Al menos 20 casetas de cobro en autopistas de 6 estados del País fueron tomadas ayer por grupos de manifestantes, sin que elementos de la Guardia Nacional o agentes de corporaciones privadas lo impidieran.
Incluso, en la caseta de Tlalpan, de la autopista México-Cuernavaca, tres grupos se alternaron para extorsionar a los automovilistas, obligándolos a entregar 50 pesos.
El 21 de septiembre el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que ese delito se iba a acabar.
"Ya no se permite y estamos en un plan para ir recuperando todas las casetas. Eso ya se terminó", aseguró.
La Guardia Nacional y Caminos y Puentes Federales (Capufe) reportaron que la entidad más golpeada por esta actividad fue Sonora con seis tomas en localidades como Guaymas y Hermosillo; seguida de Sinaloa con cinco, en vías como el Libramiento de Culiacán y la vía Mazatlán-Culiacán.
No obstante, debido a la circulación de automovilistas, la México-Cuernavaca sigue siendo una de las más afectadas.
Sólo ayer, manifestantes controlaban las casetas de Alpuyeca y Tepoztlán, además de otras cuatro en Morelos, así como la caseta de Tlalpan, en la CDMX.
En el Edomex había tomas en Tepotzotlán, en la México-Querétaro, y en la vía Peñón-Texcoco.
Los registros oficiales dan cuenta de la presencia de manifestantes, pobladores, activistas y operadores de autobuses turísticos entre las 6:00 y las 19:00 horas del día.
Se turnan para 'ordeñar' la caseta de Tlalpan
Como si fueran a recoger apoyos gubernamentales, grupos de extorsionadores hacen fila para tomar las casetas de cobro de peaje de las carreteras de cuota y exigir dinero por su cuenta para permitir el paso de los automovilistas.
Así ocurrió ayer en la plaza de cobro de Tlalpan, de la carretera que va de la Ciudad de México a Cuernavaca, Morelos, donde presuntos operadores de camiones de turismo aguardaron por más de una hora a que normalistas de Ayotzinapa terminaran su propia recaudación.
Los jóvenes de Guerrero tomaron la caseta hacia las 10:20 horas y permanecieron ahí hasta las 14:00 horas, sin que fueran "molestados" por la Guardia Nacional.
Sin obstruir el paso, alrededor de 50 jóvenes pedían una cooperación voluntaria a los conductores, muchos de los cuales solo daban algunas monedas para seguir su camino en la autopista.
A las 14:00 horas, los normalistas entregaron el control de la caseta al grupo de operadores turísticos, sin permitir que se normalizara la operación del cobro oficial ni por un segundo.
"Ya le tocaba a los de turismo", comentó un normalista, con el rostro cubierto, mientras su grupo analizaba si retirarse o esperar para volver a tomar la caseta.
A esa hora, el flujo vehicular era de 316 unidades cruzando por cada 10 minutos, en ambos sentidos de la carretera, de acuerdo con un conteo propio realizado en el lugar.
Unos 20 minutos después, los guerrerenses abordaron tres autobuses y se retiraron rumbo a su estado.
En tanto, los operadores de turismo, quienes exigían el pago de 50 pesos a los conductores para dejarlos pasar, estuvieron en el sitio hasta las 15:10 horas.
Minutos antes habían llegado seis patrullas de la Guardia Nacional con varios elementos federales.
"Bueno, ya son las tres y uno, vamos y los sacamos rápido", dijo un mando a los demás agentes.
Los operadores de camiones de turismo, que justifican el cobro alterno a los conductores ante la falta de empleo desde el inicio de pandemia de Covid-19, también abordaron autobuses para regresar a Morelos.
Hasta cansarse
Por tercera ocasión en el día, a las 17:40 horas la caseta de Tlalpan comenzó a ser "ordeñada" de nuevo, ahora por un grupo de extorsionadores vinculados a Kenya Hernández, el mismo que estuvo involucrado en una balacera el 1 de octubre en la caseta México-Pirámides.
Un reporte de autoridades federales, en el que se identifica a 30 líderes de grupos que toman las casetas de cobro en el Estado de México, ubicó a Hernández como una de las dirigentes más violentas.
Hernández reclama apoyos a los conductores a cambio de no pagar peaje y el dinero presuntamente es para apoyar la causa de los normalistas de Ayotzinapa.
Ese grupo, de más de 100 personas, llegó en dos autobuses y una camioneta tipo van, y mantuvo el control de la plaza hasta que el cansancio los venció a las 21:30 horas, pues ninguna autoridad los retiró.
Para su jornada de recolección de dinero, llevaron unos 15 kilos de tortillas y tres ollas con sopa de codo, ensalada de lechuga y pechugas empanizadas, así como salsas roja y verde.
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