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miércoles, 24 de septiembre de 2025

«NO lo CORRIERON,NI lo ENCERRARON,lo ASCENDIERON»: «MEDICO NAVAL IMPUNE es HOY EJEMPLO QUIRURGICO de COMO se INJERTA la CORRUPCION en las ESTRUCTURAS de PODER MILITAR»…ven el dinero correr y corren al honor.


David Trejo Cervantes, el médico naval que en el Laboratorio Central de Aduanas confundió —o hizo como que confundía— gasolina contrabandeado en buques con aceite, no fue sancionado: la Secretaría de Marina lo premió con el grado de Capitán de Navíoen julio de 2024, un peldaño previo al Almirantazgo. Sí, en México el dislate se vuelve currículo cuando tus fuerzas armadas y tu gobierno son corruptos.

Trejo no es cualquier improvisado: se trata de un cirujano plástico, estético y reconstructivo, con trayectoria en el Sector Naval y consultas privadas donde promete devolver rostros a quienes la vida destrozó. En 2019, como jefe de Servicio de Cirugía Plástica del Centro Médico Naval, advertía sobre los vacíos regulatorios en la cirugía estética. Entonces hablaba de identidad y de devolver luz a los desfigurados. Hoy, irónicamente, se mueve entre sombras que huelen a solvente, gasolina y negocios turbios.

Desde 2002 surgió de la Escuela Médico Naval como médico cirujano. Después escaló: director del Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud, jefe de División de Cirugía… Y de pronto, sin mayor justificación técnica, administrador del contrato de modernización del Laboratorio Central de Aduanas en 2024. Ahí supervisó la compra de reactivos químicos: alcohol etílico, diclorometano, hexano, pentano, nicotina… un cóctel químico en el que, paradójicamente, se “resbaló” la verificación técnica que permitió el ingreso de gasolina disfrazada, en uno de los fraudes más finos del llamado huachicol fiscal.

El propio documento de la Agencia Nacional de Aduanas advertía que sin insumos el laboratorio se enfrentaba a riesgos para garantizar ingresos fiscales. Tenían claro el peligro: no dar atención a esas necesidades pondría en riesgo los intereses de la ANAM y del Gobierno de México. Y sin embargo, eso mismo ocurrió bajo la supuesta “modernización”.

Resultado: en lugar de enfrentar responsabilidades administrativas o penales, Trejo Cervantes recibió medallas, galones y un impecable ascenso. La paradoja es grotesca: el cirujano que en el quirófano hablaba de devolver dignidad, en aduanas acabó anestesiando dictámenes, maquillando trámites y validando gasolina como si fuera aceite.

En un país donde el mérito suele ser la opacidad y la consecuencia la promoción, la carrera del Capitán de Navío David Trejo Cervantes es hoy ejemplo quirúrgico de cómo se injerta la mediocridad en las estructuras de poder con el aval del poder.

Con informacion: ELNORTE/

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