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sábado, 12 de febrero de 2022

"TAMAULIPAS YA lo HACE": "OBISPO PROPONE PACTAR con el CRIMEN ORGANIZADO que TIENE el DESEO de CONTROLARLO TODO"...todo es todo y a todos.


Hace unos días, por la tarde, unos hombres encapuchados entraron en casa de un pescador, y armados con un marro lo golpearon en las piernas hasta fracturárselas, y se fueron. Oficialmente se investiga y nadie, ni los familiares, quieren decir más. Los datos disponibles hablan de una advertencia por negarse a pagar por el cobro de piso. 

No es el único caso que ha ocurrido en Baja California Sur, se cuentan por decenas contra pescadores. Lo mismo que ataques a comercios, grandes y pequeños, incluso tiendas departamentales trasnacionales, que por negarse a pagar las extorsiones a los grupos criminales han prendido fuego a sus instalaciones, al menos una de ellas se consumió por completo.

Los feminicidios, amenazadas o desapariciones forzadas, se están incrementando en la entidad. Por ejemplo, en lo que va del año, en promedio, ha desaparecido una mujer cada 10 días. Un rostro de la violencia que nunca antes se había visto en suelo sudcaliforniano. 

Ante el incremento de los hechos violentos en el estado, el gobierno (desde el 10 de septiembre de 2021 morenista con Víctor Castro Cosío), se ha defendido colocando las críticas en un ring partidista. Pero el obispo Miguel Ángel Alba Díaz insiste que no se trata de una disputa política, es peor porque es real, el crimen organizado, asegura, “tiene el deseo de controlar todo”.

La violencia en Baja California Sur, advierte en entrevista con ejecentral, ya no es física como en el pasado, con ejecuciones y personas decapitadas; ahora es psicológica, con extorsiones, desapariciones forzadas y toque de queda. Ya tampoco existen enfrentamientos entre bandas delincuenciales, éstas se han unido y sólo opera una, dicen es el Cártel de Sinaloa.

Esas denuncias no las hace cualquier persona, las hace el obispo y quien hace más de dos décadas llegó a la diócesis de La Paz, que comprende todo el estado de Baja California Sur.

Y va más allá. Las autoridades civiles “ya descansan” en estos grupos delictivos, expone el jerarca católico. Por eso, una de las soluciones que propone a la violencia que enfrenta la entidad, es que se pacte con el crimen organizado.

Con esa propuesta Alba Díaz se suma al obispo Salvador Rangel de Chilpancingo, Guerrero, quien ha considerado desde hace un par de años que es mejor negociar con los grupos delictivos por el bien de la población.

Baja California Sur ha sufrido etapas violentas en el pasado entre grupos criminales; pero los últimos cuatro meses de 2021 y las pocas semanas de 2022, el escenario se muestra con mayor crueldad e intensidad en la entidad, y esta vez contra los ciudadanos. El jerarca católico es contundente: “La gente tiene miedo”.

La descomposición

A finales de enero, el obispo Alba Díaz, de 71 años de edad, en un mensaje denunció lo siguiente:

“De un tiempo para acá hemos sido testigos que por ser cada vez más frecuentes pareciera que nos van haciendo un tanto insensibles o indiferentes situaciones que lastiman profundamente a nuestras familias y, por lo mismo a toda nuestra sociedad. 

obispo Miguel Ángel Alba Díaz

“Por desgracia los feminicidios, las desapariciones forzadas, la extorsión a comerciantes y pescadores son realidades que viven muchas personas de nuestro pueblo es por eso que no podemos permanecer callados, nuestro silencio se vuelve cómplice”, dijo. 

Esos señalamientos causaron el enojo del gobernador Castro Cosío, quien respondió de inmediato: 

“Durante años anteriores con mayores índices de inseguridad, algunas voces se mantuvieron calladas. Si tiene algo que el señor obispo quiere ir a declarar, puede hacerlo y están abiertas las puertas del gobierno. Que ya no nos mande más mensajes de esos porque nos vamos a ver obligados a entrar en una situación incómoda para la sociedad, que no la propicie el señor obispo, lo digo directo, si vamos a hablar claro lo invito yo al Palacio de Gobierno….y nos aplicamos a sus dichos si tienen consistencia, si tienen apego a la realidad”.

›Pero el 30 de enero el obispo reviró: “No vine a amarrar navajas. Vine a hacer una advertencia. Ahorita el crimen organizado no es tan violento como en aquellas épocas. La mayor de las veces que hablé a nivel nacional, no enmudecí como momia y no fui un perro mudo pero eso era otro gobierno. Hoy tengo la obligación de decir estoy viendo, la gente mira y tienen miedo, y si de veras amamos a la gente hay que cuidar y no estoy hablando contra este o contra aquel”.

Insistió en que “no fue un perro mudo” en el pasado, porque tiene varias cartas en las que ha denunciado la violencia vivida en ese estado desde hace varios años.

En apoyo del gobernador, el dirigente estatal de Morena Guillermo Guzmán Cota manifestó su desacuerdo con los dichos del obispo. “El señor Obispo es una persona dedicada a la parte moral y espiritual de los ciudadanos, y eso lo entendemos claramente, y que bueno que se preocupe por los problemas que suceden con los ciudadanos, nada más que hay maneras de expresarlo; a nosotros como partido nos pareció un exceso el hecho que se nos haya llamado fanáticos”, dijo. 

Alba Díaz es un obispo que ha vivido en sus más de 21 años en Baja California Sur la transición democrática de esa entidad del PRD, al PAN y ahora Morena, insistió en la entrevista con este periódico que siempre ha sido crítico con todos los gobernadores.

En la actualidad, advierte, la gente tiene mucho temor “porque han empezado todo eso de cobro de piso, de extorsiones y todo ese tipo de cosas. Ya no es la violencia que hubo en tiempos anteriores, cuando distintos carteles se peleaban las plazas, mientras dejaban cuerpos colgados, gente decapitada”.

›Antes “la gente tenía miedo de ir al entierro, porque llegaban camionetas con narcos, hubo varios entierros donde estaban sólo el padre y los sepultureros, ¿qué le hacemos?”. En esas épocas, las personas tenían miedo de ir a la iglesia a la misa, entonces él los invitaba a su casa y ahí celebraba. “Fueron tiempos muy violentos, se oían balaceras incluso cerca de mi casa, a una cuadra”, recuerda.

Pero advierte: “Ya no son esos tiempos, ahora es como un deseo de controlar (por parte de los criminales)”.

En su caminar por las comunidades bajacalifornianas ha recogido los testimonios de sus habitantes y son los que asegura sustentan sus críticas en sus mensajes pastorales. 

Por ejemplo, “los pescadores llegan con su producto del mar y ya los están esperando los narcos, (les dicen) a ver qué traes, te damos tanto por eso, oigan pero es qué, no te damos tanto y cállate, cosas feas. Y así en otras partes no nada más en las bahías también en San Carlos, en López Mateos, muchos pescadores me dicen ‘me voy a dedicar a otra cosa, porque lo que me dan no me alcanza ni para pagar el combustible de la lancha’”.

Entonces, “sí, hay mucho temor de la gente, la autoridad civil ya descansa en ellos, en los grupos delictivos”.

La seguridad criminal

Sobre cómo están operando estos grupos, no es extraño en otros estados, pero sí en el sur de la península bajacaliforniana. “Ellos controlan la prostitución, la venta de alcohol, la venta de tabaco después de tal hora no pueden vender y tas, tas, tas. La prostitución después de tal hora sólo las que están registradas, las que pagan el diezmo, entonces pues son cosas terribles”, detalla Alba Díaz.

Ejemplos, tiene muchos el obispo: “Esta muchacha que venía de su trabajo de Ciudad Constitución a Puerto San Carlos que son cincuenta y tantos kilómetros, llegó después de las 10 de la noche, la vieron en la calle, y ‘a ver, tú,  putita; ven pa acá. No te tenemos registrada’. Así que, a bajarle los calzones y darle los tablazos hasta dejarle las nalgas moradas, dispense la palabra, las pompis o los glúteos morados”.

Otro señor que andaba también en la noche, relata: ‘A ver tú, raterillo, ¿de dónde vienes? Y otra vez la tabla, los tablazos, jóvenes que estaban haciendo escándalos en la plaza. Personas que los ven que traen una cerveza después de las 10 de la noche… ‘¿en dónde te la vendieron? Pues ese no paga piso, no paga extorsión’. Entonces ahí van con el dueño y se lo friegan”.

En las comunidades de Baja California Sur, denuncia el jerarca católico, “ese tipo de cosas son las que están pasando y es lo que tiene a la gente con miedo”.

“Yo les digo: ‘bueno ¿y la autoridad, el delegado municipal, la policía? Dicen, ‘no, están nulificados’. Que por una parte sienten más seguridad. Antes había más robos, más esto, más lo otro. Ahorita hay más seguridad, pero a ese costo que pagan impuestos al gobierno, pues haga de cuenta que pagan impuestos también al narco, pagan el predial y pagan el piso y pues, no”.

Al respecto, se le preguntó si estima que en más de 20 años habitando en La Paz, la violencia en estos momentos se ha incrementado

“La violencia física de balazos y todo eso no, pero este otro tipo de violencia, sí, es este otro tipo de violencia psicológica, de tipo no sé cómo decirle que siente que viven en un estado donde hay toque de queda. Situaciones de esas, sí. 

›“Violencia contra la población de que tienes que pagar piso, de que tienes que pagar, ‘móchate con tanto porque tienes esto, tienes este negocio’. Pos pobre gente, de por sí están fregados con la pandemia, pequeños negocitos: una peluquería, una estética ¿y todavía quieres que te pague? Pues oye, está mal, ¿verdad?”.

¿En esas comunidades que visita llegan los programas sociales y son un incentivo para que los jóvenes se alejen de integrarse las bandas criminales?

Mire, en las rancherías y todo eso no me consta. Sí me consta que ha entrado mucho el consumo y el tráfico de drogas, eso sí lo sé, eso sí me lo han dicho en este tipo de rancherías.

“En dónde sí me han hablado de lo que usted me dice es acá en Bahías, en los puertos San Carlos y López Mateos, pero los mismos jóvenes que reciben becas de Construyendo el Futuro o algo así, y de preparatoria son los mismos que en la noche andan haciendo este tipo de actividades de tablear a la gente y de imponer el orden y de cobrar las extorsiones.

“Pero ordinariamente se cambian de pueblos los de San Carlos van a López y los de López van a San Carlos, pero son comunidades que se conocen, que están cercanas. De eso sí se queja la gente, pero son los mismos que reciben becas que esto y que lo otro. Y cada vez quieren más y no se conforman. Así es”.

La Iglesia podría convocar al diálogo con los grupos

¿Qué opinión le merece el señalamiento del gobierno que dice que es el segundo estado donde la gente se siente más segura?

¿Dónde la población se siente más segura?, Yo creo que sí, por eso le digo que ya no hay balaceras ni esos asesinatos, como los que hoy tenemos en Michoacán, Zacatecas, Jalisco, Nuevo León que es mi tierra, ya no hay ese tipo de violencia.

“Sí hay muchos desaparecidos. Aquel domingo 23 de enero no hablé de desaparecidos; sin embargo, cuando acabó la misa de la paz y todo eso, pos siete señoras distintas,  una sola acompañada de marido, se acercaron y antes de que entrara a la sacristía me abordaron que la misa les había gustado y que su hijo y su hija estaban desaparecidos me enseñaban las fotos de sus celulares, tanto se puso así tan trágica la plática que yo también me puse a llorar, ¿qué le hacemos? También tengo sensibilidad, o sea, desparecidos sí ha habido.

“Una vez desapareció el sobrino de un padre, pos los familiares más cercanos sí salían; una vez que vino (Andrés Manuel) López Obrador salieron con pancartas y todo eso, era un grupo pequeño no era numeroso, y ya le hablaron por teléfono a un tío de este padre, ‘dile a tus familiares que paren éste ya está muerto y no queremos matar a otros que ya le paren’ y le pararon, pues da miedo esos cárteles.

›“Pero como le digo, da la impresión de que ya es un solo cártel en concreto hablan del de Sinaloa, ya ven que López Obrador pidiéndole disculpas al Chapo en la mañanera, perdón el señor Joaquín Loera, y que dijo del Chapo Ovidio y de la mamá del Chapo que saludó a López (Obrador) que es lo que dicen en Sonora en Sinaloa, y hay mucha gente de esos estados, pues si se habla de eso”.

Estaría dispuesto a ser mediador con esa banda del crimen organizado, así como lo ha señalado monseñor Rangel en Chilpancingo, que se dialogue con los criminales, en Baja California se podría dar este diálogo?

Con tal que todo sea abierto y transparente, nada abajo del agua. Ya ve usted  el lío que le hicieron a Cuauhtémoc Blanco porque en un templo católico está retratado con tres narcos dirigentes de bandas y cosas de  esas.

“Ahora imagínense el obispo se reúne en privado con los… Que sea una cosa abierta ver cómo pactan entre ellos y cómo pactan con el gobierno, de tal manera que todo el mundo se sienta seguro. Algo abierto, no algo así que se hace a escondidas, a la luz”.

¿Abierto también a los medios de comunicación o que la información sea pública?

Ponga usted que eso no, verdad, pero sí abierto en el sentido de que la gente sepa que vamos a tener una reunión; dónde y cuándo, no se dice.

¿Y la iglesia podría proponer el diálogo con el crimen organizado?

(El obispo toma su tiempo para responder, respira y responde) Yo creo que no, yo creo que no (…) La Iglesia podría proponer el diálogo del gobierno con el crimen organizado, es a la sociedad civil a la que le corresponde eso. No, no a la Iglesia. La iglesia puede convocar al diálogo pero nada más, al crimen organizado o se involucran las partes o no se involucran, verdad”.

¿Pero sí lo ve cómo una solución a esa problemática de violencia  que se está viviendo en Baja California Sur?

Sería un gran paso, pero faltarían muchos pasos más, para acabar con todo, muchos; porque toda la chamacada esa que está metida en el crimen organizado no se va a satisfacer tan fácilmente, porque yo platique con el jefe de la banda ¿verdad? Pues no.

“Ya ve usted ahorita cómo está Guerrero y ganó Morena, cómo está Michoacán y ganó Morena; cómo está Zacatecas ganó Morena, pero un hermano de Monreal. Entones, ahí sí lo entiendo un poco más. Jalisco y Nuevo León ahí no ganó Morena, entonces entiendo que no haya apoyo federal, ni para eso, ni para otras cosas, que el agua de Monterrey que las presas  se están consumiendo, que las presas de Monterrey, es decir lo mismo que pasa con el INE de ahorcarlos económicamente.

¿Entonces en Baja California Sur hay que actuar antes de que se llegué a la situación que se vive en estos estados?

Eso es precisamente lo que yo propuse en Catedral. Es necesario parar esto ahorita estamos a tiempo, después será muy tarde, será cómo cuando el enfermo ya llega en estado… ya nomás vienes a morirte, o sea no esperarnos hasta el final sino tratar ahorita iniciar esos pasos, que no sé qué tan difíciles sean, hay intereses por los dos lados.

“Es decir, es muy fácil que un gobierno pacte con una banda criminal, por qué no decirlo, es decir, ‘tú tienes esto… vamos a respetar’, pero esas  son cosas muy maquiavélicas muy por debajo de la mesa totalmente en lo oscurito y eso no es correcto, no es cristiano.

Eso dice el que obra bien obra en la luz; los que obran mal, obran en la noche, en la oscuridad, porque no quieren que se descubran sus obras.

Morena, no defrauden

Alba Díaz se reconoce amigo cercano del ahora gobernador Víctor Manuel Castro Cosío, pues lo conoce desde hace 20 años (desde que comenzó como secretario de Educación en 2001, con el entonces mandatario local, el perredista, Leonel Cota Montaño), y “siempre me he llevado bien. Y así ha sido una amistad muy cercana. El día que él me invita a desayunar voy a su casa y platicamos”. 

Sólo que después de que ganó la elección, Castro Cosío se alejó del obispo.

“Cuando fue electo gobernador –recuerda–, me invitó a desayunar a su casa. Estábamos solos él, su esposa y yo. Y se soltó llorando. Ya antes de la campaña también me invitó a su casa a desayunar. Muy nervioso, muy estresado, me dijo: ‘Oiga pues López Obrador me mandó a hablar porque hay varios que aspiran a ser candidatos por Morena, y Andrés Manuel dice que él me mandó llamar porque soy amigo de él y me dijo ‘tú vas hacer el siguiente gobernador’. ‘¿Cómo? si aún no son las elecciones y ni siquiera saben si va a ganar Morena’ (le cuestionó el obispo). Nada más así sólo para darle un tirón. No, sí por supuesto se refería al candidato de Morena, pues así.

“Le dije: ‘Mira, México ha sufrido muchas decepciones, ha habido grandes esperanzas con (Vicente) Fox y vino la decepción, nuevamente grandes esperanzas con un nuevo PRI con (Enrique) Peña Nieto y vino la decepción, una corrupción, etcétera. Ahorita nuestro pueblo tiene muchas esperanzas no defrauden, no defrauden, porque van a ser de nuestro país un pueblo que ya perdió la fe en las instituciones, un pueblo sin esperanza y eso es muy peligroso’”.

El obispo continúa con el relato: “Ya que lo eligieron gobernador, pues también me habló. ‘Estoy muy asustado, yo no sé cómo fue posible que yo aceptara ser candidato, tengo mucho miedo, me siento como si estuviera en un estadio con mucha gente y todos viéndome, porque yo soy el pitcher’, es que ellos juegan mucho béisbol ‘y todos los ojos fijos en mí a ver si tiro bien la pelota’. Estaba llorando. ‘No, serénate’, le estaba ayudando verdad, ‘serénate, eres buena persona, tienes tus principios ,tus valores tienes tú ideología, pero tú trata de cumplirle al pueblo lo que has prometido y nada más, no tienes de qué preocuparte, sigue siendo el hombres sencillo que visita los ranchos, los pueblos, sigue siendo el que eres’, y esa fue la última vez que platique con él”.

Al obispo Alba Díaz se le pregunta si es necesaria la intervención del gobierno federal para solucionar la violencia en la entidad, pero responde que prefiere que la solución sea local, “así más cercano, no polarizar a la gente, ya estamos muy confrontados unos contra otros, ¿verdad?”.

Alba Díaz se mantiene a la espera de una reunión con el gobernador Víctor Manuel Castro, quien dijo lo llamaría a su regreso de la Ciudad de México cuando ganó la elección. La Iglesia católica en Baja California Sur en estos momentos, asegura el obispo, va a invitar al diálogo, a buscar la reconciliación, “buscar que se escuchen, que se traten de arreglar los conflictos, la diferencias de una manera distinta”.

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