Una investigación sobre un tiroteo en un centro de rehabilitación de adicciones en el estado fronterizo de Nuevo León reveló que las instalaciones eran, en realidad, una fachada de uno de los cárteles de la droga que operan en el norte de México. Continuando con una tendencia observada en otras partes del país.
El tiroteo sucedió poco después de la medianoche en la víspera de Año Nuevo en el municipio de Cadereyta en el área Metropolitana de Monterrey, cuando un grupo de sicarios se llego en dos camionetas a un edificio en el centro de la ciudad y comenzó a disparar decenas de balas al interior. El ataque no fue fatal ya que solo dos hombres en el interior resultaron heridos y el caso solo recibió una cobertura mínima de noticias por parte de los medios de comunicación en Nuevo León.
Sin embargo, Breitbart Texas consultó con fuentes policiales estadounidenses que operan en México, quienes revelaron que el ataque no fue un incidente aislado, sino parte de una guerra territorial y que el ataque al edificio no fue aleatorio.
La clínica de rehabilitación, que operaba sin ninguna certificación ni licencia, es propiedad de Jerónimo “El Jero” Hernández de la Rosa, un miembro local del Cártel del Golfo que opera bajo Agustín Jaime “El Barbas” González Garza, un jefe criminal regional con el Cártel del Golfo que tiene un largo historial criminal que incluye arrestos e investigaciones por drogas y armas, así como por robo de combustible.
Jerónimo “El Jero” Hernández de la Rosa
Las fuentes policiales revelaron que Cadereyta es un territorio clave utilizado para robar grandes cantidades de combustible de oleoductos cercanos. La región está actualmente controlada por el Cártel del Golfo y se considera una de sus principales fuentes de ingresos en Nuevo León. Las facciones del Cártel del Noreste de Los Zetas han estado tratando de tomar a la región por la fuerza.
Apenas dos semanas antes del ataque al centro de rehabilitación, un grupo de sicarios emboscó y mató a Francisco Guerrero Barreiro, de 48 años, en las afueras del Ayuntamiento de Cadereyta. A pesar de que ese ataque sucedió poco después de la medianoche, las autoridades respondieron hasta casi las 6 a.m. para documentar la escena del crimen y recoger el cuerpo.
Cadereyta es la misma ciudad donde en abril hombres armados de CDN-Los Zetas mataron a un jefe regional del Cártel del Golfo durante una pelea de gallos organizada por funcionarios locales a pesar de los cierres de coronavirus vigentes en ese momento, informó Breitbart Texas. Por ese crimen, un grupo de sicarios del CDN-Los Zetas disfrazados de policías y liderados por un ex miembro del CDG se acercó a la pelea de gallos y comenzó a disparar. Durante ese ataque, los hombres armados mataron a un jefe regional del Cártel del Golfo llamado Ulises Ramses Lozano García e hirieron a otros seis.
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