En el foro del Senado,ayer una estudiante ,Victoria Montesioca Castañeda,le lanzó una bomba directa y sin filtro al aun Senador de Morena Gerardo Fernández Noroña, tocando dos puntos que son el talón de Aquiles de cualquier político que presume de “puro y austero”: la famosa austeridad de Morena y la congruencia (o descarada falta de ella) en su trato hacia las mujeres.
Doble moral y casa de 12 millones
Por un lado, la pregunta sobre la casa de 12 millones resalta una ironía imposible de ignorar: ¿no que muy austeros? La joven apunta justo donde duele, porque mientras Morena y la Presidenta con “A”, Claudia Sheinbaum , arman discursos rimbombantes sobre vivir con lo mínimo, Noroña defiende su derecho a “una buena vida” como si de repente la austeridad fuera ropa que se pone solo para la foto, y se quita en privado.
Defender esto diciendo que “la austeridad es solo pública, no personal” es casi como ser vegano en Instagram y carnívoro en secreto. Si un partido endiosa la austeridad, sus representantes deberían mínimo aparentar que respetan el discurso. Si no, que reconozcan abiertamente que viven mejor que medio país y ya.
Misoginia, machismo y memoria selectiva
El segundo round de la estudiante fue directo al hígado:cuestiona la actitud de Noroña sobre el tema de la mujer y le recuerda la joya —“tú no estás para debatir, tú estás para lavar trastes”— que soltó a la senadora Lili Téllez. Aquí, Noroña hace lo que todo político atrapado en curva: exige prueba, se victimiza, pide estenográficas… y de paso sale con la clásica de “yo no falto al respeto, sólo opino fuerte”. ¿Será que la congruencia de Morena aplica sólo cuando conviene, y la equidad de género se convierte en discurso hueco cada que hay un micrófono cerca?
¿Dónde queda la congruencia?
La estudiante expone lo que muchos piensan pero pocos preguntan en público: Morena habla tanto de austeridad y equidad, pero sus líderes nadan en privilegios y salen ilesos de escándalos de misoginia por pura inercia partidista. El senador dice que la crítica social sobre dónde vive es “racismo y clasismo”. ¿En serio, Noroña? Usar la carta del clasismo para no responder por sus privilegios es tan absurdo como quejarse de discriminación porque te molesta que polemicen sobre tu mansión.
Aplausos a la irreverencia
En resumen: Victoria, con todo y la irreverencia que falta en los foros políticos, le puso el reflector a la hipocresía y la doble cara de quienes legislan, pero viven como de novela de Televisa y además se indignan si se les llama la atención por comentarios misóginos. Morena y Noroña quedan desnudos ante una juventud que, afortunadamente, decidió meterse en lo que si le importa.
Con informacion: ELNORTE
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