En los últimos cinco meses y medio, hasta el 12 de septiembre, los residentes en el extranjero se deshicieron de 115 mil 512.9 millones de pesos en valores gubernamentales en términos netos, muestran datos del Banco de México (Banxico) de acuerdo al saldo de sus posesiones.
Lo que está pasando en sencillo es esto:
Los inversionistas extranjeros están sacando su dinero de los bonos del gobierno mexicano porque ven más riesgos que beneficios en dejarlo aquí. En vez de apostar por México, están moviendo su lana a lugares que sienten más seguros, como el oro o bonos de países más estables.
Qué significa la «aversión al riesgo» en este caso
- Desconfianza: Los inversionistas dudan de que la economía mexicana se mantenga estable.
- Menor atractivo: Como Banxico bajó la tasa de interés, los bonos mexicanos pagan menos. Eso hace que ya no sean tan rentables comparados con otros lados.
- Temor a golpes externos: La amenaza de aranceles de EU y la posibilidad de una recesión elevan la incertidumbre.
- Problemas fiscales: El gobierno gasta más de lo que ingresa, eso genera déficit y puede levantar alertas sobre la deuda y la calificación crediticia.
A nivel de la banqueta
Piensa en esto como si un grupo de vecinos prestaran dinero a un amigo (el gobierno mexicano) porque les pinta bien el trato: les paga intereses altos y parece confiable. Pero de pronto:
- Ese amigo empieza a pagar menos intereses.
- No está claro si podrá seguir pagando sin endeudarse más.
- Además, hay rumores de que se podría meter en broncas más grandes (como pleitos con el vecino rico, Estados Unidos).
Entonces los vecinos dicen: «¿Sabes qué?, mejor recojo mi dinero antes de que me agarre en curva». Y se lo llevan a guardarlo en algo más seguro, como una alcancía de oro.
Eso es la aversión al riesgo: preferir dejar de ganar un poco a cambio de dormir tranquilos, en lugar de arriesgarse a perder mucho en México.
Con informacion: ELNORTE/
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