Cuatro hombres murieron durante la mañana de este sábado luego de ser arrojados y atacados a balazos por debajo del puente del bulevar Rolando Arjona, pasando la avenida Federalismo, en Culiacán,reporta Noroeste.
En tanto otros cuatro hombres, de acuerdo tambien con Noroeste, fueron reportados sin vida durante la misma mañana de este sábado en la carretera federal México 15, en el municipio de Ahome. Se informa de manera extraoficial que puede haber una quinta víctima fatal, debido que cerca de los cuerpos se encontró una bolsa de plástico negro, presuntamente con restos humanos en su interior.
La suma avanza vertiginosa rumbo a los 1,800 ejecutados.
El hallazgo se reportó a las 07:15 horas por la autopista federal, en las inmediaciones del valle de El Carrizo, cerca del ejido Chávez Talamantes. Personas que viajaban en sus vehículos por la zona llamaron al 9-1-1 para alertar a las autoridades sobre el hecho.
Las masacres coinciden con la llegada de 1,800 elementos adicionales del Ejército Mexicano, incluyendo cuerpos de Fuerzas Especiales y fusileros paracaidistas provenientes de la Base de Santa Lucía, Estado de México. Esta movilización, implementada a partir del 25 de julio de 2025, forma parte de una estrategia nacional para intentar recuperar el control en áreas que han sido escenario de violencia e impunidad creciente.
Este reforzamiento se suma a la presencia ya institucionalizada de más de 10,000 efectivos entre el Ejército, Guardia Nacional y Marina en Sinaloa, y a operativos conjuntos que constantemente reportan aseguramientos de armas, vehículos, detenciones y destrucción de laboratorios clandestinos.
El gobierno federal, encabezado ahora por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha sostenido que el reforzamiento implementado desde octubre de 2024 arroja una baja de homicidios,pero la contradice la realidad.
A pesar de la narrativa oficial de “prioridad nacional” y la presentación de cifras de decomisos, la percepción ciudadana, especialmente en sectores periodísticos y académicos, apunta a una persistente “burla diaria” de las estructuras criminales como el Cártel de Sinaloa. Esto se explica porque los asesinatos públicos, como el del puente Rolando Arjona, ocurren aun con la vigilancia reforzada, retenes y presencia militar constante, evidenciando la sofisticación, arraigo y capacidad de respuesta violenta del grupo delictivo.
Las autoridades insisten en que, además del despliegue, los operativos incorporan patrullajes aéreos, inspecciones domiciliarias, retenes móviles y la exhibición de nuevas unidades blindadas y tecnología táctica. Sin embargo, para muchos ciudadanos y actores sociales, el patrullaje militarizado no alcanza a frenar la creciente fragmentación y violencia que caracteriza la lucha entre facciones (“mayitos” vs “chapiza”) y la respuesta a la presión estatal. Además, hay reportes y análisis que sugieren un cambio de formas de violencia, con incremento de desapariciones forzadas y ajustes internos en el narco, más allá de la violencia visible.
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