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sábado, 27 de septiembre de 2025

«ASI de BIEN los CUIDA el GOBIERNO»: «CRIMINALES VENDEN los DATOS de 20 MILLONES de DERECHOHABIENTES del IMSS en 50 MIL PESOS»…menos de lo que gasta un politico en una cena.


Entregarle tus datos al gobierno en México es como jugar a la ruleta rusa, pero los balines son tus embarazos, tus enfermedades y tu CURP; y el que aprieta el gatillo es cualquier hacker aficionado en busca de unos cuantos miles de pesos. Según lo que reveló el periodista Ignacio Gómez Villaseñor, el grupo de hackers Scorpion le vendió la base de datos de 20 millones de pensionados del IMSS por apenas 50,000 pesos—menos de lo que se gasta un político en una cena, para que más o menos calculemos la seriedad con la que se protege tu identidad.

La ciberseguridad del Estado: ¿Chiste nacional?

Mientras uno pensaría que el IMSS opera con sistemas de seguridad dignos del Pentágono, la realidad es otra: la base de datos que contiene la información médica, direcciones, números de seguridad social y hasta dónde se atienden los mexicanos, anda rolando desde el 12 de septiembre en el mercado digital, la dark web, y también “en la calle y el Internet normal”. O sea, si la seguridad institucional fuera una puerta, ya le habrían metido el pie, el hombro y hasta lo que no tiene para forzarla.

¿Hackeo o filtración? El arte de negarlo todo

El IMSS, como buen burócrata atrapado en el pánico, negó que haya sido hackeado—según ellos, fue una “posible filtración” de personal, pero nunca un ataque directo a sus sistemas. La respuesta oficial siempre es la misma: minimizar el asunto, decir que todos los protocolos están en orden y que las sanciones llegarán cuando encuentren al responsable… o cuando los cerdos vuelen, lo que ocurra primero.

¿Quién tiene tus datos? ¡Todos!

Lo más surrealista aquí es que, según el testimonio de los expertos, esa base de datos no sólo va a circular entre quien la compró, sino que se va a revender tantas veces como cambie de manos un billete de veinte en el transporte público mexicano. ¿Y los riesgos? Fraudes, extorsiones, pérdida del anonimato y hasta un bonito riesgo de suplantación de identidad. Al final, uno termina siendo carne de cañón para cualquier delincuente medianamente hábil con Excel.

El patrón: ocultar, negar, minimizar

Dice Gómez Villaseñor que todos los hackeos reportados por Scorpion terminan siendo ciertos. El modus operandi de las instituciones mexicanas es negar primero y, cuando las llamadas de fraude empiezan a llover, entonces sí, mandan un comunicado diciendo que el problema «ya está siendo atendido». La impunidad digital como sello nacional.

Moral de la historia: dale tus datos al gobierno… pero no esperes que sigan siendo tuyos

¿Moraleja? Cuando te pidan tus datos, asi sea para el nuevo padrón celular,piénsalo dos veces. Dale al Estado tu nombre y dirección, pero compra una veladora a la Santa Ciberseguridad para que no termines con una tanda de estafas a tu nombre. México no es para principiantes, y mucho menos si confías en que hay protección detrás de la ventanilla de cualquier institución pública.

Con informacion: ARISTEGUI

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