El presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho del engaño su deporte favorito para burlarse de los mexicanos.
Engaña una y otra vez con sus “otros datos”, vuelve a engañar con historias a todas luces falsas y engaña afirmando tener acuerdos o soluciones donde no las hay.
Pero lo que sí ya raya en lo absurdo, en la frontera del “engaña bobos”, es su versión de por qué va con tanta frecuencia y sin comitiva ni prensa, a Badiraguato, en Sinaloa, la tierra de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Este fin de semana, después de su visita a Baja California y su muy exitosa gira por Sonora, se fue a Sinaloa donde se le vio una vez más en los dominios del Cártel de Sinaloa.
Es la cuarta vez que visita la capital del llamado cártel favorito del sexenio. Lo hizo en febrero de 2019, luego en marzo de 2020, más tarde en julio de 2021 y ahora en octubre de 2022.
Sí, el mismo Badiraguato de donde es originario Ovidio Guzmán López, el hijo de “El Chapo” Guzmán, quien fue capturado y liberado de inmediato aquel “jueves negro” del 17 de octubre del 2019.
Fue dejado en libertad por orden del presidente López Obrador. Él mismo lo ha confesado reiteradamente. Pero dice que lo hizo para prevenir una catástrofe en Culiacán al evitar la confrontación del Ejército con el Cártel de Sinaloa.
Pero esa no fue la versión inicial. Las declaraciones primeras fueron que al hijo de “El Chapo” Guzmán se le liberó por una orden directa del Secretario de la Defensa. El engaño quedó al descubierto cuando, días más tarde, el presidente López Obrador no tuvo más remedio que confesar que fue él mismo quien ordenó dejar en libertad a Ovidio Guzmán López.
Badiraguato es la misma tierra hasta donde fue el inquilino de Palacio Nacional el 29 de marzo de 2020, en plena pandemia, a saludar a Consuelo Loera, madre de “El Chapo” Guzmán. Lo hizo en medio de las obras de un camino en construcción, en el poblado de La Tuna, sede de la familia Guzmán Loera.
Allá dio una extraña instrucción. No quería prensa en el recorrido. Subió solo a la sierra… Y si el muy cuestionable saludo a la madre de El Chapo se conoció, fue por la traición de uno de los que emboscaron e interceptaron al presidente López Obrador y que se encargó de difundir por redes sociales el video que generó la indignación nacional. El engaño fue evidente.
Tras el escándalo, el inquilino de Palacio Nacional dio su explicación “engaña bobos”.
“Me bajé y fui donde estaba ella a saludarla y ya. ¿Y? ¿Qué se me quita? ¿Qué pierdo? ¡Nada, nada, nada! Además, también, una cosa son los hijos, las mamás, los papás, los abuelos y otra cosa es el que se mete en cuestiones ilegales o delictivas ¿Por qué generalizar?”.
En agosto de 2021 se filtró que, de nuevo, se había hecho una nueva visita, sin prensa y sin comitiva a Badiraguato. Ningún detalle.
Y la cuarta visita, la que se dio este fin de semana, volvió a ser sin comitiva, ni medios de comunicación, ni personal de Cepropié, la agencia de gobierno que toma los videos testimoniales de la giras y reuniones presidenciales.
La pregunta obligada es ¿por qué cada vez que visita la cuna de “El Chapo” Guzmán, el inquilino de Palacio Nacional pide que se le deje solo, sin acompañantes oficiales o de medios de comunicación?
Su nueva explicación “engaña bobos” es que, en esta ocasión, había ido a apoyar a los agricultores de la zona, que es el granero de México. Si eso fuera cierto ¿por qué no lo acompañaba el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos o cualquier otro funcionario responsable de lo red de campo?
Lo que sí es irrebatible es que el presidente López Obrador tiene una confesa predilección por Badiraguato.
Él mismo reconoce que ese poblado de 26 mil 542 habitantes y que apenas tiene 7 mil 250 hogares, tiene 14 mil beneficiarios de sus programas sociales. Es decir, cada familia recibe en promedio dos apoyos, dos cheques asistenciales. ¿Alguna población de México que pueda presumir de semejante apoyo?
Y a quien le quede duda de su proclividad por ese terruño sinaloense, en el camino entre Badiraguato y las poblaciones de Guadalupe y Calvo, ya se invirtieron mil 476 millones de pesos en caminos y carreteras. Unos 200 mil pesos por vivienda.
El presidente López Obrador también presumió la existencia, en Badiraguato, la cuna del Cártel de Sinaloa, de una de sus Universidades del Bienestar, que ya tiene 141 becarios, además de construir en esa zona dos sucursales del Banco del Bienestar.
Molesto porque se le cuestiona su predilección por la tierra de “El Chapo” Guzmán, el inquilino de Palacio Nacional defendió ayer lunes sus visitas a ese lugar en Sinaloa.
Y una vez más, las preguntas obligadas. Si iba a supervisar tareas del campo, del granero de México, ¿por qué no lo acompañó el Secretario de Agricultura?
¿Por qué si reporta una y otra vez que nada hay que ocultar, el presidente demanda que nadie de los medios de comunicación lo acompañe en esas giras?
Lo dicho, las respuestas son de “engaña bobos”.
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