecho en su edición 1608, la empresa argumentó que Ye Gon sólo fue su proveedor y no su empleado.
Durante el sexenio foxista, Ye Gon se convirtió en un empresario “ultra exitoso” como resultado de casi 20 años de actividad, según declaró a las autoridades estadunidenses cuando solicitó asilo político. Terminado el gobierno de Fox también se acabó su suerte.
El 11 de diciembre de 2006, a 10 días de iniciado el gobierno de Calderón, Medina Mora anunció el aseguramiento de las 20 toneladas de pseudoefedrina. A los pocos meses, en marzo de 2007, la PGR cateó la residencia de Ye Gon en Lomas de Chapultepec y encontró 205 millones de dólares en efectivo, reportó entonces la Agencia Federal de Investigación (AFI). Para ese momento, Ye Gon ya había huido a Estados Unidos.
Desde un principio buscó el asilo político, con el argumento de que era víctima de una persecución del gobierno de Calderón. En su solicitud, acusó a Medina Mora de fabricar pruebas con toda suerte de sofisticados delitos de narcotráfico. “No soy un vendedor ni un señor de la droga ni mucho menos un capo del narcotráfico”, declaró.
Refirió que entre 2002 y 2003 importó y distribuyó pseudoefedrina en México con permisos de la Secretaría de Salud, compitiendo con otros importadores de la sustancia y que nunca rebasó los techos de las cuotas entonces autorizados. Es más, “cuando el gobierno cesó los permisos, de inmediato dejé de importar, comprar, vender, procesar o distribuir esa sustancia”.
Directo, señaló a la administración pasada: “El motivo del gobierno de Calderón es que intenta, de mala fe, cubrir el escándalo detrás de los 207 millones de dólares del llamado dinero ilegal. Y la mayoría de este dinero en efectivo encontrado en mi residencia, en fajos de billetes de 100 dólares, proviene de los fondos secretos de la campaña presidencial del PAN que fueron escondidos en mi residencia por órdenes de Javier Lozano Alarcón y sus socios”.
El gobierno calderonista dio a conocer oficialmente que fueron 205 millones de dólares. De acuerdo con los archivos judiciales del caso en Estados Unidos, Ye Gon precisó que el dinero se entregó con la custodia de policía uniformada y vehículos policiales entre mayo y septiembre de 2006.
Añadió: “Con rechazo, tomé la riesgosa obligación de la custodia porque el señor Javier Lozano Alarcón me amenazó de que si no cooperaba, me cortarían el cuello. Si yo no hubiera sido acusado falsamente de encabezar un cártel internacional de la droga, el escándalo de los fondos secretos de la campaña presidencial del PAN hubiera sido expuesto ante el mundo”.
Esa acusación la reiteró ante la prensa estadunidense. Lozano Alarcón, actual senador por el PAN y entonces secretario del Trabajo, amagó con demandar a Ye Gon por difamación. Lozano evitó aclarar si finalmente había interpuesto la demanda. Argumentó que se trataba de un asunto privado.
La petición de asilo le fue rechazada casi de inmediato a Ye Gon. El gobierno estadunidense dijo que en ese momento estaba detenido por la acusación de traficar con sustancias controladas y no por algún pedido de extradición por parte de México.
Ye Gon insistió en la protección de la justicia de Estados Unidos, pero un juez se la negó. Le argumentó que estaba especulando sobre situaciones eventuales: “No presenta un respaldo legal sobre su futuro confinamiento, extradición o deportación”, y le reiteró que no había aún ningún proceso penal en su contra.
Las autoridades también se negaron en ese momento a integrarlo al programa de testigos protegidos, pese a los argumentos políticos del exempresario. Además de declararse como perseguido del gobierno de Calderón, alegó que tenía relación con el exsenador del PRI Fidel Herrera, quien luego fue gobernador de Veracruz.
Las negativas
Zhenli Ye Gon aseguró que si era extraditado, enfrentaría un “inminente asesinato, torturas y otros tratos crueles”.
Argumentó: “Definitivamente seré eliminado por el corrupto régimen de México bajo Felipe Calderón y bajo el gobierno del PAN, en represalia política, persecución y deseo de silenciarme para siempre porque soy un testigo clave del fraude del PAN en la elección presidencial”.
Su defensa siguió con los alegatos: “Debido a que Zhenli Ye Gon tuvo información valiosa, sensible y confidencial relativa a la extensa corrupción y al alegado fraude del (entonces) gobernante PAN en la elección presidencial de 2006, su seguridad e integridad personal debe estar en el programa federal de testigos protegidos”.
Según Ye Gon, el resto del dinero era para hacer de Unimed Pharmaceutical, una empresa de su propiedad, un gigante farmacéutico, al que ya le había invertido 200 millones de dólares para tener 22 líneas de producción con tecnología de punta de Alemania, Italia, Suiza y Estados Unidos.
Al tiempo que el gobierno estadunidense le negaba la protección, el de México dispuso del dinero: lo repartió entre la Secretaría de Salud, la propia PGR y el Poder Judicial de la federación.
Además, de acuerdo con Ye Gon, el gobierno de Calderón destruía pruebas que le hubieran favorecido, como la bitácora de sus importaciones y la contaminación y destrucción de la sustancia que fue el origen de la investigación en su contra. Asegura que fue Medina Mora quien ordenó la destrucción y eliminación de las 19 toneladas métricas de lo que el ahora ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación presentó como pseudoefedrina.
Además, acusó a la Administración Central de Aduanas de México de haber contaminado la sustancia al agregarle ácido clorhídrico y calor para obtener pseudoefedrina.
Según alegó Ye Gon ante el gobierno del vecino país, en realidad se trataba de un acetato identificado como Hydroxy-Benzyl-N-Menthylacetethamine, también conocido como Acetamde N-2, “un químico inocuo que puede ser usado para producir productos químicos legales, como el Benzylphrine”.
Aseguró que la mercancía la había comprado en octubre de 2006 a Chifeng Arker Pharmaceutical Tecnology Co. Ltd, una subsidiaria de Shangai Enterprises, compañía estatal china que cotiza en el mercado de valores de Hong Kong.
Sin embargo, el gobierno de Calderón sostuvo que Chifeng Arker fue clave en los movimientos de Ye Gon. Establecida en Mongolia interior, la firma le siguió proveyendo efedrina aun después de que se prohibiera su importación en México, según la PGR. La dependencia sostuvo también que entre diciembre de 2005 y noviembre de 2006 las aduanas mexicanas identificaron al menos cuatro cargamentos ilegales de sustancias psicotrópicas controladas a nombre de Unimed Pharm Chem y Unimed Pharmaceutical, ambas propiedad del acusado.
Señaló que en esos cargamentos el exportador fue una empresa china identificada como Emerald Import & Export Company, de Hong Kong. Desatado el escándalo internacional por los 205 millones de dólares, las autoridades de China informaron que esa empresa no existía.
De acuerdo con la PGR, las 20 toneladas aseguradas provenían de Chifeng Arker. Medina Mora sostuvo que Ye Gon había importado de esa manera 89 toneladas de sustancias para producir efedrina y pseudoefedrina. La cifra era casi cuatro veces superior a los requerimientos del mercado de salud en México, según la imputación.
La PGR remontó la relación de Ye Gon con Chifeng Arker a 2003, cuando Unimed Pharm Chem firmó un contrato con esa empresa para importar cada año 50 toneladas de una sustancia que podría ser usada para producir efedrina o pseudoefedrina, el Hydroxy-Benzyl-N-Menthylacetethamine, un compuesto químico que para la PGR no existe. El contrato incluía soporte técnico para construir la planta en México.
La acusación también dice que entre 2005 y 2007 Ye Gon no reportó a la Secretaría de Hacienda que hubiera tenido grandes ingresos. Sin embargo, “transfirió millones de dólares y grandes sumas de dinero” en euros y pesos mexicanos a través de casas de cambio a China, Estados Unidos y Europa para pagar a empresas como Chifeng Arker o apoyar su estilo de vida, que incluía autos lujosos, joyería y hasta 125 millones de dólares que apostó en casinos de Las Vegas, Nevada.
En sus informes entregados a las autoridades de Estados Unidos, pero que no dio a conocer en México, la PGR declaró que en el operativo de marzo de 2007 también encontró “una receta escrita a mano de cómo convertir 20 toneladas de Safrole en metanfetaminas”. Ye Gon rechaza también este cargo.
En el operativo fueron detenidas 11 personas, incluida su esposa Tamoyil Marx-Yu, dos cuñados y ocho empleados, entre ellos el jardinero y el encargado de la limpieza, acusados de delincuencia organizada.
Según la PGR, Ye Gon era el jefe del grupo, dentro del cual señaló a un químico, un ingeniero y un bioquímico de la empresa. A uno de sus cuñados lo acusó de falsificar los permisos de importación.
La PGR también detuvo a una asistente administrativa y a su chofer. A todos los acusó de cumplir un rol en la organización. Arrestó asimismo a “un consultor chino” que llegó a México en diciembre de 2005 para dirigir el equipo que instaló en la planta de Toluca. Al otro cuñado lo acusó de supervisar la construcción de la planta con fines delictivos.
De ser extraditado, Zhenli Ye Gon enfrentará cuatro acusaciones: delincuencia organizada, narcotráfico, violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y lavado de dinero. Para el gobierno de Estados Unidos, sin embargo, no se pudo comprobar que haya traficado droga a ese país.
Fuente.-