La pugna interna entre el Cártel de Sinaloa por el control territorial para el tráfico de drogas y armas, que ha causado enfrentamientos y muerte en Culiacán, está obligando a los habitantes del norte del municipio a dejar sus hogares.
CON MILITARES EN LAS CALLES Da lo mismo:
Pistoleros de Ismael "El Mayo" Zambada y de los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán disputan el control de zonas donde tienen influencia para traficar metanfetamina, fentanilo, y armamento, lo cual ha dejado una serie de muertos en enfrentamientos.
La última batalla, que dejó al menos 16 muertos -ocho de ellos campesinos-, ocurrió el miércoles en Bagrecitos, un pueblo en medio del camino que va hacia la Presa El Varejonal, en la zona serrana de Culiacán, donde comienza el llamado Triángulo Dorado del narcotráfico mexicano.
Por ahí pasaba Manuel ese día, quien iba hacia El Vino, un pueblo donde viven tres familias, pero ya no pudo continuar su camino. Antes de pasar Bagrecitos tuvo que darse la vuelta en su moto y esperar a que parara la masacre en la que murieron las 16 personas.
"Ya no pude pasar. Nomás supe lo que estaba pasando y me regresé", dijo Manuel, quien ayer iba montado en una motocicleta, en la que partió con rumbo hacia Culiacán para ir a buscar un vehículo más grande para sacar a su familia de la zona.
"Voy por una camioneta para llevarme a mi familia, no se puede estar ahí, aunque haya gente que se quiere quedar".
Después de Manuel pasaron un hombre y su hijo en una cuatrimoto, cargando con una maleta, quienes aseguraron que ya no volverían a otro de los pueblos de la zona, El Barco, donde habitaban tres familias.
El asesinato del miércoles cimbró en una decena de pueblos que pertenecen a la sindicatura de Tepuche, al norte de Culiacán.
Es ahí donde se tiene una pugna entre dos grupos criminales relacionados con el Cártel de Sinaloa, según reportes de la Mesa de Seguridad Estatal.
Los dos bandos quieren el poder y la influencia para poder traficar drogas, principalmente metanfetamina y fentanilo, así como armas desde y hacia Estados Unidos.
Por un lado, un hombre llamado Miguel Ángel Gaxiola o Jesús Alejandro Sánchez, conocido como "El Ruso", quien ha sido jefe de pistoleros de "El Mayo", ha apostado a defender la zona.
Por el otro está Néstor Isidro García, "El Nini", jefe de pistoleros de Iván Archivaldo Guzmán Salazar y sus hermanos Jesús Alfredo y Ovidio, hijos de "El Chapo".
Ese día del enfrentamiento, a la hora en que esos bandos causaban terror en Bagrecitos, las autoridades locales aseguraban que eran reportes falsos.
"Se trata de llamadas con reportes falsos", aseguró Cristóbal Castañeda Camarillo, Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, quien un día después, cuando medios y periodistas en Sinaloa informaban de la muerte de al menos 8 personas, tuvo que confirmar que habían sido 16 personas asesinadas.
Castañeda Camarillo aseguró también que las pugnas sólo eran problemas internos, sin afectar en otros pobladores, pero eso tampoco sucedió, por lo que el éxodo de personas se ha incrementado.
"La verdad creo que ya casi toda la gente se fue, quedamos nomás nosotros, los tercos. Yo toda la vida aquí, tengo 62 años. No toda mi familia vive aquí, una pa' bajo y otros arriba", dijo Modesta, mujer de 62 años, habitante de Bagrecitos.
"Lo que pasa es que los que vivimos aquí tenemos animales encerrados, algunos con hijos, la verdad no sé de ellos qué pensarán".
Las autoridades locales no han dado a conocer el número de personas que han dejado sus hogares, pero en los pueblos La Pitahayita, Tepuche, La Reforma, Caminaguato, San Rafael, La Ceiba, El Vino, El Barco y Bagrecitos hay casas vacías, otras incendiadas y unas más con sus fachadas dañadas por balazos.
"Por eso digo que la vida es una y yo digo que si hay alguien que dice 'dejen el rancho', lo dejamos, porque se tiene que salvar la vida el Gobierno o yo qué sé, alguien que pueda decir sálganse", dijo Modesta.
La última batalla, que dejó al menos 16 muertos -ocho de ellos campesinos-, ocurrió el miércoles en Bagrecitos, un pueblo en medio del camino que va hacia la Presa El Varejonal, en la zona serrana de Culiacán, donde comienza el llamado Triángulo Dorado del narcotráfico mexicano.
Por ahí pasaba Manuel ese día, quien iba hacia El Vino, un pueblo donde viven tres familias, pero ya no pudo continuar su camino. Antes de pasar Bagrecitos tuvo que darse la vuelta en su moto y esperar a que parara la masacre en la que murieron las 16 personas.
"Ya no pude pasar. Nomás supe lo que estaba pasando y me regresé", dijo Manuel, quien ayer iba montado en una motocicleta, en la que partió con rumbo hacia Culiacán para ir a buscar un vehículo más grande para sacar a su familia de la zona.
"Voy por una camioneta para llevarme a mi familia, no se puede estar ahí, aunque haya gente que se quiere quedar".
Después de Manuel pasaron un hombre y su hijo en una cuatrimoto, cargando con una maleta, quienes aseguraron que ya no volverían a otro de los pueblos de la zona, El Barco, donde habitaban tres familias.
El asesinato del miércoles cimbró en una decena de pueblos que pertenecen a la sindicatura de Tepuche, al norte de Culiacán.
Es ahí donde se tiene una pugna entre dos grupos criminales relacionados con el Cártel de Sinaloa, según reportes de la Mesa de Seguridad Estatal.
Los dos bandos quieren el poder y la influencia para poder traficar drogas, principalmente metanfetamina y fentanilo, así como armas desde y hacia Estados Unidos.
Por un lado, un hombre llamado Miguel Ángel Gaxiola o Jesús Alejandro Sánchez, conocido como "El Ruso", quien ha sido jefe de pistoleros de "El Mayo", ha apostado a defender la zona.
Por el otro está Néstor Isidro García, "El Nini", jefe de pistoleros de Iván Archivaldo Guzmán Salazar y sus hermanos Jesús Alfredo y Ovidio, hijos de "El Chapo".
Ese día del enfrentamiento, a la hora en que esos bandos causaban terror en Bagrecitos, las autoridades locales aseguraban que eran reportes falsos.
"Se trata de llamadas con reportes falsos", aseguró Cristóbal Castañeda Camarillo, Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, quien un día después, cuando medios y periodistas en Sinaloa informaban de la muerte de al menos 8 personas, tuvo que confirmar que habían sido 16 personas asesinadas.
Castañeda Camarillo aseguró también que las pugnas sólo eran problemas internos, sin afectar en otros pobladores, pero eso tampoco sucedió, por lo que el éxodo de personas se ha incrementado.
"La verdad creo que ya casi toda la gente se fue, quedamos nomás nosotros, los tercos. Yo toda la vida aquí, tengo 62 años. No toda mi familia vive aquí, una pa' bajo y otros arriba", dijo Modesta, mujer de 62 años, habitante de Bagrecitos.
"Lo que pasa es que los que vivimos aquí tenemos animales encerrados, algunos con hijos, la verdad no sé de ellos qué pensarán".
Las autoridades locales no han dado a conocer el número de personas que han dejado sus hogares, pero en los pueblos La Pitahayita, Tepuche, La Reforma, Caminaguato, San Rafael, La Ceiba, El Vino, El Barco y Bagrecitos hay casas vacías, otras incendiadas y unas más con sus fachadas dañadas por balazos.
"Por eso digo que la vida es una y yo digo que si hay alguien que dice 'dejen el rancho', lo dejamos, porque se tiene que salvar la vida el Gobierno o yo qué sé, alguien que pueda decir sálganse", dijo Modesta.
fuente.-
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