¿El motivo?
Buena parte de los recursos discrecionales que se otorgaron a las fracciones parlamentarias en la Cámara alta en esos seis años, “fue a parar a las giras de AMLO por el territorio nacional, primero, y después a las campañas de Delfina Gómez en el Estado de México, y luego en 2018 a la del propio López Obrador”, asegura un exasesor de Bartlett Díaz.
Desde la Cámara de Senadores (2006-2012), cuando todavía las sesiones eran en la antigua casona de Xicoténcatl, ya era sabido que legisladores del PT, Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano) y algunos del PRD, tenían que realizar una “aportación voluntaria” para financiar al, en ese entonces, llamado “presidente legítimo de México”.
Al menos eso dijo en una ocasión, en una conferencia de prensa, el entonces senador perredista Ricardo Monreal Ávila, ahora líder de la bancada de Morena en la Cámara alta.
Pero a partir de 2017 las cosas dieron un vuelco. El Partido del Trabajo (PT) se hizo de su propio grupo parlamentario que, por ley, debe estar integrado por cinco senadores. Esto ocurrió luego de un acuerdo entre AMLO, Alberto Anaya Gutiérrez (dirigente del PT), Manuel Bartlett Díaz (líder de bancada petista) y el jefe nacional de Convergencia, Dante Delgado.
El exasesor de Bartlett no duda que haya grabaciones de la entrega de recursos, mismas que, si existen, hasta el momento no han salido a la luz.
EL ESQUEMA DE FINANCIAMIENTO
El senador Marco Antonio Blásquez Salinas, que llegó al Senado de la República con las siglas de Convergencia, se sumó a los cuatro senadores del PT (Manuel Bartlett, David Monreal, Ana Gabriela Guevara y Martha Palafox), para cumplir el requisito legal y conformar un grupo parlamentario. Luego se integró a esa bancada Layda Sansores San Román, quien también alcanzó su escaño en la Cámara alta por Convergencia, pero ella por la vía plurinominal.
Con ello, también, llegaron cientos de millones de pesos de recursos públicos que se repartían los grupos parlamentarios y que nunca fueron transparentados, pero que aparecían en la página de transparencia de la Cámara de Senadores bajo el concepto “asignaciones a bancadas”.
Y esa, nos señalan, “fue una de las principales fuentes de financiamiento para el movimiento que encabezaba López Obrador”.
Por ello, desde 2012, pero sobre todo a partir de 2016, cuando inició la desbandada de senadores del PRD a Morena –pero que primero se pasaron a la bancada del PT–, López Obrador arropó a Bartlett como uno de sus predilectos, al grado de nombrarlo director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y luego defenderlo a ultranza en los casos de sus propiedades, donde fue exonerado por la Secretaría de la Función Pública (SFP); los negocios de su hijo con el sector público y, ahora, con lo del mega apagón que afectó a varios estados de la República y a la Ciudad de México.
AMLO Y BARTLETT
López Obrador inició su acercamiento con Manuel Bartlett en diciembre de 2011, cuando el controvertido exsecretario de Gobernación con Miguel de la Madrid (1982-1988) fue postulado por el Partido del Trabajo (PT) para una senaduría.
Ese instituto político, dirigido por Alberto Anaya, había realizado una alianza con el PRD y con Convergencia para los comicios presidenciales de 2012, que abanderó López Obrador, así como para cargos legislativos en la Cámara de Diputados y el Senado de la República.
El 6 de diciembre de 2011 se le preguntó a López Obrador su opinión sobre esta postulación, y dijo que él no lo había invitado, sino que se trataba de “un asunto de los partidos, del PT en particular. Los partidos tienen su derecho a elegir a sus candidatos”.
Para el 9 marzo de 2012, en medio de la campaña presidencial de aquel año, AMLO argumentó que la única condición que puso a los partidos que formaron la alianza que lo designó como su candidato fue que “para la postulación de candidatos es que se hagan encuestas y que sean los ciudadanos los que decidan quién debe ser candidato”.
“Ya en este caso (el de Bartlett) se hicieron tres encuestas. Él resultó el mejor posicionado y por eso yo tengo que acatar esa decisión. No fue un acuerdo cupular”, anotó el tabasqueño.
Argumentó además que en ese caso “se hizo una consulta en Puebla, fueron tres encuestas, y él resultó mejor posicionado. Lo demás (su polémico pasado en las filas del PRI) él va a tener que explicar”.
“Lo único que puedo decir es que bienvenidos todos los que de buena fe luchan por la transformación del país, y si en el pasado tuvieron algún acto reprobable, pero si están en condiciones sinceras de enmendarlo y de actuar con rectitud, poniendo por delante los intereses del pueblo y de la nación, debe permitirse la participación de quienes en otros tiempos actuaron de manera incorrecta”, dijo el tabasqueño en aquella ocasión.
JUGADAS DE PODER
Cuatro años después, en 2017, Manuel Bartlett ya no sólo era coordinador de la bancada de sólo seis senadores del PT en el Senado, sino que para AMLO –nos cuentan a EMEEQUIS– el poblano ya era “una pieza indispensable para aportar recursos”, vía ese grupo parlamentario. Ya sea a través de sus 16 legisladores, de los recursos que le correspondían como tercera fuerza política en la Cámara alta o por medio de las partidas que recibió por las presidencias de comisiones parlamentarias que le fueron asignadas.
El colmo del agandalle de Bartlett Díaz para hacerse de más recursos para la bancada del PT se dio en la primera quincena de septiembre de 2017, cuando despojó al senador sin partido, Alejandro Encinas (hoy subsecretario de Gobernación), de la presidencia de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda, luego de cinco años de presidirla.
En esos días, desde la tribuna de la Cámara alta, Encinas Rodríguez recordó que llegó al Senado de la República con más de 2 millones de votos en la elección de 2012, “más del doble de los votos que el PT obtuvo a nivel nacional en esos comicios, es decir, un millón 135 mil sufragios, de un partido que ni siquiera diputados tiene en San Lázaro”.
“Algo anda mal en el Congreso, algo está podrido en Dinamarca”, apuntó Encinas Rodríguez parafraseando a William Shakespeare en el libro Hamlet, y cuestionó que en el Poder Legislativo “se obedezca al interés de los aparatos partidistas, que actúan con lógica patrimonialista”.
LA SUERTE DE LA PANDILLA DE BARTLETT
Ahora, ¿que qué fue de los 16 senadores de la que fue conocida como la bancada del “PT-Morena” y que colaboraron en este presunto esquema de financiamiento a la campaña de AMLO en 2018?
Miguel Barbosa es hoy gobernador de Puebla. Adán Augusto López Hernández, gobernador de Tabasco. David Monreal Ávila, candidato de Morena al gobierno de Zacatecas. Lorena Cuéllar Cisneros, candidata de Morena al gobierno de Tlaxcala. Layda Sansores, candidata de Morena al gobierno de Campeche.
Zoé Robledo Aburto, director general del IMSS. Mario Delgado Carrillo, presidente nacional de Morena. Rabindranath Salazar Solorio, subsecretario de Gobernación. Benjamín Robles Montoya, diputado federal. Fernando Mayans Canabal, director del ISSSTE en Tabasco.
Dolores Padierna Luna, diputada federal. Humberto Fernández Fuentes, titular de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México de la SEP. Ana Gabriela Guevara, directora de la Conade.
Bueno, y Manuel Bartlett Díaz, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y uno de los personajes más protegidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Fuente.-@emeequis/
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