Visitanos tambien en:

jueves, 31 de julio de 2025

“NO es ILEGAL,es INMORAL”:”MONREAL DEFIENDE su VIAJE a las EUROPAS y MEDIO_CREE que PAGAR de su BOLSILLO lo EXHONERA de la INCONGRUENCIA”…lo que indigna no es la maleta ni el avión: es la traición al relato que los llevó al poder.


El legislador zacatecano de Morena,Ricardo Monreal,regresó de su viaje por Europa y en su primera aparición publica hizo una defensa de su viaje del que dijo fue pagado con recursos propios, muy y pese a las críticas por la incongruencia con los principios de austeridad republicana que promueve su partido y choca con la ética pública y la rendición de cuentas, por lo que analizamos algunos de sus dichos hipócritas.

1. Austeridad: ¿Postulado para otros, privilegio para unos cuantos?

La crítica no gira en torno al origen del dinero con el que se costea el viaje, sino al simbolismo político y la responsabilidad ética. Morena ha enarbolado como bandera la austeridad y la “justa medianía” en el ejercicio del poder. No se trata sólo de si Monreal usó recursos públicos, sino de si honró los principios que él y su partido defienden ante el electorado.

“No es ilegal, pero sí es inmoral”, dirían muchos ciudadanos al observar este doble rasero. El problema es ético, no contable.

2. ¿Qué es el escarnio y qué es la exigencia democrática?

Monreal acusa a los medios y a la ciudadanía de “perversidad” y “acoso”. Pero confunde dos cosas:

  • El escrutinio público es parte indispensable del cargo que ostenta.
  • El discurso de persecución funciona como muro para evadir el fondo de las críticas: la incoherencia entre el decir y el hacer.

¿Desde cuándo pedir congruencia entre discurso y acciones se volvió acoso?

3. ¿Privilegios de casta en la Cuarta Transformación?

Cuando Monreal revira con la pregunta “¿Qué acaso están vetados [los viajes] sólo para una clase social?”, cae en otro terreno resbaloso: la justificación desde el privilegio disfrazado de igualdad. Sí, cualquier ciudadano puede viajar —si puede pagarlo—, pero él no es un ciudadano cualquiera: es servidor público, figura visible, referente político.

No se le pide que no viaje, sino que actúe en consecuencia con la política de austeridad que promueve, y que no utilice su libertad individual para desentenderse de su responsabilidad pública.

4. ¿A quién ofende? A quienes sí creyeron en la transformación

Monreal pregunta: “¿A quién ofendo?”. La respuesta es clara:

  • A los votantes que sí tomaron en serio las promesas de humildad, austeridad y cercanía del movimiento.
  • A aquellos cuyos recursos son limitados y a quienes se les pide apretarse el cinturón mientras observan que los líderes de la “transformación” se hospedan en hoteles cinco estrellas y hacen turismo político-religioso, sin aparente autocrítica.

5. El problema es político, no económico

Aunque pague con “su dinero”, el diputado vive del erario y debe regirse bajo estándares éticos más altos. Si un alto funcionario sostiene que sus lujos son intocables “porque los paga él”, entonces borra la línea entre el deber público y el interés individual, un abismo peligroso para cualquier democracia.

¿Desde cuándo pagar de tu bolsillo exonera de la incongruencia?

Conclusión: el cinismo disfrazado de transparencia

Ricardo Monreal no parece entender la profundidad del reclamo ciudadano. No se le critica por vacacionar, sino por encarnar —una vez más— el doble discurso de una clase política que promete transformación, pero actúa como la élite de siempre, ahora con justificación religiosa y moral propia.

Lo que indigna no es la maleta ni el avión: es la traición al relato que lo llevó al poder.


Con informacion: ELNORTE/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu Comentario es VALIOSO: