Esta cifra varía por entidades federativas, pero nunca baja de cuatro de cada diez, y en algunos casos roza el 90%.
Una recopilación reciente de estudios de mortalidad de pacientes covid en UCIs de China, Italia, Estados Unidos, Dinamarca o España situaba el porcentaje para todos ellos en valores mucho menores: entre 25% y 40%. ¿Es la epidemia el doble de letal en Tijuana que en Madrid, o hay algo más explicando estos valores anormalmente altos? Un análisis pormenorizado de las cifras oficiales a día de hoy apunta a lo segundo: no sería tanto que los tratamientos fallen, ni que el virus afecte más a los mexicanos, sino que muchos no estarían accediendo a los cuidados necesarios para su estado.
Falta acceso
En el punto más crítico de la epidemia (mayo-junio), los datos señalaban un problema que se mantiene: una gran mayoría de las muertes confirmadas o bajo estudio de infección aparecía en la base oficial como no tratada por UCI, ni por intubación.
La falta de tratamiento codificado es mayor entre los pacientes del IMSS y del ISSSTE que entre quienes accedieron a cuidados por otras vías, como la privada. En suma, dos tercios de fallecimientos positivos no habría disfrutado de acceso a lo que se considera aún hoy como el cuidado básico para pacientes críticos de una afección que, pese a mostrar derivaciones sistémicas, se sigue considerando como marcadamente respiratoria en sus versiones graves.
Cuando se montan todas las categorías de pacientes críticos (confirmados o sospechosos) por sector de entrada al sistema, la imagen es mucho más nítida: al final, el grupo mayoritario es el que aparece sin tratamiento de cuidados intensivos o de soporte respiratorio.
A menos que la propia Secretaría de Salud esté dejando de codificar acceso a cuidados, esta perspectiva ayuda a entender por qué el porcentaje de muertes tras pasar por UCI es tan alto: sencillamente, parece que un gran número de enfermos con evoluciones graves de la covid no tiene acceso al soporte médico necesario, lo cual sugiere que, quien llega a él antes de recuperarse o fallecer, lo hace en una situación de deterioro considerable.
Bajo esta óptica se puede recuperar el mapa por entidades, pero ahora ubicando cada una de ellas en ambas dimensiones: no solo el porcentaje de muertes entre los críticos, sino también la otra cara de la moneda: la proporción de fallecidos que no habría recibido tratamiento crítico. Los territorios en la parte superior derecha de este gráfico (Sonora, Coahuila) concentran probablemente peores condiciones de descubrimiento, reporte y acceso para enfermos de covid.
Como ya se veía en los datos provisionales hasta junio, el exceso es particularmente intenso entre hombres de mediana edad, algo que encajaría tanto con la mayor exposición a riesgo por la recuperación de la actividad económica en mitad del contagio, como con la estructura de comorbilidades (obesidad, diabetes) distintiva de la población mexicana, capaz de interactuar tanto con el virus como con el peor acceso a cuidados en contexto de pandemia para producir un diferencial en este segmento.
En los estados mas marginadoz y pobres del mexico. Donde hay la mayor tasa de de niños sin acceso a ala educacion y de internet. Ala miseria mediocre se le ocurrio otra de sus absurdas . Pendejas y mediocre idea. Subastar aviones carros y barcos. Para comprarles trompetas y tambores a los niños de oaxaca y chiapas. Adi como lo oyen aunque parezca algo de una pelicula para ignorantes. Pues bueno eso es la nueva gran ocurrencia del mediocre. No crean que les va a comprar tablets. Ni los va a dorar de internet para que tenngan acceso a la educacion . No el pendejo los quiere seguir teniendo ignorantes y asi pues no exijan lo que realmente les serviria para salir de la pobreza extrema. Que es el acceso a la exucacion. Ese es el tamaño de pendejo que no gobierna. Debaras vamos a aguantar otros 4 años a este mediocre. Con acciones que solo lleven a mexico ala pobreza. Eres lo peor que le sucedio a mexico. MEXICANOS CERO MORENA PARA EL 2021. O ESO ES LO QUE TE MERECES DE ESTA MISERIA HUMANA O TUS HIJOS. TAMBORES Y TROMPETAS?
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