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Imagen.-ElbitSystems/Hermes 450 |
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) invirtió en 2009 casi 25 millones de dólares en la compra de un sistema de aviones espía de fabricación israelí. Estos son los aparatos de toda la Fuerza Aérea que más fallas acumulan y sus horas de vuelo se han desplomado 50 por ciento.
Documentos revelados por la Defensa a través de solicitudes de transparencia evidencian que este sistema de aviones denominado “Hermes 450” acumula469 fallas del 2009 a la fecha, más que ningún otro modelo de aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana en ese periodo de tiempo. Son seis desperfectos al mes en promedio.
De hecho, históricamente solo la flota de aviones modelo Cessna 182 registra más fallas que los drones, pero estos llevan casi 20 años en funcionamiento con más de 258 mil horas de vuelo (por apenas 3 mil 515 horas de vuelo de las aeronaves no tripuladas).
El sistema Hermes 450 de la Sedena está compuesto, según publicaron medios que tuvieron acceso a los contratos del mismo, por
dos aviones no tripulados con sus respectivos módulos de control y comando. Vía transparencia la Sedena no confirma la cantidad de aparatos de ningún modelo de aeronave, aunque el INAI resolvió esta semana que sí debe darse a conocer el número de drenes.
Además de los Hermes, la Defensa tenía dos sistemas más en su flota de drones: el G1-Guerrero que ya no está en operación, y el S1-EHECATL que es un prototipo mexicano donado en 2012 y cuyo uso ha sido reducido.
La necesidad de tener más drones ya estaba prevista por la Sedena desde el arranque del sexenio. En el Plan Sectorial de Defensa Nacional 2013 – 2018 estableció como una de las líneas de acción la adquisición tres sistemas no tripulados más en 2016. Sin embargo, la dependencia reveló a Animal Políticoque no hay presupuesto asignado o previsto para poder adquirirlos.
Sin contar lo invertido en reparar las referidas fallas, el mantenimiento del sistema de drones Hermes 450 le ha costado hasta a la fecha a la Defensa Nacional por lo menos 17 millones de pesos, tomando en cuenta que por hora de operación se invierten poco más de 4 mil 800 pesos.
Aterrizaje forzoso
De acuerdo con los datos oficiales de Sedena, el sistema de aeronaves no tripuladas Hermes 450 se compró en el 2008. El contrato, firmado con la empresa israelí
Elbyt Systems, fue por un monto de 25 millones de dólares que incluía los aparatos así como refacciones y capacitación.
En julio del 2009 dichas aeronaves iniciaron formalmente operaciones dentro de la flota de la Fuerza Aérea Mexicana, adhiriéndose al llamando Escuadrón de Sistemas Aéreos No Tripulados.
De acuerdo con los datos asentados en la solicitud de información 0000700018513, desde su integración a la flota hasta febrero de 2013, dicho sistema de aeronaves acumuló dos mil 468 horas de vuelo, lo que es un promedio mensual de 56 horas de operación efectiva.
En tanto, de marzo de 2013 a abril de 2016, las aeronaves no tripuladas registraron mil 47 horas de vuelo, según los datos oficiales publicados en la solicitud de información 0000700018513. Esto es un promedio de 29 horas de vuelo al mes.
Lo anterior significa que en los últimos dos años, el promedio de horas efectivas de operación de estos artefactos ha descendido poco más de 48 por ciento.
De acuerdo con los mismos datos de la Defensa, en su tiempo de vida útil el sistema de aeronaves Hermes acumula 469 fallas que se han presentado en 869 operaciones. Ningún otro modelo de aeronave de ala fija (aviones) o rotativa (helicópteros) acumula esa cantidad de fallas en los últimos ocho años.
De todas las aeronaves que están operativas actualmente, solo los aviones ligeros de la flota Cessna 182 registran más fallas que los drones con 711, pero estas funcionan desde 1999 y registran más de 258 mil horas de vuelo.
Además de los modelos Hermes 450, el Escuadrón de sistemas Aéreos No Tripulados contaba con dos modelos más de drones de manufactura mexicana. ElG1-Guerrero, que según los datos actualizados de la Sedena, ya no está en funcionamiento, y el S1-Ehectal que es un prototipo donado en 2012 y que se ha utilizado de forma reducida, con apenas 378 horas de vuelo.
Urgen drones, falta dinero
El gobierno federal explicó que la adquisición de estos drones, y de otros aparatos para la flota aérea, era necesaria para reforzar las acciones de soberanía nacional y combatir a la delincuencia organizada, además de apoyar a la población en emergencias.
A través de una solicitud de transparencia Animal Político preguntó a la Sedena sobre el proceso de adquisición de estos aparatos. La dependencia confirmó que se necesitan los aparatos, pero no se cuenta con el dinero.
“Se tiene contemplado fortalecer y renovar las capacidades del sistema integral de vigilancia aérea, para garantizar la soberanía del territorio nacional, mediante la adquisición de tres sistemas aéreos no tripulados, sin que a la fecha se cuente con el modelo, fecha de adquisición y presupuesto” dijo la Sedena en su respuesta. Hoy en día, no existe fecha tentativa para la renovación de los aparatos.
Las aeronaves no tripuladas, de acuerdo con la propia secretaría de la defensa, son importantes porque intervienen en tres tipos de operaciones: auxilio en la protección civil; vigilancia de zonas fronterizas; y vigilancia de instalaciones estratégicas.
Particularmente, la Fuerza Aérea Mexicana ha desplegado estos aparatos para patrullar instalaciones de Petróleos Mexicanos y de la Comisión Federal de electricidad, como por ejemplo la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde.
Son aeronaves que representan una ventaja, según un informe de la dependencia, ya que representan un riesgo mínimo para los operadores pues no están tripulados; pueden transmitir datos en tiempo real y tienen una alta movilidad. Se requiere une quipo de tres personas para poder manejar y supervisar cada aparato.
En México, solamente hay dos operadores de aeronaves no tripuladas con las capacidades de los modelos Hermes. Uno es la Fuerza Aérea Mexicana y el otro es la Policía Federal, que cuenta con
dos sistemas tipo 900, lo cuales fueron entregados por la empresa Elbit Systems a dicho corporación policial en 2012.
Flota vieja e incompleta
Las aeronaves no tripuladas de la Sedena no son los únicos aparatos que le hace falta modernizar a la Fuerza Aérea Mexicana.
En el Programa Sectorial de Defensa Nacional 2013 – 2018, el gobierno reconoció que el 55% de las 346 aeronaves de la Fuerza Aérea cuentan con 21 años o más de servicio. Por otro lado, la Defensa informó que hasta abril de este año, el 16% de la flora no está operativa.
Entre 2008 y 2015 la Sedena invirtió más de mil 919 millones de dólares y 400 millones de euros en la adquisición de aeronaves y helicópteros con fabricantes estadunidenses y europeos. Este años se tiene contemplado que lleguen aun modelos Beechcraft T-6; Boeing 737-800 y helicópteros UH-60M pagados en años anteriores.
Pero la dependencia reconoció que en 2016 no se hará ninguna inversión para la adquisición de aparatos nuevos, pese a que hay modelos que urge renovar.
Uno de los proyectos es la sustitución de las aeronaves de transporte pesado C-130J conocidos popularmente como “Hércules”, pues los que operan actualmente datan de los años 1968 y 1980. También está pendiente la renovación de los cazas de combate F-5 Tiger, pues todos son modelos 1981.
La Defensa Nacional confirmó que en ambos casos “se tiene contemplada la adquisición” de aparatos que sustituyan a los anteriores, sin embargo, “nos e cuenta con el modelo, fecha de adquisición y presupuesto”.
Fin a opacidad militar
El Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) resolvió que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) debe dar a conocer el número específico de drones con los que cuenta además de los modelos, y desestimo que el revelar este dato ponga en riesgo las tareas de seguridad en el país.
“El Pleno del INAI determinó que el número de drones no puede ser reservado, ya que el dato, por sí mismo, no revela la capacidad de vigilancia aérea de la Sedena para emprender acciones contra la delincuencia organizada” informó el INAI.
El Instituto subrayó que dar a conocer la cantidad de drones tampoco brinda “elementos contundentes” que generen un desequilibrio para la capacidad de reacción, planeación o estrategia, como planteó la Sedena para no dar a conocer los datos.
Fuente.-Animal Político.