Tras revelarse la detención de integrantes de la Marina ,vulgares traficantes de huachicol fiscal, incluidos dos sobrinos políticos del ex Secretario de Marina, Rafael Ojeda, el Fiscal de la República Alejandro Gertz aseguró que desde hace dos años el ex funcionario había denunciado “problemas” en la institución.
“Él nos pidió que investigáramos a todas las personas que dentro de la Armada de México podrían estar vinculadas con esos delitos, no nos señaló si eran parientes. No hizo ninguna distinción ni se generó ningún tipo de protección a favor de nadie”….Fiscal de la FGR.
El Fiscal sostuvo que Ojeda acudió ante las autoridades para informarles de los “problemas que tenía en varias áreas de la institución”.
La FGR , aseguró Gertz, comenzó a integrar la carpeta de investigación con pruebas que aportó Ojeda y en la que colaboraron la Unidad de Inteligencia Finaciera (UIF), el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Procuraduría Fiscal para dar con las conductas que son ajenas a la Secretaría de Estado.
Si como no y su paleta de que la quiere
¿Así que el Fiscal Alejandro Gertz pretende vendernos la historia del que fue marino de mas alto rango con AMLO y de “que yo se los oedi que lo investigaran primero” ,como si fuera el libro blanco de la transparencia? Vaya manera de disfrazar la piñata. Según él, Rafael Ojeda, intachable ex Secretario de Marina, llegó cual héroe griego hace dos años a tocar la puerta de la FGR para denunciar “problemas” en la institución. Problemas, así nomás: como si hubiera gripa institucional y no un fiestón de huachicol fiscal armado desde los muelles de Altamira y Tampico.
Seamos claros ademas de serios: cuando a uno le detienen a los sobrinos políticos en medio de un negocio jugoso de diésel de contrabando, lo último que luce es aquella vieja jugada de “él mismo fue el que nos avisó”. A eso se le llama control de daños, y de los buenos. Porque mientras Gertz asegura que “no hubo distinciones ni protecciones”, el mensaje escurridizo evita la carnita: si los sobrinos ya estaban embarrados, ¿por qué esperaron dos años para que tronara la bomba?
La conferencia olía a manual oficialista: respaldos entre colegas, palabras huecas como “honorable institución”, y la siempre confiable frase de cajón: “unos cuantos no representan a la Marina”. Ah, qué bonita la liturgia del deslinde. Sí, unos cuantos, pero resultan ser mandos, ex aduaneros, empresarios y hasta un enjambre de marinos en activo que movían barcos enteros. Eso ya no es la oveja negra, es un rebaño del tamaño de un astillero.
Y mientras Harfuch y Morales agitaban la bandera del “golpe de timón” y la “cero tolerancia”, uno no puede evitar reír del cinismo: si necesitas presumir públicamente que no vas a ser tibio, es porque el fuego ya te derritió las botas. Decir que “en la Marina la ley es para todos” con dos sobrinos incómodos en el bote es un chiste involuntario que ni Cantinflas se atrevió a escribir.
Claro, el golpe mediático lo acompaña el show de cifras: centenas de millones asegurados, decenas de barcos detectados, tanques repletos de diésel decomisado y la mayoría sin detenidos. Muy bonito para la foto de la impunidad.
El pequeño detalle: el huachicol fiscal no florece de la nada, necesita tolerancia, complicidad de gobernadores,policias y aduanas bien aceitadas en manos de militares y marinos … y esas funcionan con jerarquías, con uniformes, con sellos oficiales. “Unos cuantos” es un eufemismo amable para todo un aparato engrasado desde hace años.
En resumen, lo de hoy fue un lavado en seco de imagen, con Gertz como vocero de la excusa: Ojeda no sabía nada específico, sólo “problemas”. La Marina, por supuesto, sigue inmaculada porque “200 años de honor”. Y los peces gordos, esos sí, siempre flotan aunque el barco se hunda.
Con informacion: ELNORTE/
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