El siempre irreverente Brozo,nos ofrecio un recorrido mordaz y satírico por los casos emblemáticos de corrupción, simulación, cinismo y contradicción durante la administración de la Cuarta Transformación (4T) y de sus principales figuras, especialmente ante la reciente declaración de Claudia Sheinbaum de que la corrupción en México “ya se terminó”.
Brozo y el “fin” de la corrupción
El humor ácido de Brozo desmonta la narrativa oficial con contundencia, recordando una retahíla de escándalos recientes:
- Caso Segalmex: Se robaron 15 mil millones de pesos y el exdirector sigue libre y protegido por el régimen
- Refinería que no refina: La multimillonaria Dos Bocas terminó costando más de 20 mil millones de dólares y aún no produce gasolina, señalando que solo fue un barril sin fondo.
- Nuevo Aeropuerto: Tras cancelar el de Texcoco “por corrupción”, nunca hubo detenidos y el resultado fue un aeropuerto “que no sirve ni para cargar los pinches aviones.
- Tren Maya: Un ecocidio monumental, descarrilado física y financieramente, donde Brozo ironiza: “si se descarrila el tren, ya es otro pedo, güey”.
Paradojas de la honestidad
Brozo expone la incongruencia entre el discurso y los hechos:
- Luis “El hijo incómodo”: Caso del hijo mayor de AMLO viviendo a cuerpo de rey en Houston, con casa de contratista de Pemex, contradiciendo el discurso austeridad y ética.
- Medicinas y licitaciones: Admite la presidenta que no pueden controlar la corrupción en compras, porque “se les cuelan” empresas tramposas.
- Errores “inocentes” y fortunas: Secretarios, senadores y funcionarios con propiedades millonarias o “errores” de diez millones en sus declaraciones patrimoniales, mientras la narrativa apunta a la austeridad.
Políticos y compadrazgos
El texto descose la telaraña de complicidades políticas y tráfico de influencias:
- El cártel en el gabinete: Señalamientos de vínculos entre funcionarios de la 4T y grupos criminales, como el secretario de Seguridad de Adán Augusto y “La Barredora”.
- Amiguismos, padrinos y familiares: Denuncia el nepotismo en el INE y el Senado, así como el tráfico de influencias de “Andy” López Beltrán.
- Corrupción estructural: “Aportaciones” en sobres amarillos para el movimiento de AMLO que, cuando se descubren, terminan llamándose “donativos” y no delitos.
Narrativa confrontada
El payaso tenebrozo ironiza sobre cómo, pese a todos estos hechos públicos y notorios, la presidenta Sheinbaum afirma que la corrupción es cosa del pasado. Utiliza el sarcasmo y la exageración: “¿Entonces sí vivimos en países distintos, mi Clau?… órale, bueno, chingo a mi madre”, remarcando el abismo entre la realidad cotidiana y el discurso triunfalista del poder.
El humor como denuncia
La irreverencia de Brozo desmenuza las grandes promesas de la 4T mostrando que:
- La corrupción no solo no se ha erradicado, sino que ha mutado y pervive en nuevos rostros y formas.
- El discurso de honestidad se desploma bajo el peso de los propios escándalos e inconsistencias internas.
- El cinismo y la impunidad siguen siendo moneda corriente, disfrazados ahora de transformación.
En suma, este ácido repaso de Brozo es una denuncia lapidaria a través del humor: en la 4T, el relato oficial y la realidad parecen pertenecer, literalmente, a países distintos.
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