Visitanos tambien en:

lunes, 22 de septiembre de 2025

Es «MANTRA el VICTIMISMO de VICTIMARIOS»: «CARICATURA EXHIBE TENDENCIA OFICIA_LISTA de CULPAR a OTROS por DEFECTOS,VICIOS y DELITOS PROPIOS»…la política moreno-nacional se ha vuelto un acto repetitivo y teatral, donde los protagonistas se calcan unos a otros.


La caricatura de Paco Calderon en El Norte,es una sátira mordaz del discurso político mexicano actual y utiliza la frase recurrente “Todo es una campaña de mis adversarios en contra mía” para parodiar el victimismo y la tendencia a culpar a los opositores de cualquier crítica o señalamiento. Aquí, varios personajes -notoriamente reconocibles como referentes de la política nacional- aparecen repitiendo cada segmento de la frase, exponiendo la homogeneidad del discurso y el show mediático que suele acompañarlo.

Contexto y crítica irreverente

Esta caricatura aprovecha la auto-parodia inherente a la clase política mexicana: basta con caricaturizarlos para que el absurdo quede en evidencia. La viñeta, al distribuir la frase entre diferentes figuras, ironiza sobre cómo desde el poder se descalifica cualquier cuestionamiento tachándolo de “campaña orquestada” por adversarios, sin importar la prueba o la gravedad de la denuncia. Es una radiografía de la posverdad mexicana: no importa el contenido, sino quién lo dice, y siempre hay una conspiración detrás para el oficialismo mediocre.

Significado y sátira

La caricatura no sólo expone el cinismo político de Claudia Sheinbaum. sino también la manera en que la política nacional se ha vuelto un acto repetitivo y teatral, donde los protagonistas parecen calcarse unos a otros en su narrativa de persecución y martirio. La frase aquí suena a mantra, usada indistintamente para tapar escándalos, justificar errores y manipular a la opinión pública. Se ridiculiza la falta de autocrítica y la facilidad con la que quienes ostentan el poder se victimizan ante cualquier situación adversa.

Irreverencia y reflexión

El cartón es un espejo incómodo: la política mexicana no es sólo digna de caricatura, ¡es caricatura en sí misma!. Los personajes, lejos de defender ideas o proyectos, parecen estar atrapados en un bucle de clichés donde la corrupción, el clientelismo y la manipulación mediática se cubren bajo el disfraz del “complot”. Así, la caricatura deja claro que aquí, la victimización es tan indispensable en el arsenal político como el propio cinismo.

En resumen: la caricatura se burla con descaro de los “mantras” políticos; expone la teatralidad del poder y, en última instancia, nos recuerda —sin piedad— que, para bien o para mal, la realidad muchas veces supera a la ficción en México.

Con informacion: Paco Calderon/ELNORTE/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu Comentario es VALIOSO: