La corrupción que envuelve al gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, alcanzó a la Federación Mexicana de Futbol, porque desde el 2016 a la fecha, entregó más de 250 millones de pesos etiquetados para Seguridad Pública a Alejandro Carlos Irarragorri Gutiérrez, presidente del Grupo Orlegi y de la Jaiba Brava de Tampico-Madero, equipo de futbol que acaba de desertar de la Liga de Expansión MX.
Para borrar el gigantesco fraude, el grupo Orlegi, también propietario del actual campeón Atlas de Guadalajara del Futbol de la Primera División, de Santos de Torreón, retiró a la Jaiba Brava de la Liga de Expansión (antes Primera A), pero en abril recibió un contrato extra:
“Fueron 8 Millones, 191 mil, 920 pesos proveniente del presupuesto del Gobierno de Tamaulipas a petición del coordinador general administrativo, Julio César Ramírez Cepeda y el Secretario de Seguridad Pública, el vicealmirante Luis Felipe López Castro.
Los jefes de la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas, firmaron la entrega de dinero etiquetados para el desarrollo de programas integrales que ayuden a erradicar la violencia; fortalecer la convivencia familiar y recuperar la paz en el estado.
La operación se hizo bajo el esquema de adjudicación directa y fue sometida a una aprobación inmediata por Cabeza de Vaca.
El Grupo Orlegi, a través de la empresa TM Futbol Club S. A. P.I de C.V, dueño del equipo Jaiba Brava, recibió millonarias sumas de dinero autorizadas por Cabeza de Vaca para participar en la Liga de Expansión MX, a sabiendas que jamás subiría a Primera División, porque estaba suspendido.
El medio de información Elefante Blanco, obtuvo los contratos vía transparencia, en los que se asienta que Cabeza de Vaca autorizó depósitos para entregarlos a Grupo Orlegi, propiedad de Francisco Irarragorri.
La administración de Cabeza de Vaca, distribuyó la millonaria cifra, mediante nueve depósitos a través de cuatro secretarías Educación, Cultura y Deporte, Desarrollo Económico, Bienestar Social, así como Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, cuyo concepto de contrato es por “servicio de promoción e imagen”.
Todo comenzó cuando tomó posesión Cabeza de Vaca como gobernador en octubre de 2016, sabedor de que los habitantes de Tamaulipas añoran un equipo de futbol en Primera División, pues una vez en la Liga, estuvieron el Tampico-Madero y Correcaminos, hizo un plan para comenzar a forjar su fortuna.
Con el cuento de volver a tener un equipo y regresar al futbol profesional, Cabeza de Vaca pactó con Alejandro Irarragorri, dueño de la mayoría de las acciones de Tampico-Madero, desviando lana para sostenerlo, por eso organizaron las partidas que según Elefante Blanco fueron así:
Educación, Desarrollo Económico, Bienestar Social, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente. Todas las entidades erogaron un máximo de 6 millones,496 mil pesos; Desarrollo Económico, Bienestar y Educación hicieron un segundo pago, las primeras dos desembolsaron 3 millones, 248 mil pesos y la segunda abonó 4 millones, 575 mil pesos a sus 6 millones iniciales.
Todos los contratos fueron anuales por adjudicación directa cada año (2016-2022), por el propio gobernador Cabeza de Vaca.
En abril de 2016 Ignacio Suárez, El Fantasma, columnista del portal Récord, contó que Irarragorri anunció el rescate del Tampico-Madero, que había perdido la Final de Ascenso de la Segunda División (ahora Liga de Expansión), ante Potros de la UAEM. A cambio de la sociedad, prometió un estadio nuevo y un centro comercial.
En esa División, la Jaiba Brava vivió momentos impresionantes. Nunca en nuestro país, un equipo de Segunda División tuvo llenos de 25 mil aficionados y en Tampico se volvieron costumbre.
El anunciado rescate nunca llegó, se cometieron mil errores que tuvieron al equipo de la Jaiba Brava al borde de descenso, ya que perdió toda la identidad. De esos 25 mil que llenaban al estadio en Segunda, con Orlegi al mando, apenas llegaron a los cinco mil por juego.
El creador del fenómeno del Tampico en la Segunda División era Enrique Badillo, un personaje estrechamente ligado al Grupo Pachuca de toda la vida. Fue Badillo quien hace ocho años tuvo que resucitar esa plaza en Tamaulipas, una ciudad que está en manos del narcotráfico.
Con Orlegi al frente de Tampico e Irarragorri peleado con Grupo Pachuca, Badillo tuvo que emigrar y llevó su proyecto a Correcaminos, en donde funge como presidente. Allí atrajo la atención de fuertes patrocinadores como Electrolit, Comex, entre otros.
Cierto fue que la Jaiba Brava resultó campeón del Torneo Guardianes 2020 y el subcampeonato del Apertura 2021 con un trofeo, por eso Cabeza de Vaca desvió más millones de pesos, pero resultó con que el equipo desapareció, pero micha y micha con el Grupo Orlegi.
De acuerdo con el artículo de Elefante Blanco, las aportaciones vulneran los límites establecidos en el Presupuesto de Egresos del Gobierno de Tamaulipas, que marca un tope de 800 mil pesos para este tipo de contrataciones.
Los redactores de Elefante Blanco también añaden que los 50 millones de pesos públicos de los que gozó Grupo Orlegi anualmente, representan un 50% del presupuesto total asignado al Instituto del Deporte en Tamaulipas, que asciende a 101 millones de pesos anuales, por eso nunca hay dinero para ayudar a los deportistas amateur.
En abril de este 2022, Irarragorri anunció el deslinde del Grupo Orlegi con el club de la Jaiba Brava y suspendió su participación en la Liga de Expansión MX con un oficio de culpabilidad:
“Debemos reconocer que fallamos y, entre otros muchos factores, tampoco logramos contagiar a la comunidad empresarial local para sumarse y recorrer juntos este camino”.
La franquicia quedará en manos del empresario tequilero Arturo Lomelí, quien convirtió al Tampico Madero en Club Atlético La Paz y de esa manera se borra todo vestigio del desvío de los millones de pesos de Seguridad Pública que hizo el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca y que luego llora que la Federación, ni un quinto le envía para el desarrollo del Estado.
Curiosamente en Baja California Sur, en el estadio Guaycura jugará el equipo del que Grupo Orlegi también será socio en sus acciones, en tanto se sigue sufriendo por la ola de inseguridad pública que se padecen en los 43 municipios de Tamaulipas.