Sentados en semicírculo en un pueblo de pescadores de Venezuela, niños juegan barajas con fajos de bolívares, la moneda nacional pulverizada por la inflación más alta del mundo.
En este pueblo, fronterizo con Colombia, el Bolívar es historia: tres reconversiones monetarias que desde el 2008 eliminaron 14 ceros a la moneda.
Los billetes sirven para hacer coronas y otras figuras, además de ser usados por los niños, que se tiran en el suelo a jugar entretenidos.
"Si vos ponéis 100, te ganáis 100", explica una niña que coordina la partida de Ajiley, un juego de cartas muy popular al que los pequeños le han dado un giro creativo dando los premios con estos billetes inservibles.
El Bolívar se ha depreciado 72.54 por ciento en lo que va del 2021 y hoy pasará por una nueva reconversión en la que se le quitarán seis ceros.
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