“DOÑA ARGUENDERA y sus PUPILOS DIGITALES”: “SHEINBAUM ACUSA CAMPAÑA de 20 MDP vs. la 4T ANALIZANDO #HASHTAGS”…pero tardaron 6 meses para intervenir en Teuchitlán.

El Gobierno de México acusó a la Oposición de impulsar una campaña de 20 millones de pesos a través de bots en “X” para atacar a la 4T usando el caso del narcorrancho de Teuchitlán, Jalisco.

Durante la mañanera de este dia la Presidenta Claudia Sheinbaum expuso un informe que analiza el impulso a los hashtags de AMLO y la actual Jefa del Ejecutivo federal indicando su asociación al narco, donde se estimó el supuesto costo pagado para ello en la última semana.

“Con el objetivo de contar con una referencia aproximada del costo de las activaciones realizadas por las cuentas tipo bot, considerando que en total se activaron 147.2K cuentas tipo bot generando más de 1 millón 366 mil 530 menciones en total, manteniendo en promedio 2 etiquetas en tendencia nacional de forma sostenida en la plataforma de X durante 4 días, se calcula un gasto aproximado de al menos 20 millones de pesos en total”, se leyó en una presentación.

Miguel Ángel Elorza, del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, dijo que la estrategia generó una narrativa para criticar la actuación de la Mandataria tras darse a conocer la noticia del Rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco, donde se indaga un supuesto campo de exterminio de personas desaparecidas y un centro de reclutamiento del narco.

El funcionario expuso que la mayoría de las mismas cuentas activadas durante la campaña presidencial del año pasado contra el Presidente Andrés Manuel López Obrador son las que ahora estimulan una conversación de “guerra sucia”. Asimismo, se trata de perfiles que, señaló, apoyaron a la candidata de la coalición PAN-PRI-PRD, Xóchitl Gálvez.

Elorza acusó que hubo 130 días continuos de la etiqueta #NarcoPresidente, donde presuntamente se gastaron 20 millones de dólares, citando estimaciones de “expertos” a quienes no identificó.

Pero entre el 12 y el 17 de marzo, apuntó, se activaron hashtags contra AMLO, Sheinbaum y el Gobierno federal como: #NarcoExPresidenteAMLO, #NarcoPresidentaClaudia y #LutoNacional.

“Estas etiquetas se mantuvieron en tendencia nacional de forma sostenida gracias a una alta intervención de cuentas robots, es decir, no es orgánica, se pagó por esto, generando decenas de miles de publicaciones.

“Dentro de las cuentas impulsoras, además de aquellas que son cuentas bots, se ha detectado la participación de personajes políticos de la Oposición”, dijo.

Agregó que en el periodo referido, el hashtag #NarcoExPresidenteAMLO suma 235 mil 569 publicaciones realizadas por 33 mil 593 cuentas tipo bot y según su análisis, 9 de cada 10 cuentas que han participado en la conversación coinciden con aquellas que han impulsado otras etiquetas de ataque en el pasado.

Indicó que al menos 7 de cada 10 cuentas participantes coinciden con aquellas que han publicado mensajes a favor del PRI y del PAN.

Mientras que la etiqueta #NarcoPresidentaClaudia sumó 127 mil 461 publicaciones realizadas por 25 mil 774 cuentas tipo bot. En este caso, según Elorza, se dio la misma coincidencia.

Falta de sustento metodológico y exceso de arguende

La declaración presidencial sobre la supuesta campaña de desprestigio mediante bots en redes sociales presenta inconsistencias y sesgos notables, que sugieren un intento de desviar la atención del caso Teuchitlán. Estos son los puntos clave:

• Cálculos sin transparencia: La estimación de 20 millones de pesos para operar bots se basa en parámetros no revelados (como el costo por interacción o publicación). No se especifica cómo se determinó que las 147,200 cuentas eran automatizadas, ni se comparten datos técnicos de análisis.
• Confusión entre monedas: Se mezclan cifras en pesos (20 millones MXN) y dólares (20 millones USD) al referirse a campañas pasadas, lo que genera ambigüedad sobre la magnitud real del gasto.

2. Sesgo político evidente

• Vinculación partidista sin pruebas: Se acusa a perfiles afines al PAN, PRI y PRD de impulsar los hashtags, pero no se aportan nombres específicos ni capturas de interacciones que demuestren la conexión con figuras opositoras.
• Narrativa de “guerra sucia” recurrente: El discurso repite la estrategia usada en administraciones anteriores para desacreditar críticas bajo el argumento de operaciones mediáticas, sin abordar el fondo de las denuncias sobre el narcorrancho.

3. Contradicciones en el manejo del caso Teuchitlán

• Priorización de redes sobre fosas: Mientras el gobierno dedica recursos a monitorear tendencias en X, colectivos como Guerreros Buscadores de Jalisco han denunciado omisiones en las investigaciones iniciales del rancho, donde autoridades estatales no detectaron restos humanos que sí fueron hallados por civiles.
• Respuesta tardía: La Fiscalía General asumió el caso seis meses después del operativo inicial, lo que contrasta con la inmediatez mostrada para analizar hashtags.

4. Uso estratégico de terminología de ciberseguridad

• Apropiación de conceptos sin contexto: Se emplean términos como bots, cuentas inorgánicas y astroturfing –definidos en manuales de CISA–, pero sin explicar cómo se aplicaron estos criterios técnicos para identificar cuentas falsas. Tampoco se menciona colaboración con plataformas digitales para validar los hallazgos.

Mensaje entre líneas

La declaración busca trasladar la responsabilidad política de tres formas:

1. Victimización del gobierno: Presentar a la 4T como blanco de ataques coordinados, en lugar de responder a preguntas sobre presuntas fallas de seguridad que permitieron operar el centro criminal.
2. Criminalización de la crítica: Equiparar toda mención al #NarcoPresidente o #NarcoPresidenta con campañas pagadas, ignorando las evidencias asi como las sospechas fundadas, ademas del hallazgo documentado (como los 1,366,530 casquillos bala y restos calcinados reportados en el rancho).
3. Simplificación de un problema sistémico: Reducir la complejidad del narcotráfico –incluyendo reclutamiento forzado y tráfico de órganos denunciados en Teuchitlán– a una disputa de narrativas en redes sociales.

Este enfoque refleja un patrón de elusión: ante revelaciones incómodas sobre violencia estructural, el gobierno federal opta por cuestionar la legitimidad de las críticas en lugar de investigar a profundidad los vínculos entre crimen organizado e instituciones.

Con informacion: ELNORTE/