El reportaje de Carlos Loret revela la existencia de un obsceno y bien aceitado negocio orquestado por supuestos “youtuberos” de las «mañaneras del pueblo» de la Presidenta Claudia Sheinbaum como igual lo hicieron con Andres Manuel Lopez «hablador» y quienes han viciado el contenido del supuesto diálogo circular para convertirlo en un grotesco espectáculo de propaganda y lucro para seguirle el juego a la mediocridad institucional.
Cobran hasta 150,000 pesos por formular una pregunta—con factura en mano y todo—sirviendo a intereses de grupo y no a la sociedad, ofreciendo favores de micrófono a quien pague el precio y sepultando los temas de verdadero interés nacional bajo una montaña de chismes y medias verdades.
La corrupción disfrazada de “influencers”
- Influencers e “informadores” creados al vapor por el régimen, han secuestrado el espacio que debería ser un ejercicio de rendición de cuentas, usándolo en cambio para fabricar propaganda, manipular la agenda y obtener jugosas ganancias personales.
- Los clientes pueden comprar visibilidad en la conferencia mañanera; la misión es mediatizar cualquier escándalo que afecte la imagen presidencial, desviar la atención y acallar cuestionamientos legítimos.
Las armas del chisme y la mentira
- El daño es grave y profundo: temas esenciales para la vida pública quedan excluidos sistemáticamente de la discusión, mientras se manipula la narrativa nacional desde el poder usando el show, la calumnia y verdades a medias como herramientas de control social.
- Una factura de 174 mil pesos documentó cómo un supuesto periodista cobró por «gestionar» la queja de cañeros ante Sheinbaum, pero desvirtuó la petición y politizó el problema, engañando tanto a los ciudadanos como a la opinión pública.
El impacto: erosión democrática y desprecio por la verdad
- Esta red de youtuberos a sueldo pervierte el sentido del periodismo al intercambiar el rigor y el interés público por el cabildeo, la simulación y el lucro, favoreciendo la polarización y bloqueando la transparencia gubernamental.
- Mientras los problemas reales del país se apilan sin respuesta, los micrófonos de la mañanera solo amplifican los chismes pagados y las cortinas de humo que impiden cualquier debate genuino de fondo.
Este descarado mercadeo de la mentira y la simulación deja claro que, bajo la fachada de pluralidad y apertura, se esconde un modelo de negocio diseñado para anestesiar la vida pública, degradar el debate, y minar la democracia desde adentro.
Con informacion: YOUTUBE/LATINUS
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