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lunes, 6 de julio de 2015

LA "TRAICION de los GENERALES"...ejercer el "poder" corrompe,someterse a el "degrada".


Un juicio contra militares por homicidio y violación a los derechos humanos pasó al fuero civil e hizo necesaria la declaración del general que encabezó la Operación Conjunta Chihuahua desde 2008: sus subordinados lo implican en la fabricación de pruebas y la tortura de que fueron objeto para firmar confesiones falsas. En entrevista, uno de los inculpados, el mayor Alejandro Rodas, indica que la acusación es una venganza política y pugna por investigar a la cadena de mando que “traicionó a sus propias tropas”, incluidos el exsecretario Guillermo Galván y el expresidente Felipe Calderón.
La mañana del 23 de octubre de 2014, el general de brigada Felipe de Jesús Espitia Hernández llegó al Juzgado Décimo Segundo de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México. Declaró como testigo en el proceso por tortura y homicidio que se realiza en el Juzgado Décimo de Distrito, en la ciudad de Chihuahua, contra un grupo de militares de la tercera Compañía de Infantería No Encuadrada (CINE), con sede en Ojinaga.
De abril de 2008 a  julio de 2010 el general Espitia fue el coordinador de la Operación Conjunta Chihuahua, ordenada por el entonces presidente Felipe Calderón y que dejó una estela de desapariciones forzadas, asesinatos extrajudiciales y decenas de quejas de violaciones a los derechos humanos.
Declaró en el caso de la supuesta tortura y asesinato de los civiles Esaú Samaniego Rey, José Heriberto Rojas Lemus y Erick Campos Valenzuela, delitos de los que se acusó a 19 militares de un “pelotón de la muerte” (Proceso 1933).
Espitia compareció por videoconferencia. Quien la solicitó fue el mayor Alejandro Rodas Cobón, uno de los señalados y segundo comandante de la CINE cuando presuntamente se cometieron los crímenes.
Rodas le preguntó sobre el puesto que desempeñó en Chihuahua y el general dijo que fue comandante de la quinta zona militar, en la capital del estado, desde 2007 hasta mediados de 2010. A partir de 2008 también fue nombrado coordinador de la Operación Conjunta Chihuahua. En esta posición, explicó, recibía órdenes directas del Estado Mayor de la Defensa.
–¿Cuando fue coordinador realizó visitas a las operaciones militares que realizaba la tercera CINE en Ojinaga? –prosiguió Rodas.
–Realicé una o dos visitas a las instalaciones de Ojinaga, mas no a las actividades que realizaban.
–En su carácter de comandante de
la quinta zona militar y coordinador de la Operación Conjunta, ¿no era su obligación supervisar las operaciones que desarrollaban la tercera CINE?

– No, no era mi obligación.
Explicó que el comandante de la tercera CINE era el que estaba obligado a informar del resultado de operaciones como aseguramiento de personas, armas y droga, lo cual no significaba que él estuviera enterado.
–En su carácter de comandante de la zona, ¿no era su obligación enterarse personalmente de los partes rendidos por todas y cada una de las unidades que dependen de la quinta zona militar que estaba bajo su mando? –cuestionó Rodas.
–No, no era mi obligación.
El general explicó que en los cuarteles de zona militar existe personal encargado de recibir los informes y enviarlos al Estado Mayor de la Defensa. Dijo no recordar quién era el responsable de hacerlo en Chihuahua, ya que tuvo cinco jefes de Estado Mayor en la quinta zona.
También  eludió la parte nodal de la comparecencia:
–¿En qué ordenamiento legal se basó la actuación de las tropas en la Operación Conjunta Chihuahua? –planteó el mayor.
–Desconozco el ordenamiento.
–¿No era su obligación, como coordinador de la Operación Conjunta Chihuahua, conocer el ordenamiento legal?
–No, no era mi obligación.
–¿Realizó alguna junta de trabajo con los comandantes de las unidades a su mando para darles a conocer órdenes, directivas que el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, emitía por su conducto a todos los comandantes de dichas unidades?
–Sí, tuve reuniones con los comandantes para dar directivas del Estado Mayor de la Defensa a fin de actuar contra el narcotráfico y con estricto respeto a los derechos humanos.
–Ya que refiere que recibió directivas del Estado Mayor en el sentido de respetar los derechos humanos, ¿supervisó que esas directivas fueran cumplidas a cabalidad?
–Esas directivas eran responsabilidad de todos los comandantes de todos los escalones, hasta el nivel más bajo, que es un sargento. Mi obligación es supervisar, mas debido a la extensión del estado de Chihuahua y a la cantidad de unidades y efectivos, aproximadamente 10 mil elementos, no me era posible estar en cada uno de los diferentes lugares.
La línea de mando
Con la comparecencia del general Espitia, el mayor Rodas comenzó a fundamentar la responsabilidad de la cadena de mando en lo ocurrido entre abril de 2008 y julio de 2009 en Ojinaga.
En la denuncia que presentó el 30 de junio pasado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), junto a otros dos militares procesados en el caso, Rodas indica que los mandos que ejecutan las órdenes de los comandantes no pueden tomar decisiones con base en su propia evaluación de situaciones, “teniendo que ejecutar única y exclusivamente la orden que recibe del superior de manera literal, aun cuando sea visiblemente ilegal e imposible de realizar y se cause graves daños a la seguridad de las tropas y a la población civil”.
Además de Rodas, el teniente Gonzalo Huesca Isasi y el cabo Gabriel Roque Bernardino denunciaron ante la CIDH la “detención ilegal y arbitraria, violación al debido proceso, simulación de existencia de pruebas” y otras arbitrariedades desde agosto de 2009, cuando fueron privados de su libertad durante casi un mes en el cuartel de Ojinaga.
Argumentan que los mandos superiores y territoriales del Ejército “tienen responsabilidad desde el momento de emitir las órdenes… al no dirigir correctamente las operaciones militares y permitir el atropello de la población civil, son responsables directos de los resultados de la actuación del personal militar; por lo tanto deben ser investigados también”.
La cadena de mando en la Operación Conjunta Chihuahua estuvo conformada –dicen los procesados en su texto– por el presidente de la República, entonces Felipe Calderón Hinojosa, “quien declaró la guerra contra el narcotráfico”; el entonces titular de la Sedena, Guillermo Galván Galván; el general de división Marco Antonio González Barreda, comandante de la undécima región militar, con sede en Torreón, Coahuila; el general de brigada Felipe de Jesús Espitia Hernández, comandante de la quinta zona militar, en Chihuahua, de quien provenían las órdenes para la que fuera su compañía de infantería.
Añaden al general de brigada Manuel de Jesús Moreno Aviña, actualmente detenido, quien era el comandante de la guarnición de Ojinaga y supervisaba el cumplimiento de las órdenes; lo mismo que al teniente coronel José Julián Juárez Ramírez, también preso y en aquel tiempo comandante de la tercera CINE.
“Medidas enérgicas”
El mayor Alejandro Rodas se especializa en análisis de inteligencia. Afirma que el caso Ojinaga fue fabricado por la Sedena durante la gestión del general Galván, para demostrar a la clase política, a la población civil y a los medios de comunicación que se actuaba con “apego a la legalidad en la fallida guerra que había implementado el entonces presidente de la República contra las organizaciones criminales”.
Entrevistado en el penal militar de Mazatlán, Rodas explica que entre 2006 y 2007 la tercera CINE batió récord en decomisos y detenciones. Durante una junta de jefes en Chihuahua, el comandante de la región militar destacó que con sólo 220 efectivos esa CINE hizo más que el resto de los batallones y regimientos en todo el estado, que tenían más recursos y personal.
A partir de abril de 2008 inició la Operación Conjunta Chihuahua. El secretario de la Defensa envió a Juárez Ramírez como comandante de la compañía de infantería y le dio el mando de la guarnición de Ojinaga al general Moreno Aviña.
Comenzaron las revisiones de vehículos sobre vías de comunicación, acordonamiento de calles, cateos de domicilios y detención de personas sin los requisitos de ley. Entonces surgió la inconformidad de la población de Ojinaga, que comenzó a interponer quejas ante la CNDH.
El modelo de “denuncia ciudadana” telefónica, al que el mando militar exhortó a la ciudadanía, fue utilizado por los delincuentes para incriminarse unos a otros. Muchos civiles la usaron para perjudicar a sus vecinos. Al final de 2008 los militares acumulaban más de 50 quejas ante la CNDH por abuso de autoridad y robos; ninguna por homicidio.
Un domingo de 2009, el alcalde panista de Ojinaga, César Carrasco Baeza –primo del entonces gobernador José Reyes Baeza–, estaba en las tribunas del campo de beisbol municipal mirando un partido de la liga estatal. En una cancha adyacente, el equipo de la base militar jugaba futbol.
De pronto se oyeron sirenas de patrullas. Desde las gradas del estadio se vio la llegada de un vehículo compacto con vidrios polarizados, que zigzagueaba a toda velocidad, perseguido por la policía municipal. El auto se detuvo cerca del campo de futbol, vigilado por soldados. El alcalde fue a ver lo que sucedía; observó cuando los militares encaraban a los policías y los desarmaban.
Los agentes argumentaron que el chofer del automóvil conducía a exceso de velocidad, no se detuvo cuando le marcaron el alto y, por los vidrios polarizados, pensaron que era gente armada. El conductor era el teniente coronel Juárez Ramírez, quien –según posteriores versiones periodísticas– iba ebrio.
Los militares desconfiaban de los policías municipales porque tenían información de que trabajaban para la Línea, grupo de pistoleros del cartel de Juárez, y pensaban que querían “levantar” a su comandante.
Al apoyar a los agentes municipales, el alcalde se hizo de palabras con el jefe militar. Un soldado cortó cartucho y le dijo a Carrasco Baeza que se retirara. El alcalde respondió que el militar no tenía derecho a correrlo, pues era la máxima autoridad del municipio. El soldado reviró que eso no le importaba, y le repitió que se fuera.
Cuando se retiró con los policías, el panista advirtió a Juárez Ramírez que el atropello no quedaría impune. Se quejaría con su primo el gobernador y lo reportarían con el general Galván para que él y sus soldados terminaran en la cárcel.
Tres días después Juárez Ramírez recibió una llamada del general de división Marco Antonio González Barreda, entonces comandante de la undécima región militar, quien le ordenó disculparse con Carrasco Baeza. Respondió que no lo haría porque Carrasco Baeza tenía vínculos con la delincuencia organizada.
Informes militares señalaban que desde 2007, durante su campaña electoral, el primo del gobernador recibió financiamiento del narco. Un cabecilla local, Sergio Aranda Rodríguez, La Chiva, lo acompañó a varios actos proselitistas. En marzo de 2009, Aranda fue detenido por militares portando 200 paquetes con casi 100 kilos de mariguana. En septiembre de 2008, Héctor Carrasco, yerno del edil, fue asesinado en el centro de la ciudad.
A mediados de julio de 2009, el gobernador Reyes Baeza y el alcalde de Ojinaga visitaron en la Ciudad de México al general Galván. Acusaron de abuso al teniente coronel Juárez Ramírez, y a los soldados de la tercera CINE de violar los derechos humanos con el consentimiento del comandante de la guarnición, el general Moreno Aviña.
El 18 de agosto de 2009, 14 agentes del Ministerio Público castrense asumieron el control de la tercera CINE, con apoyo militar retuvieron a sus 200 integrantes y los encerraron en los dormitorios. Posteriormente fueron llamándolos para interrogarlos. Algunos fueron apartados en un salón, donde los amarraban, golpeaban y torturaban para que inculparan a otros y firmaran confesiones ya fabricadas.
Así surgió el “pelotón de la muerte”, término que ideó Carlos Alberto Rivera Medeles, mayor de la Policía Judicial Militar, señalado en la denuncia ante la CIDH de “armar” las historias de Esaú Samaniego Rey, José Heriberto Rojas Lemus y Erick Campos Valenzuela, quienes estaban reportados como desaparecidos en diarios locales.
Rodas asegura que durante las fechas que se denunciaron las desapariciones él vacacionaba en Tapachula, Chiapas.
Por otro lado, al general Moreno Aviña, el teniente coronel Juárez Ramírez y el sargento Andrés Becerra Vargas se les imputa el manejo de un “grupo externo” de pistoleros de La Línea, vinculados al asesinato de un policía ministerial, un agente municipal, un comerciante y una secretaria.
El 13 de septiembre de 2009 “quedó consumada por motivos políticos la gran traición del general Guillermo Galván a sus propias tropas”, asientan en su escrito los tres denunciantes. Ese día, 31 militares fueron trasladados de Ojinaga a la prisión militar de Mazatlán.
Los acusaron de robo, delitos contra la salud, torturas, asesinato de tres civiles y violación a las leyes de inhumación en la modalidad destrucción de cadáver. Los cargos de robo y delitos contra la salud se desvanecieron. Se supo que 12 saldrían libres y el resto quedó sometido a la justicia militar.
Una controversia constitucional, impulsada por algunos de los procesados, llevó en septiembre de 2013 a que por primera vez la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenara que los militares fueran juzgados en tribunales federales, por estar involucradas víctimas civiles.
El 14 de febrero de 2011, visitadores de la CNDH entraron a la prisión militar de Mazatlán para aplicar el llamado Protocolo de Estambul, y en julio de 2012 emitieron un informe donde determinaron que dos presos mostraban secuelas por los malos tratos.
En otro documento la CNDH consideró que había evidencias suficientes para que la Sedena indagara probables conductas ilegales en la investigación y detención de los 19 militares. La secretaría determinó que no había responsabilidad de los agentes.
El mayor Rodas relata que el general Galván viajaba a Chihuahua para dar órdenes directas al comandante de la undécima región militar, al de la quinta zona, a las guarniciones y batallones para actuar contra el narco mediante “medidas enérgicas”, como llamó a los cateos amparados en jurisprudencias sin órdenes judiciales, revisiones a vehículos en puestos de control urbanos y detención de civiles.
Siguiendo esa línea de mando, la juez décima de Distrito citó a declarar para el lunes 6 al general Galván, quien aparece en el directorio de la Sedena como “asesor” del actual secretario. Si sigue esa ruta, en algún momento podría sentar en el banquillo a Felipe Calderón.
fuente.-

"PEMEX" supeditada al "CONTROL CRIMINAL"...delincuencia la tiene en "jaque".


Parece que se puede leer el énfasis con el que el presiente Enrique Peña Nieto defiende en sus discursos las bondades de sus reformas, como cuando en el Puerto de Dos Bocas en Tabasco, apenas el pasado 18 de Marzo, advirtió que con la reforma energética en acción “está surgiendo un nuevo Petróleos Mexicanos (Pemex), más fuerte, más moderno y más competitivo”.
En aquél momento, Peña Nieto al encabezar la ceremonia de LXXVII aniversario de la Expropiación Petrolera, abundó y dijo de Pemex que esta se transformó en una empresa productiva del Estado y que se renueva para ser la industria petrolera más competitiva del orden mundial. Incluso se advirtió que estaba blindada ya de la delincuencia organizada.
Pero la realidad golpea en contradicción el discurso de Peña Nieto respecto a Pemex.
Desde hace unos meses se ha reportado de manera recurrente cómo es que a través de tomas clandestinas en los ductos que recorren el territorio nacional de la propia petrolera nacional, se hurta el combustible en distintos puntos de la geografía mexicana.
Pero en estos últimos días, las cosas se están poniendo aún más difíciles para Petróleos Mexicanos ante el desabasto de combustibles en varias entidades de todo el país.
Parecía casi utópico antes de la entrada en vigor de la reforma energética, que Pemex abastecedora de los mayores recursos de la hacienda nacional, pudiera entrar en crisis de abasto.
Hoy empero, la petrolera ha venido a menos. En primera instancia el Estado no ha logrado proteger a Pemex del crimen organizado y parece que al interior de la empresa, la logística que no es de primer mundo, empieza a fallar para abastecer a gasolineros que incluso pagan como se exige por adelantado, el costo de los combustibles que venden al consumidor.
Es patético que Pemex tenga que reconocer que el crimen organizado la tiene en jaque y que es el origen del desabasto y nada más. Mientras tanto ya las líneas de producción de la economía en varios puntos de la República Mexicana se están viendo seriamente comprometidos, pero parece que a nadie más allá de los afectados de manera directa, les interesa que en centenas de gasolineras de Pemex en vez de dar el servicio, se advierta al cliente que “no hay” combustibles.
Acta Divina… Pemex informó ayer miércoles 2 de Julio, que en horas se regularizaría el abasto de gasolinas y diesel en la región occcidente del país.
Para advertir… Del desabasto de combustibles puntos de la región centro y norte de México, nadie informa.
Fuente.-

EL "CNTE" RAPA a MAESTROS que intentan "EVALUARSE"...como se ve que somos "un país con Leyes,no de "Leyes".



Al menos seis docentes fueron vejados por miembros de la Sección 7, de Chiapas, para impedirles presentar la prueba; el SNTE condena esos actos de intimidación y exige aplicar la ley

Profesores de Oaxaca, Michoacán y Guerrero, de la Coordinadora, admiten nivel educativo malo de sus alumnos, pero culpan a los padres de familia
Maestros de la Sección 7 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en Chiapas, raparon al menos a seis aspirantes que intentaron aplicar la evaluación docente este fin de semana para el ingreso y promoción a cargos de dirección, supervisión y asesoría técnica pedagógica en educación media superior.
En un video difundido ayer por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), una maestra Nayeli Minjagos narra llorando que, al llegar a la sede del examen el sábado pasado, fue abordada por opositores a la evaluación que le pidieron su ficha y le exigieron irse, pero luego de preguntarles por qué, le cortaron el cabello acusándola de “charra”.
“El sábado vine alrededor de las 08:15 de la mañana a presentar mi examen al CBTIS 138, que queda aquí por la Torre Chiapas. En la esquina había una patrulla (…) como un tipo mitin. Estaba yo llegando a las instalaciones, y entonces me empezaron a preguntar: ‘¿vienes a presentar examen?’ Yo les dije sí. Y luego me dijeron, ¡tu ficha tu ficha! Yo no se las quería dar. Y después uno me dijo: ‘en buena onda’”.
“Entonces accedí un poco y me quitó la ficha, a lo cual yo dije, bueno la van a romper o algo. Y luego me empezaron a… ‘¡vete, vete!, me dijeron. Yo no me quise ir…”, contó en el video a reporteros que la entrevistaron luego de la agresión.
La joven continuó y rompió en llanto al narrar: “luego agarraron una tijera y me cortaron el cabello, en la parte de atrás —dice mientras muestra a los reporteros que la entrevistan el lugar exacto donde le cortaron el pelo—. Y luego no contentos, también me cortaron la parte de adelante. Y dijeron: ‘¡Foto, foto!’”.
La maestra prosigue con su relato llorando: “Y ya no me fijé si me tomaron foto. (inaudible) (…) Y yo les dije que qué pasaba o qué. Y me dijeron, ‘es que eres charra’. Y yo les dije, yo no soy ‘charra’. ‘Entonces, ¿por qué vienes a presentar examen?’, pues porque no sabía. Y me siguieron diciendo, ‘¡vete, vete!’. Entonces, como la primera vez no me fui, me cortaron el cabello. Entonces, esta segunda vez ya decidí irme”.
“También antes de que me fuera, un señor que llevaba como una mascada, (comenta mientras pasa su mano derecha sobre la boca), me dijo algo así como ‘¡ven!, te doy un beso’ o algo así. Obviamente esto fue un acto intimidante y salí corriendo. Es una violación a mis derechos humanos. Porque si tanta es la protesta contra la reforma educativa, con que me quitaran la ficha, bastaba”, reprochó la docente.
El SNTE difundió además otras fotografías. En una se ve a un par de hombres sometidos por varias personas a su alrededor. Ambos están sentados en la banqueta, las manos en la espalada aparentemente amarradas, y a uno de ellos le corta el cabello un sujeto con el rostro cubierto por un paliacate.
En otra imagen se ve a otro aspirante, de camisa azul, sentado en la banqueta mientras un sujeto le pasa la tijera por el cuero cabelludo, al tiempo que otra persona graba con su celular la escena.
Además, hay otra imagen en donde aparece el rostro de un aspirante con la advertencia de que en ninguna región será recibido por presentar el examen y lo amenazan: “pelo compañeros por charro (sic.)”.
Al respecto, el SNTE, que dirige Juan Díaz de la Torre, condenó las agresiones cometidas por integrantes de la CNTE en Chiapas contra maestros que acudieron a la evaluación y tras reconocer el derecho de manifestación, se pronunció en contra “de que esas expresiones sean a través de actos de intimidación, que atentan contra la dignidad y los derechos de las personas”.
El Sindicato confirmó que “maestros que intentaron participar en la evaluación fueron detenidos de manera ilegal por grupos de la CNTE que se han mantenido contra la Reforma Educativa. A los profesores retenidos los amenazaron y a algunos los grabaron mientras les cortaron el cabello”.
Destacó que rechaza las acciones de quienes “en aras de imponer su voluntad, lesionan a mexicanos que están determinados a engrandecer la vocación magisterial y atender el llamado de profesionalización que demanda el país, para lograr el propósito de una educación de calidad”.
Este tipo de acciones de la sección 7 de Chiapas se suman a actos de hostigamiento en los que ha incurrido la CNTE en otros estados, como en Oaxaca, donde la Sección 22 de impide a golpes a reporteros y fotógrafos tomar imágenes de sus actos vandálicos.

Culpan a padres de la mala educación de alumnos

Los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca, Chiapas y Michoacán reconocieron ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que el nivel educativo de los alumnos “es malo”, pero calificaron como el principal culpable a los padres de familia por tener una “insuficiente atención” en la educación de sus hijos.
En la auditoría 13-A-20000-02-0600 que elaboró la ASF sobre los recursos económicos que destinó la federación en 2013 al Instituto Estatal de Educación Pública del Estado de Oaxaca (IEEPO), realizó 119 entrevistas a maestros y 111 a padres de familia para corroborar el destino de los recursos y la forma en que fueron ejercidos.
En las encuestas, 74.8 por ciento de los docentes indicó que la capacitación que reciben —y la cual es impartida por el IEEPO, que está bajo control de la CNTE— “no está orientadas al mejoramiento del aprendizaje de los alumnos”. Además, 72.3 por ciento de los profesores señaló como malo el nivel educativo de los estudiantes.
Al explicar las causas del bajo aprovechamiento escolar, consideraron que los principales factores que afectan la calidad educativa son: insuficiente atención de los padres de familia, condiciones de pobreza y deficiencias en las instalaciones, espacios o equipamiento escolar.
En total fue 76.5 por ciento de los maestros el que calificó como bajo el involucramiento de los padres de familia en el aprendizaje de sus hijos. En el caso de Michoacán, los maestros consideraron en más de 77 por ciento de los casos que el nivel académico es bueno; sin embargo, 63.9 por ciento de los docentes también calificó de bajo el involucramiento de los padres de familia en el aprendizaje de sus hijos.
En contraparte, 76.3 por ciento de los padres de familia de esta entidad que fueron entrevistados por la ASF indicó que participa en la escuela, y 97 por ciento dijo que en su hogar se estimula a su hijo.
Mientras que en Chiapas 67.4 por ciento de los maestros entrevistados indicó que no hay un involucramiento de los padres en la educación de sus hijos; sin embargo, al preguntar sobre sobre la calidad educativa de los cursos de capacitación de nuevas tecnologías, 63.1 por ciento se abstuvo de contestar.

Hicieron prueba siete de cada 10 aspirantes: SEP

La Secretaría de Educación Pública (SEP) informó que durante los pasados 4 y 5 de julio se realizaron en 29 entidades federativas los concursos de oposición para el ingreso a funciones docentes y técnicos docentes, así como para la promoción a cargos de dirección, supervisión y asesoría técnica pedagógica en la Educación Media Superior en que participaron 29 mil 831 maestros; es decir, el 73.3 por ciento.
En un comunicado, la SEP detalla que durante esta jornada, el total de participantes programados fue de 40 mil 672, de ellos para ingreso a funciones docentes y técnico docentes fueron 36 mil 263; para promoción 4 mil 409 participantes; a cargos de dirección 3 mil 703 (a director mil 228, subdirector 1,000 y jefes de departamento mil 475); a cargos de supervisor 475, y a asesoría técnica pedagógica 231.
Correspondió al proceso de ingreso a funciones docentes y técnico docentes el 72.4 por ciento, y a promoción a cargos de dirección, supervisión y asesoría técnica pedagógica el 81.3 por ciento.
De manera específica, el nivel de participación a cargos con funciones de dirección fue de 81.6 por ciento (corresponde a directores el 83.6 por ciento, subdirectores el 80.2 por ciento y jefes de departamento el 81.5 por ciento, y a supervisión 83.4 por ciento, y a asesoría técnica pedagógica el 68.4 por ciento.
La Reforma Educativa avanza; para los próximos 11 al 19 de julio está programada la evaluación para el ingreso a funciones docentes y técnico docentes en la Educación Básica, para la que se han registrado en las 32 entidades federativas 151 mil 581 participantes.
De acuerdo al INEA, La mayor concentración de mexicanos analfabetas (que son 6.9 por ciento del universo de 80 millones de mexicanos de 15 años y más) está en Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
En Chiapas los estudiantes de primaria se encuentran en el lugar 29 de 32 entidades.
El 18 de junio un grupo de profesores encapuchados, ingresaron de manera violenta a las oficinas del Instituto Estatal de Evaluación e Innovación Educativa en Chiapas, donde prendieron fuego..

fuente.-

INSOLITO: "Ni la MUERTE los SEPARO"...la "muerte" es uná vida vivida,la vida una muerte que viene.





Jeanette y Alexander Toczko se conocieron a los ocho años y desde esa edad empezaron a ‘salir’. Estaban a punto de cumplir 75 años de matrimonio.  

La pareja se casó el 29 de junio de 1940, tuvieron cinco hijos juntos y vivieron los últimos años en San Diego, California. “No les gustaba estar separados. Era como si sus corazones latieran al mismo tiempo”, dijo una de las hijas al canal ABC. 

La salud del veterano de la guerra, de 95 años, empeoró hace pocas semanas, después de que se rompió la cadera. No tardó mucho tiempo en que la señora Toczko, de 96, también se enfermara y quedaran  ambos incapacitados en una cama. 

Llegaron tiempos difíciles. Él ya no se podía parar de la cama y ella estaba deprimida. Estaban muy pendientes del 29 de junio, fecha en que celebrarían 75 años de matrimonio. 

Aunque no alcanzaron a cumplirlos (él murió la noche del 17 de junio y ella a la mañana siguiente), la pareja cumplió con el mandato del matrimonio: “en lo próspero, en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y en la salud, hasta que la muerte nos separe”. 

En efecto, sólo la muerte pudo separarlos y su último deseo se hizo realidad. Ya les habían advertido a sus hijos que su último deseo era morir en los brazos del otro. 

Aimee Toczko-Cushman, una de las hijas de la pareja, asegura que ella le confirmó la noticia a su mamá. “Le dije que papá ya se había ido. Ella lo abrazó y le dijo: ‘¿Ves? Esto era lo que querías: moriste en mis brazos. Te amo, espérame que estaré contigo muy pronto’”.

Entonces Aimee y los otros cuatro hijos: Donna Tang, Richard Toczko, Lynne Edwards y Andra Toczko se retiraron del cuarto y ella se quedó acostada junto a él. 

Menos de 24 horas después encontraron que ella también se había ido. Los cuerpos sin vida estaban abrazados. La foto del momento conmovió a miles de personas y el hecho se registró en la prensa internacional. 

La enfermera de la pareja dijo que era una de las cosas más increíbles que había visto: “Dieron sus últimos respiros abrazados”, comentó. 

El señor y la señora Toczko fueron luego enterrados en el cementerio nacional Miramar, en San Diego, California. 

LAS "MATANZAS y "OSORIO CHONG"....lo dicho,la primera víctima ha sido la "VERDAD".


El Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong no ha escatimado recursos para proteger al Ejército, la Policía Federal o la Marina Armada de México, señalados como autores de las más terribles violaciones de derechos humanos.
Osorio Chong está empeñado en mantener “el buen nombre” de las fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad. Pero esas instituciones no le ayudan, al contrario, hacen todo lo posible para demostrar que son capaces de cometer las peores atrocidades.
Y obedecer al comandante en jefe, el señor Enrique Peña Nieto. La estructura vertical y autoritaria de estas instituciones no funciona bajo el libre albedrío. Sus mandos, obedecen estrictamente las órdenes de sus jefes, en este caso del señor que ocupa la Silla del Águila.
Osorio Chong ha intentado por todos los medios deslindar al Ejército de su responsabilidad en la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa. No ha permitido que se investigue debidamente la participación de los militares en este crimen de Estado.
Y ahora intenta por todos los medios, proteger a los militares responsables de la matanza de Tlatlaya. Osorio Chong está obstruyendo la acción de la justicia, al igual que, el general Salvador Cienfuegos Zepedas, capaz de falsear la verdad a extremos absolutamente ridículos e inverosímiles.
Los intentos de proteger a los militares en el caso de Tlatlaya son verdaderamente escandalosos. La cadena de mando, dada a conocer por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, A.C. (Prodh) en su informe Tlatlaya a un año: La orden fue abatir, donde exhibe claramente que la orden del Ejército fue “abatir delincuentes”.
La cadena de mando impune aún, esta compuesta por el propio Cienfuegos, el general Jaime Godínez Ruiz, comandante de la I Región Militar, el general José Luis Sánchez León, comandante de la 22/A Zona Militar, el general Francisco Ortega Luna, jefe de la comandancia de la 22/A, Raúl Castro Aparicio, comandante del 102/0 Batallón de Infantería de San Miguel Ixtapan, el teniente coronel Sandro Díaz Rodríguez, firmante en la orden de Relevo por Ausencia temporal del Comandante del 102/0 Batallón de Infantería, el Teniente de Infantería Ezequiel Rodríguez Martínez del mando de personal de tropa.
Pero el general Cienfuegos sigue instalado en la negación. Dice que el caso ha sido tratado de manera “superficial”. Pues bien, el Prodh le ha demostrado que no es así y ha publicado un demoledor informe en donde desmonta una por una las posibilidades de eximir de responsabilidades a los militares que ejecutaron extrajudicialmente aquel 30 de junio de 2014, a un número indeterminado de los 22 jóvenes.
Tampoco la PGR o la CNDH han trato el caso de manera “superficial”. Por ejemplo, la PGR reconoce que de las 22 personas muertas en Tlatlaya, ocho fueron ejecutadas extrajudicialmente, mientras la Comisión de Derechos Humanos (CNDH) indica que entre 12 y 15 fueron víctimas de ejecución extrajudicial.
El impecable informe del Prodh es tan contundente, que hasta el relator especial de Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales, Christof Heyns, ha exigido al gobierno mexicano que considere las nuevas evidencias: “Las órdenes a oficiales encargados de hacer cumplir la ley nunca pueden consistir en salir y matar criminales. Deben consistir en arrestar y, solo si se prueba necesario, el uso de la fuerza debe ser el mínimo necesario”, dijo.
Los responsables de la matanza de Tlatlaya siguen impunes. Peor aún, en un acto de cinismo los cuatro policías ministeriales apenas el pasado miércoles fueron recluidos en el penal de Santiaguito, en Almoloya, por su responsabilidad en el delito de tortura en el caso Tlatlaya, recuperaron su libertad unas horas después.
De manera surrealista, el juez de control del distrito judicial argumentó que en el Estado de México, la tortura no es considerada delito grave, aunque se estipulan sanciones de tres a doce años de prisión. Pero el juez les fijó una garantía económica de casi 60 mil pesos que fue cubierta de inmediato por los cuatro y a continuación los dejó en libertad.
Estos cuatro policías y otros tres, que el juez consideró que no había pruebas suficientes para arrestarlos, torturaron a las tres mujeres que fueron testigos presenciales de la matanza de Tlatalaya. Pero claro, México es el paraíso de la tortura y es casi imposible llevar a un torturador a la cárcel. Este juez lo acaba de confirmar. Además no permitió difundir sus nombres por la “presunción de inocencia”.
Los que no gozaron de “presunción de inocencia” fueron los jóvenes abatidos a sangre fría, la mayoría de ellos, fusilados por los militares. La parcialidad de la justicia civil y militar para proteger a los militares y policías responsables de esta matanza, es escandalosa.
Y como el gobierno de Peña Nieto se queda sin argumentos, el señor Osorio Chong intenta distraer con discusiones lingüisticas para desviarse del verdadero tema y Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación sale a decir que “abatir” no significa matar y que el término abatir tiene 10 acepciones distintas en el diccionario y ninguna es privar de la vida.
Sin embargo, es el propio jefe y amigo de Campa, el señor Peña Nieto, quien ha utilizado la palabra “abatir” para referirse a matar: “Se ha detenido o en algunos casos abatido a 93 de los 122 delincuentes más peligrosos”, dijo Peña Nieto el pasado desde 21 de abril.
Está claro que no solo el Ejecutivo usa el término abatir, también el propio Ejército que lo emplea como sinónimo de matar, al igual que la Marina o las otras instituciones de seguridad.
Osorio Chong pretende meter a las víctimas de las matanzas del Estado debajo de la alfombra. Así lo está haciendo el gobierno en el caso de la matanza de Apatzingán del pasado 6 de enero. El Estado lleva seis meses ocultando información, tapando los crímenes de la Policía Federal y desatendiendo a las víctimas. La PGR ni siquiera ha hecho su trabajo. Más bien ha preferido ignorar los testimonios sobre las ejecuciones extrajudiciales cometidas durante la madrugada y mañana del 6 de enero enfrente del Palacio municipal y luego a las 7:40 de la mañana en la avenida Constitución. Decenas de testigos hablan de cómo los federales iban rematando gente.
Las matanzas se acumulan y allí está el caso de Tanhuato o Ecuandureo, Michoacán donde según la Policía Federal fueron “abatidos” 42 supuestos delincuentes, los testimonios hablan de ejecuciones extrajudiciales. Los familiares de las víctimas hablan de que les entregaron los ataudes sellados y quienes los abrieron se llevaron la sorpresa de su vida, pues los jóvenes presentaban huellas de tortura, con mutilación de genitales y hasta el tiro de gracia.

¿Para qué existe un departamento de derechos humanos en la Secretaría de Gobernación? ¿Para que existe un departamento así en la Sedena? Está claro que no es para difundir la prevención y el respeto a los mismos, más bien, todo parece indicar, que su función es tapar los crímenes de Estado que el señor Osorio Chong y el General Cienfuegos, se niegan a asumir y atender.
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