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martes, 9 de junio de 2020

POR un "TAPABOCAS y NO CALLARSE la BOCA": ESCALA la VIOLENCIA de MANIFESTANTES y la VIOLENCIA VERBAL de AMLO y el GOBERNADOR de JALISCO...no se gobiernan ni ellos.



La pugna entre el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador escaló a actos de violencia en medio de las protestas del jueves 4 en Guadalajara contra el abuso policial que causó la muerte de Giovanni López, detenido hace un mes por presuntamente no usar un tapabocas, y cuyo uso obligatorio fue ordenado por el mandatario estatal. Este punto del conflicto llega en un contexto en el que el gobernante local ha ganado mayor protagonismo político y el Ejecutivo federal ha retomado sus giras estatales. 

Envuelto en una serie de escándalos políticos y enfrentamientos con el gobierno federal, el jueves 4 le estalló un conflicto mayor al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, con una violenta protesta de jóvenes que destruyeron parte del Palacio de Gobierno, quemaron patrullas y se enfrentaron con policías estatales por la muerte de Giovanni López a manos de policías de Ixtlahuacán de los Membrillos.

Desde el inicio de la pandemia causada por el covid-19 a la fecha, Alfaro ha adquirido un protagonismo a nivel nacional por lanzar diversas acusaciones contra el gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el manejo de la emergencia sanitaria. 

De las diferencias que el mandatario estatal tiene con la 4T destaca la que ha exhibido públicamente con el subsecretario de Prevención y Promoción de Salud, Hugo López-Gatell, a quien calificó de “cínico” –el 29 de mayo último–, debido a que dejó en manos de los estados la reactivación económica cuando al mismo tiempo “pintó de manera automática a todo el país de rojo” en el semáforo epidemiológico. 

Previamente, el 1 de abril reciente, el mandatario jalisciense señaló que sería un acto de “traición a la patria” la negativa de López-Gatell de hacer pruebas rápidas por cuidar sus estadísticas. De acuerdo con el subsecretario de salud, la calidad de diagnóstico de las pruebas es limitada, por lo que, “si no son competentes, no tenemos por qué utilizarlas”. 

Al día siguiente, Alfaro se dirigió a López-Gatell –vía un video– para pedirle que se permita la importación de pruebas rápidas y recalcó que no podía aceptar que, “con mentiras, descalifique nuestro planteamiento. No podemos aceptar que México siga sin medir, como se debe, los posibles contagios”. 

Según el mandatario estatal, su intención de hacer las pruebas es detectar más rápido los posibles contagios, aislarlos y evitar la propagación del virus. Su plan de la aplicación de los exámenes rápidos comenzó el 25 de marzo último, cuando anunció la compra de 20 mil de esos test para detectar el nuevo coronavirus. Sin embargo, dos días después informó que el proveedor incumplió. 

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