Hablemos un poco, tan solo un poco, del escandalazo del huachicol fiscal que acaba de tronar y que va a seguir tronando sin que nadie lo pueda remediar. Se habla de un desfalquillo de 170 mil millones de pesos. Todas las rutas, todas las rutas conocidas, nos llevan al narco, a las aduanas, al financiamiento electoral, al lavado de dinero, a la Marina Armada de México encargada de las aduanas portuarias, al ejército que se encarga de las aduanas terrestres, a los muertitos que se van acumulando, ya sea por encargo, ya sea por suicidio o prácticas de tiro.
No, mis chamacos, tendremos que ver hasta dónde llega la red de corrupción más choncha de los últimos 15, 20 años, cabrón. Acuérdense que aquel chanchullo de la pinche estafa maestra fue más o menos de 7 mil millones de varos. La marranada de Segalmex ya con Andrés Manuel rozaba los 15 mil millones de pesos de bonita tranza.
Este huachicol fiscal roza los 170 mil millones al año de atraco, cabrón. ¿De qué se trata esta chingadera? Hay mucha gente que se lo pregunta y a veces no hay respuesta. Esto no se trata del huachicol fiscal, pasar por nuestras fronteras, ya sea mar o tierra, miles y miles de litros de combustible declarando que son aceites para pagar menos impuestos y vender la gasolina y el diésel a quienes quieran pagar menos para surtir sus changarros o quien quiera mercarlo en sus gasolineras.
El huachicol antiguo no pasaba de picar ductos, alterar el combustible para sacar marraja, pero el más moderno y lucrativo es el huachicol fiscal. Opera con buques, con ferrotanques, con redes internacionales y que está sufriendo sus cólicos de alarido. ¿Ahora qué se supo? Que entre las cabecillas malandrinas figuran dos sobrinos políticos del exsecretario de Marina, el almirante Rafael Ojeda, entre otros varios nombres que ya se barajan.
Tan adentro, tan adentro les llegó el misil encuerado que ni los mejores maromeros del régimen pueden deglutir ese sapo tamaño ballena azul. Hertz y Hartfuss todavía no asimilan el tamaño del cráter que dejó ese meteorito, mientras la presidenta torea la realidad tratando de ganar tiempo argumentando que ese tipo de investigaciones no se resuelve de la noche a la mañana. Y me van a perdonar, mis niños, pero por mucho que quieran complicar las averiguaciones y el deslinde de responsabilidades, la verdad es que el secreto de toda esta mamada no es tan secreto.
Yo les pregunto de manera, vamos a decir, de manera sobria, de manera respetuosa, les pregunto ¿quién agitaba su pañuelito blanco todas las putas mañanas del sexenio anterior anunciando que la corrupción ya se había terminado? Pregunto ¿quién anunció en 2019 ya tenemos el control, se acabó el huachicol? ¿Quién anunció antes de entregar la presidencia en el 24 que se iba contento porque el ahorro por el combate al huachicol superaba los 330 mil millones de pesos? ¿Quién dijo? ¿Quién dijo? Nada de que el presidente no sabe, que no se enteró, de que el presidente no tiene buenos colaboradores, de que lo engañan. Mentira, el presidente de México se entera de todo, así lo dijo. ¿Quién aseguró? No hay un negocio jugoso que se haga sin el visto bueno del presidente.
Para que quede claro, así lo dijo, si hacen una tranza grande, grande, grande, es porque el presidente lo permitió. Bueno, tomando en cuenta los dichos históricos de mi macuspano primuermano, consideremos que una tranza grande, grande, grande, grande, sí puede sumar los 170 mil millones de pesos, ¿verdad? Dice Andrés que nada de que el presidente no sabe. Asegura sin insistir que el presidente se entera de todo, lo cual nos confirma, por sus propios dichos, que también la presidenta Cona se entera de todo.
Y si aplicamos la regla de tres, acuérdense ustedes, la oferta de la candidata Sheinbaum fue la continuidad. El segundo piso claudista de la 4T tendría que ser la secuencia inmediata y exacta del primer piso obradorista. Por eso digo que no hay secreto y la aseveración del propio Andrés Manuel lo confirma.
Todo lo que surgió y surja con el capítulo del huachicol fiscal lo supo Andrés y lo permitió. Ahora la presidenta Claudia lo sabe y la pregunta es evidente, ¿Claudia lo vas a seguir tolerando? Ya sé lo que le vas a decir. La manera en que lo preguntas no me parece correcta, ya no te voy a contestar.
No importa, no importa Claudia, no importa. Nosotros vamos a estar muy pendientes de tu respuesta. Todo México estará muy pendiente de tu respuesta.
¿Lo vas a seguir tolerando mi Clau? ¡Órale!
Con informacion: @Redes/

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