Visitanos tambien en:

domingo, 28 de septiembre de 2025

EL «NARCO COMANDANTE CALDERONI tambien PROTEGIO al CARTEL de SINALOA y el CHAPO lo QUISO para COMPADRE»…perseguía a algunos y protegía con garras a otros, según la lista de pagos de la semana.


Guillermo González Calderoni fue uno de los comandantes de la Policía Judicial Federal más temidos, aliados de narcos y políticos por igual, y figura clave en la historia sucia del narco en México: un “Eliot Ness mexicano” que, en vez de cazar a los capos hasta las últimas consecuencias, se dedicó a proteger a leyendas como el Señor de los Cielos y al propio Chapo Guzmán a cambio de maletines llenos de dinero, propiedades y hasta empresas de transporte con nombre propio.

Infancia dorada, carrera de lodo

  • Calderoni nació en Reynosa, hijo de un pez gordo de Pemex y una madre italoamericana, portátil de idiomas y gustos caros. Mientras otros polis venían de la cultura del esfuerzo, Calderoni llegaba a la fiesta ya con botella y ropero llenos.
  • Rápidamente brincó posiciones: del anonimato ochentero a comandante con poder casi absoluto durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. Fue, oficialmente, el tipo encargado de combatir a los narcos, aunque en la práctica prefería la comodidad del doble juego.

El protector de capos… y fortunas obscenas

  • Cuenta la leyenda policial que a Calderoni lo llenaban regularmente de “agradecimientos” los cárteles. Se habla de pagos en efectivo —entre 10 y 30 millones de dólares, así de fácil, de parte del Cártel de Sinaloa— a cambio de protección total.
  • Amado Carrillo, el “Señor de los Cielos”, y el propio Chapo estuvieron entre sus clientes premium. Calderoni jugó a la traición, al soplón y al operador. Si la DEA necesitaba un show de detenciones, armaba la coreografía; si los narcos necesitaban que les limpiara la alfombra, la dejaba reluciente.
  • No solo se enriqueció: juraban que su fortuna era de al menos 400 millones de dólares —una cifra que ni el más aplicado de los policías podía juntar ni en varios siglos— y se daba vida de magnate: coches de lujo, mansiones, relojes de oro y una flota de tractocamiones para disfrazar parte del botín.

González Calderoni también protegió al Cártel de Sinaloa

En 2003, su suerte terminó. El exsubdirector de la Policía Judicial Federal fue ejecutado en McAllen, tras salir de la oficina de su abogado, Robert Yzaguirre, conocido por representar a miembros del Cártel del Golfo.

Quince años después, el nombre del ‘Eliot Ness mexicano’ volvió a surgir en el llamado ”juicio del siglo” contra Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, cofundador del Cártel de Sinaloa.

Durante el proceso judicial, Juan Carlos Ramírez Abadía, alias ‘Chupeta’, exlíder del Cártel del Norte del Valle en Colombia, testificó ser uno de los proveedores de cocaína del Cártel de Sinaloa entre 1990 y 1996.

Recordó una ocasión en la que él y ‘El Chapo’ visitaron a Juan José Esparragoza Moreno, ‘El Azul’, en una cárcel mexicana. En esa visita los acompañó González Calderoni, a quien Esparragoza llamaba “compadre”, según relató el Semanario Zeta.

De acuerdo con ‘Chupeta’, esa reunión fue para acordar nuevas rutas de tráfico ante la presión del gobierno estadounidense sobre el mexicano. También mencionó los pagos que ‘El Chapo’ realizaba a la policía para recibir cargamentos de droga.

Más adelante, Miguel Ángel Martínez Martínez, alias ‘El Tololoche’ o ‘El Gordo’, supuesto piloto de Guzmán Loera, testificó contra su exjefe en la Corte Federal de Distrito en Brooklyn.

Martínez declaró que ‘El Chapo’ envió “dos o tres veces” cerca de 10 millones de dólares a Guillermo González Calderoni. Según su testimonio, estos sobornos permitieron que el exfuncionario proporcionara informes diarios sobre movimientos de rivales, ayudara a expandir el negocio del tráfico de drogas y facilitara la evasión de autoridades, de acuerdo con una crónica de Carlos Álvarez en Zeta.

También mencionó que la relación entre Calderoni y Guzmán era tan cercana que, cuando nació un hijo del capo, este le pidió ser su padrino.

De “Eliot Ness” a enemigo público… y muerto en la frontera

  • Cuando cambió el viento político (y los protectores), Calderoni abandonó el país: pidió licencia y se fue a Estados Unidos a esperar que bajara el infierno. Pero sus fantasmas y testimonios pesaban: empezó a colaborar con agencias gringas y hasta acusó directamente a Raúl Salinas de Gortari (sí, el hermano incómodo) de ser parte de la maquinaria del narco.

Calderoni en la cultura pop y la mitología criminal

  • Por si faltaba punch mediático, Netflix lo metió a su serie Narcos: México, donde lo pintan como un policía sin entrañas, hábil para la traición, y con la cartera llena de nombres, expedientes… y billetes.
  • Algunos textos lo comparan con Eliot Ness y otros, con Aldrich Ames; es decir, mitad cazador, mitad topo, maestro del doble juego y de la impunidad. Un clásico: perseguía a algunos narcotraficantes y protegía con garras a otros, según la lista de pagos de la semana[

Calderoni dejó un legado de corrupción, cinismo institucional y una escena que ni Hollywood escribiría mejor: el policía que protegía delincuentes, coleccionaba traiciones y vivía rápido para morir con estilo… y un tiro certero en la ventanilla de su propio Mercedes.De este crimen, el trascendido advierte habria sido planeado por dos mandos del Cartel del Golfo.

Con informacion: ELFINANCIERO/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu Comentario es VALIOSO: