La mas reciente informacion,publicada por Carlos Loret,desmenuza sin ningún intento de sutileza la frialdad con la que la presidenta Claudia Sheinbaum presume que un día hubo “sólo” 37 asesinatos en México, como si de algún logro se tratara—porque, claro, ninguno fue de su familia.
La indolencia presidencial expuesta
La presidenta sale a festejar que hubo el menor número de asesinatos en una década, con cifras oficiales de fiscalías que basta con que no los reporte o no cuenten todos como lo hace su gobierno y el de Americo Villarreal , para obtener este resultado : 37 en un solo día en todo el país.
No sólo eso, en su informe presume una caída del 30% de homicidios dolosos en agosto, como quien presume la quincena aunque sea miserable.
Loret de Mola y la realidad oculta
La crítica de Loret de Mola salta a la yugular: la presidenta jamás aclara el elefante en la sala—las cifras de desaparecidos. Mientras “bajan homicidios”, las desapariciones suben 50% en el sexenio, según datos oficiales. No hay explicación ni número, solo promesas aplazadas una y otra vez para “pronto” aclarar el fenómeno de desapariciones, como si de limpiar debajo del tapete se tratara.
Cifras maquilladas y la sospecha fundada
La gran sospecha—indicada por Loret y otros—es que existe un maquillaje: muchos homicidios ahora pasan a la categoría de desapariciones para presumir una baja inexistente.
Pero hay otra explicacion,en un país donde “ser levantado” usualmente equivale a morir, los criminales sólo esconden los cuerpos… y cuando aparecen, ya no cuentan como muertos del día, ni arruinan la estadística bonita para el show mañanero gubernamental.
Excusas, promesas y negaciones
La presidenta rechaza críticas, dice que todo se reporta y que es “falso” el no conteo de homicidios. Mientras tanto, lleva seis meses prometiendo aclarar “ya casi” el tema de los desaparecidos; primero que en 15 días, luego el plazo se movió de abril a junio, luego a julio, luego agosto, y septiembre se acaba y nada. Pero eso sí: rechaza abiertamente que maquille cifras.
En síntesis: en la realidad brutal, la narrativa oficial reduce los homicidios porque incrementan las desapariciones. A la presidencia sólo le faltó entregar medalla a los sicarios por eficiencia administrativa: gracias a ellos, matan pero no manchan la estadística nacional.
Con informacion: CARLOS LORET/
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