¿Qué significa esto? La dos cifras anteriores representan probabilidades: las que dicen qué candidato tienes más posibilidades de ganar. Puede interpretar esa información como una advertencia: los pronósticos dicen que Biden es favorito, pero cuando en el pasado estuvieron tan seguros como ahora, acabaron equivocándose un 20% o 25% de las veces.
Otra forma de verlo es imaginar un árbol de alternativas: de cada 100 futuros posibles, los números de arriba dicen en cuántos gana Biden y en cuántos Trump. Lo que no sabemos es cuál de esos futuros será el nuestro.
De dónde sale la predicción: encuestas
Es un promedio de cuatro predicciones que veremos abajo: dos modelos estadísticos, las apuestas y los pronósticos de expertos. Pero todos ellos se alimentan de los sondeos electorales. El gráfico muestra las dos cifras básicas para seguir la carrera: 1, el porcentaje de voto de cada candidato (una media de encuestas), y 2, su probabilidad de victoria (nuestra predicción).
El gráfico muestra como han ido cambiando las encuestas y los pronósticos desde enero. Pasando el cursor por el gráfico, es fácil ver, por ejemplo, que Trump perdió opciones cuando se confirmó que se había infectado por coronavirusEl gráfico muestra como han ido cambiando las encuestas y los pronósticos desde enero. Pasando el cursor por el gráfico, es fácil ver, por ejemplo, que Trump perdió opciones cuando se confirmó que se había infectado por coronavirus.
Es importante entender la diferencia entre sondeos y probabilidades. La primera cifra (los sondeos) dice cuántas personas votarán por Biden o Trump. La predicción probabilística va más allá. Es un intento de estimar las opciones de ganar que tiene cada uno. Las predicciones se apoyan en los sondeos, pero consideran también otros factores, como la marcha de la economía, las características del sistema electoral (saben que Biden necesitará más votos que Trump para ganar), y uno fundamental: el error posible de las encuestas.
La situación Estado por Estado
El mapa representa la ventaja en puntos que tiene un candidato sobre otro, según los sondeos. (Usamos la media FiveThirtyEight o sus proyecciones).
Aquí vemos cómo influye el mecanismo de elección presidencial. Cada territorio reparte cierto número de delegados, que van a parar todos al candidato más votado: el ganador se lo lleva todo. En total se reparten 538 y la presidencia se gana con 270. En el gráfico clasificamos los Estados en cinco grupos: los “seguros” para Biden o Trump, los que tienen favorito y los empatados.
Nuestra predicción probabilística
Es el resultado de promediar los pronósticos de cuatro fuentes diferentes, que consideramos las más fiables. Cada una tiene sus ventajas: los modelos estadísticos son más claros y sistemáticos, pero los expertos pueden reaccionar a eventos complejos o únicos. Hacer una media es un consenso.
Los pronósticos que ofrece el mercado de apuestas políticas, recogido por Real Clear Politics.
Las predicciones de los expertos en predicción cuantitativa de Good Judgement. Es un proyecto a partir de las investigaciones de Philip Tetlock y Barbara Mellers.
El modelo del semanario en colaboración con el estadístico Andrew Gelman. utiliza sondeos, pero da bastante peso a otras variables fundamentales (Ej. económicas).
El modelo estadístico de FiveThirtyEight, que elabora el estadístico Nate Silver desde hace una década. Se alimenta sobre todo de encuestas.
A continuación se muestra cómo han evolucionado los pronósticos de las cuatro fuentes. El gráfico representa las probabilidades de ganar de Biden y Trump en cada fecha:
Estas son las predicciones más recientes:
Estas cuatro predicciones probabilísticas se alimentan de encuestas, que son la fuente de información primordial para pronosticar unos resultados electorales. Pero además las potencian con tres ventajas:
- Predicen más que votos. Estos pronósticos tienen en cuenta otras claves, como el reparto de delegados o la posibilidad de que un puñado de Estados acaben dando la vuelta a la elección. Los modelos de simulación son especialmente útiles para explorar todos esos escenarios.
- Consideran más fuentes de información. Los modelos incluyen variables fundamentales y económicas. Por ejemplo: saben que al candidato en la Casa Blanca le beneficia que la economía vaya bien. Además los expertos pueden reaccionar a eventos complicados: ¿qué pasa si Trump enferma o anuncia una vacuna?
- Y sobre todo: informan sobre la incertidumbre de una elección. La ventaja de predecir con probabilidades es que nos permite ofrecer una información doble: tratamos de apuntar al ganador con más posibilidades, pero también le informamos de la probabilidad de una sorpresa. Si un candidato lidera las encuestas por un par de puntos —como Hillary Clinton en 2016—, nuestra predicción le dirá que es favorito, pero también que no sería extraño que ganase su rival.
Fuente.-Kiko Llaneras/Luis Sevillano e Ignacio Povedano
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