El estratega de cartón de la seguridad federal,Omar García Harfuch,se regodea contando rifles decomisados, muchos abandonados,kilos de droga que nos advierten que hay mucha porque el Cartel no para y detenidos de alto impacto que no impactan,mientras el Estado entero se hunde bajo la ola de violencia que nunca cesa y que ni las cifras logran encapsular: lo que para ellos son solo números, para miles de familias son tumbas, ausencia,miedo y una brutal jodencia económica.
Cifras de la guerra: solo números oficiales
El balance de la violencia en Sinaloa desde septiembre de 2024 hasta septiembre 27 de 2025 ,de acuerdo con Noroeste,habla por sí solo, pero detrás de cada dato hay historias rotas:
- 2,073 homicidios dolosos (promedio de 5.4 diarios)
- 2,027 personas privadas de la libertad (5.3 diarias)
- 7,414 vehículos robados (19.4 diarios)
- 1,762 personas detenidas (4.6 diarios)
- 119 personas abatidas
Todo esto ocurre mientras el gobierno presume sus “logros” en conferencias y boletines, mientras la ciudad se llena de convoyes militares, madres buscando a sus desaparecidos y empresarios que guardan sus autos porque nunca saben si regresarán a casa.
El impacto real: vidas en pausa, economía hundida
Mientras las autoridades bajo responsabilidad de Harfuch,se echan porras solas y se dan palmaditas en la espalda, la venta de automóviles en Sinaloa se desplomó cerca del 7%, lo que significa casi 3,000 unidades menos vendidas solo en 2024, con una caída mayor aún en 2025, informó Germán del Rincón Jarero, presidente de la Asociación de Distribuidores de automoviles. Nadie quiere comprar un vehículo nuevo cuando el siguiente robo está siempre a la vuelta de la esquina.
Las cifras oficiales sobre robos y homicidios aumentaron hasta un 276% en un solo año, con las zonas más afectadas en Culiacán y Mazatlán, mientras que la autoridad federal insiste en que el crimen “está bajando” gracias a sus operativos. ¿Son concesiones a la realidad o sólo maquillaje en la estadística? En medio de todo, las desapariciones también son “solo cifras”; la capacidad gubernamental está rebasada y cada vez hay más colectivos buscando a los suyos.
El gobierno: indiferente y lento
El Estado, éste gobierno pachorras, parece funcionar a base de comunicados y cifras acomodadas para hacer creer que hay avances. La estrategia de seguridad es puro espasmo burocrático: ni los militares ni las “mesas de paz” han devuelto la tranquilidad.
Entre decomisos, detenciones y la eterna promesa de “estar trabajando”, la economía local se agota y la sociedad vive atrapada entre la espiral narco y el ruido vacío del poder, porque lo que importa al final para la autoridad son las estadísticas y no los cadáveres que sostienen esas cifras.
Así, los números se repiten cada día: muertos, desaparecidos, autos robados… hasta que la siguiente ola los borre del boletín oficial. Pero aquí siguen, sumando, y aunque el gobierno los quiera diluir en promedios diarios, para las familias son la eternidad de la espera, el horror de la ausencia y el fracaso rotundo de la política pública.
Con informacion: NOROESTE/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: