Esto quiere decir, que las actas de defunción muestran que entre enero y junio del año pasado, hubo 653 menos homicidios dolosos y culposos en relación al año previo. En el primer semestre de 2019 hubo 17 mil 776 homicidios en México, mientras que los datos preliminares muestran 17 mil 123 para el mismo periodo de 2020.
Esto significa una tasa de 13 homicidios por cada 100 mil habitantes a nivel nacional.
Sin embargo, la reducción se muestra como un ligero espejismo, pues aunque se han presentado menos homicidios en el segundo año de la administración de Andrés Manuel López Obrador, en realidad se mantiene la tendencia histórica del cierre del gobierno de Enrique Peña Nieto: en 2018 hubo 17,772 homicidios en los primeros seis meses del año.
El número de víctimas mujeres en ese primer semestre de 2018 fue de 1,817, subió a 1,834 en 2019 y continuó al alza en 2020: 1,844, un máximo histórico de acuerdo con los datos del INEGI desde 1990.
AMLO con su gabinete de seguridad en una reciente conferencia en Palacio Nacional. Foto: lopezobrador.org.mx.
El mismo presidente ha reconocido que el homicidio es uno de los talones de Aquiles en su estrategia de seguridad. Según dijo el 2 de septiembre, los niveles se han mantenido a causa de la delincuencia organizada y la constante confrontación con las fuerzas de seguridad, así como los enfrentamientos entre grupos.
“De todos los homicidios del país, el 75% tienen que ver con crimen organizado. Y no es justificación de ningún tipo, pero quedaron bandas, nos heredaron grupos con estructuras”, señaló entonces.
Un análisis de los registros históricos del INEGI desvela que el homicidio se ha incrementado 138% en los últimos 30 años, acrecentándose a partir del sexenio de Felipe Calderón, cuando sacó al Ejército a la calles como la estrategia bandera de combate al crimen organizado.
Esta acción continuó en el sexenio de Peña Nieto y, pese a las promesas de campaña, persistió en la administración de AMLO, a pesar de la creación de la Guardia Nacional y su despliegue en todo el país.
Los datos preliminares del INEGI se componen de la información de presuntos homicidios que se obtiene de los Servicios Médicos Forenses, es decir, de los certificados de defunción.
Ahí se consignan las muertes accidentales y violentas y las causas que las provocaron. En este caso, no pueden ser atribuidas a factores naturales, sino externos: agresiones directas, realizadas con la intención de provocar un daño.
La cifra de homicidios en el primer semestre no ha podido bajar de 17 mil.
LIGERA REDUCCIÓN ES UNA VICTORIA: GOBIERNO DE AMLO
Rosa Icela Rodríguez Velázquez, quien suplió recientemente a Alfonso Durazo en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, insistió recientemente en los datos de su antecesor: los homicidios en México van a la baja.
El 20 de enero, en la conferencia mañanera, señaló que su perspectiva anual era una reducción del 0.4% en los homicidios dolosos –aquellos que se cometen con la intención de causar la muerte a una persona.
El dato, explicado a detalle por Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad Pública, se mira como un logro de la administración, pues a decir del funcionario “no había habido en el país desde el 2015 una disminución en el crecimiento de homicidios. Esto es importante”.
Los datos del INEGI, en este sentido, les respaldan. En el primer semestre de 2015, comparado con el de 2014, hubo una reducción del 1.1% en los homicidios, sin embargo el número total era muy inferior a los niveles actuales. En ese periodo de 2014 hubo sólo 10 mil 54 homicidios, mientras que 2015 presentó 9 mil 941.
La historia cambió al cierre de la administración peñanietista que, lejos de contener la ola homicida, la avivó, llevándonos al inicio de los datos de los últimos tres años: más de 17 mil homicidios en los primeros semestres de cada año.
Los datos anuales a partir de actas de defunción se darán a conocer en julio próximo, sin embargo, el recuento de carpetas de investigación que presenta el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública muestra que la tendencia se mantuvo también en el segundo semestre.
De acuerdo con la información sobre incidencia delictiva, que incluye la presunta ocurrencia de delitos registrados en averiguaciones previas iniciadas o carpetas de investigación, reportadas por las Procuradurías de Justicia y Fiscalías Generales de las entidades federativas, el 2020 cerró con un total de 43 mil 233 homicidios, una reducción del 3.5% respecto al año anterior, cuando se cometieron 44 mil 798 homicidios.
PRINCIPALES CAUSAS DE MUERTE DE ENERO A JULIO DE 2020
Una vez más, como la principal causa de defunción no natural en México aparece la agresión con disparo de armas de fuego, con un total de 12 mil 398 homicidios cometidos bajo esta modalidad en el primer semestre del año pasado.
Esto quiere decir que 7 de cada 10 homicidios se cometieron con un arma de fuego, la mayoría de las víctimas fueron hombres.
En la lista aparece, por ejemplo, Felipe Antonio Díaz Zamora, un chef español que fue asesinado con tres disparos dentro de una camioneta en Tijuana en enero; el asesinato de Benjamín, de 44 años, en Polanco, CDMX, tras resistirse a un asalto; también la muerte de un hombre que recibió 11 disparos en un Oxxo de Hidalgo.
Asimismo la pequeña de dos años que murió de un balazo en Coahuila, luego de que policías estatales “confundieran” el auto de sus padres con presuntos delincuentes.
Los homicidios con arma blanca ocupan el segundo sitio (1,642), seguidos de agresiones por medios no especificados (1,539) y estrangulamiento, ahorcamiento y sofocación (1,121).
HOMICIDIOS DE MUJERES, EN PUNTO MÁXIMO
En ese mismo periodo, fueron asesinadas 1,844 mujeres, es decir, un promedio de 10.7 mujeres cada día. Esto supone un incremento de 10 casos en el semestre, en relación a los 1,834 homicidios de 2019.
Los datos del INEGI no permiten determinar cuántos de estos homicidios fueron catalogados como feminicidios por las autoridades, pero sí ubicar que también disparos de arma de fuego son la principal causa de muerte para ellas, seguido de ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación, mientras que la tercera causa son lesiones con objetos cortantes.
Entre este mar de números aparece el nombre de Mayra Yohani, de 19 años, cuyo cuerpo fue abandonado dentro de una caja de cartón en una vivienda en Cuajimalpa, CDMX; también Fátima, la pequeña de 7 años que luego de ser asesinada, su cuerpo fue abandonado dentro de una bolsa de plástico en la alcaldía Tláhuac; Joseline de 17 años, cuyos restos fueron encontrados en un canal de aguas negras en el Estado de México.
EL MALTRATO, LA NEGLIGENCIA Y EL ABANDONO SIGUEN MATANDO
Entre los datos que reveló el INEGI, aparecen 14 casos de homicidios relacionados con el maltrato, la negligencia y abandono –prácticas usualmente cometidas contra menores de edad– la mayoría de estas víctimas eran niñas (8).
Diversos especialistas como los integrantes de la Red por los Derechos de la Infancia, han hecho un llamado a atender la violencia dentro de los hogares que se ha incrementado con la pandemia y que, en muchos casos, tiene consecuencias fatales en la vida de niñas y niños.
A estos casos identificados en actas de defunción, se suman aquellos otros homicidios que se han suscitado a lo largo de la pandemia contra menores de edad. Al cierre de 2020, esta revista digital logró identificar al menos 54 homicidios de niñas y niños que fueron cometidos por sus familias.
La información completa se conocerá el próximo 27 de julio, con lo que será posible conocer con exactitud quiénes fueron las principales víctimas de homicidio de 2020, así como las causas de muerte.
fuente.-@AleCrail/
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