Desde hace un par de semanas, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, tiene en su despacho varias alertas internacionales y mapas de riesgos nacionales sobre la posibilidad de que los cárteles hagan operativos para robar las inyecciones y las revendan en el mercado negro.
Específicamente, a la encargada de vigilar el orden en el país le preocupa lo que hagan los criminales en el primer cuatrimestre del año, cuando las vacunas circulen masivamente por carreteras cuyos tramos son controlados por los cárteles.
Tres regiones son las que levantan banderas rojas: el Pacífico, donde domina el Cártel Jalisco Nueva Generación; el Noreste, donde Los Zetas luchan contra el Cártel del Noreste; y la zona de Tierra Caliente, entre Michoacán y Guerrero, donde La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios bloquean y desbloquean caminos a voluntad.
EL CRIMEN LLEVA VENTAJA
En esos lugares hoy no está garantizado un tránsito libre y seguro. El mal estado de las carreteras y la corrupción de las policías municipales son las principales ventajas que llevan los grupos del crimen organizado frente a quienes trasladan las vacunas, de acuerdo con el estudio de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
La situación es tan crítica en algunas zonas del país que se prevé que las vacunas sean escoltadas por soldados y marinos, quienes cuidarán de las inyecciones, como a principios del sexenio se cuidó de la gasolina durante la lucha contra el huachicoleo.
Incluso, el gabinete de seguridad discute la posibilidad de usar vehículos como señuelos para despistar a los cárteles de las drogas y poner las vacunas en los refrigeradores al interior de los hospitales, donde su resguardo se hará como si se protegiera la bóveda de un banco.
La preocupación de las autoridades mexicanas es también la preocupación de especialistas internacionales, como la Interpol, que ha pedido a los gobiernos del mundo que abran bien los ojos ante los movimientos del crimen organizado.
VAN POR EL “ORO LÍQUIDO”
Este miércoles 2 de diciembre, la Interpol envió un comunicado a sus oficinas en los 194 países donde tiene convenios de colaboración –México incluido– y alertó que, para los criminales, la vacuna Covid-19 es “oro líquido”.
Las predicciones de esa policía internacional es que los criminales intentarán interrumpir las cadenas de suministro de las vacunas, ya sea infiltrando a miembros de sus grupos, haciéndolos pasar por distribuidores, o simplemente robándolas en tránsito hacia hospitales o refrigeradores.
“Las redes criminales también van a dirigirse hacia el público en general usando sitios de internet falsos o productos apócrifos, que pueden significar un considerable riesgo a la salud, incluso costando vidas”, publicó Jürgen Stock, secretario general de la Interpol.
“Es esencial que las autoridades estén tan preparadas como sea posible para lo que parece una oleada de todo tipo de actividades criminales relacionadas con la vacuna Covid-19, por lo cual la Interpol ha lanzado una alerta global.
Desde el robo con violencia de las vacunas y la falsificación de dosis hasta el pago de un secuestro en especie con “oro líquido”, la Interpol prevé que los cárteles de la droga dejen en pausa sus negocios ilícitos con narcóticos y migren a exprimir el mercado negro que abrió la pandemia.
LOS CÁRTELES TAMBIÉN QUIEREN LA VACUNA
A principios de noviembre, EMEEQUIS publicó que el crimen organizado había instalado laboratorios falsos con pruebas apócrifas de detección del nuevo coronavirus en Ciudad Juárez, Chihuahua.
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Ahí, los criminales copiaban logotipos de farmacéuticas que han desarrollado la vacuna Covid-19 –como la estadounidense Pfizer– para estafar a personas que temían haber contraído el virus. Incluso, en esa ciudad fronteriza se decomisaron cerca de 12 mil pruebas falsas que llegaron desde Estados Unidos hacia México en un camión con doble fondo, un mecanismo similar al que usan los cárteles para esconder armas y drogas que cruzan el Río Bravo.
Ese modus operandi hace suponer a autoridades y grupos de particulares, como el Consejo Nacional de Seguridad Privada, que detrás del fraude estaban los cárteles dominantes de esa ciudad fronteriza, como el Cártel de Juárez y el Cártel del Pacífico o de Sinaloa.
Otros datos apuntan a que el cártel más poderoso de México, Jalisco Nueva Generación, también tiene sus inversiones puestas en la vacuna Covid-19, pues en abril de este año la Fiscalía General del Estado de Jalisco informó que habían detectado y clausurado dos laboratorios falsos vinculados a ese grupo criminal y que ofrecían pruebas para detectar coronavirus: el Hospital Puerta de Hierro Andare y el “Laboratorio de Analisis Clínico”.
Ahora, los cárteles estarían preparando una ofensiva para quedarse con las vacunas que corresponden a médicas, enfermeros y adultos mayores de 60 años, quienes son la prioridad del gobierno hasta abril de 2021.
Posteriormente, de abril a mayo, se vacunarían las mexicanas y mexicanos entre 50 y 59 años, y luego se inocularían a segmentos de la población divididos por cada 10 años hasta llegar a niños, el grupo con menor riesgo en la pandemia.
El tamaño del valor de esas vacunas supera fácilmente los 20 mil millones de pesos, la cantidad inicial que dispuso el gobierno de México para la compra de vacunas.
En el gabinete de seguridad se preparan para cuidarlas. El primer gran reto del 2021 de la secretaria Rosa Icela Rodríguez es demostrar que, bajo su mando, la cadena de no custodia no sucumbirá a los balazos y cañonazos de dinero del crimen organizado.
fuente.-@emeequis/
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