La Policía de Yucatán, México, descubrió un cargamento de casi una tonelada de cocaína en Junio de 2018 oculta dentro de decenas de tiburones congelados que fueron exportados en barco desde el puerto de Caldera, Puntarenas en Costa Rica.
Los dos contenedores con escualos iban dirigidos a una empresa en Jalisco, que produce calzado, carteras y maletines con base en piel de tiburón.
Y MUCHOS AÑOS DESPUES:
Esa misma empresa tiene una subsidiaria en Puntarenas.
Los 894 kilos de droga iban ocultos en 870 paquetes del tamaño de un ladrillo, envueltos en bolsas, y fueron descubiertos por oficiales en una inspección de rutina que incluyó uso de rayos X y perros. Los paquetes iban en el estómago de los animales.
Los dos contenedores hicieron un largo recorrido antes de llegar al puerto Progreso, en Yucatán. Primero los transportó la nave Erimo y luego el Dover Strait.
Luego de ser embarcados en Caldera cruzaron el canal de Panamá, surcaron las aguas centroamericanas y atracaron en tres ciudades estadounidenses sin abandonar el buque.
Emilio Vargas, vocero de la Sociedad Portuaria de Caldera, indicó anoche que, por ser refrigerados, los contenedores nunca se abren hasta llegar su lugar de destino. “Hay una prohibición”, dijo.
Destinatario. Los tiburones iban dirigidos a la empresa Tenería del Caribe Manufacturera, con sede en el estado de Jalisco.
En ella figura como gerente general Francisco Pozos Lepe. La empresa tiene una subsidiaria en en El Cocal de Puntarenas.
Pozos aparece registrado aquí como presidente y apoderado generalísimo de Tenería del Caribe Internacional S. A.
Ante el Registro Mercantil esta última se inscribió como una empresa dedicada “a la compra, importación y exportación de productos del mar y otras actividades conexas”.
Bernal Jiménez Moraga, contador de Tenería del Caribe, confirmó que esta se especializa en envíos de tiburón a México desde hace seis meses. La empresa se inscribió ante el Registro el 30 de julio del 2008.
Las autoridades mexicanas desconocían ayer el nombre de la empresa que envió desde aquí los tiburones. Jiménez comentó que la última exportación de Tenería tuvo lugar hace un mes.
En esa ocasión se enviaron a México, desde Caldera, 40 toneladas de escualos; justo la cantidad decomisada el martes en Yucatán.
La empresa de México registra como dirección La Esperanza 44300, Guadalajara, Jalisco. Se dedica a la fabricación de calzado.
Cambio. Los contenedores partieron de Puerto Caldera el 18 de mayo a bordo del Erimo . El buque presta sus servicios a la compañía de transporte marítimo Maerks.
Nueve días más tarde, los compartimentos de carga hicieron trasbordo al Dover Strait. Ese traslado ocurrió en Manzanillo, Panamá.
El barco arribó a Moín, Limón, el 28 de mayo a las 12:20 p. m. Se mantuvo allí hasta el día siguiente, cuando zarpó a las 3 de la tarde.
Trámites. De la exportación se encargó la agencia aduanal desalmacenadora Tical del Oeste.
Su representante, Allan Hidalgo Solís, dijo estar sorprendido por el hallazgo. Indicó que la agencia tan solo hizo los trámites a pedido del cliente, aunque dijo no recordar quién era.
“Nosotros nos atenemos a los documentos que nos presentan. No revisamos lo que va dentro del contenedor”, insistió.
“En los documentos que nos facilitó Aduanas (de México) se especifica como zona de embarque (de los contenedores) Costa Rica”, confirmó a La Nación Eduardo Villa Valenzuela, comandante de la IX Zona Naval de Yucalpetén, en Yucatán, México.
El contador de Tenería del Caribe (Costa Rica) informó que Francisco Pozos está fuera del país. El mexicano compró un Nissan Sentra 2002 el año pasado y en el documento de inscripción registró como dirección Canoas de Alajuela.
Un agente de la Policía de Control de Drogas (PCD) afirmó que el caso aquí no era investigado. Colaboraron Gianina Segnini y Roy Chinchilla.
***Publicado el 18/Junio/2009/
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