Las tropas del cártel Santa Rosa de Lima, en Guanajuato, han incendiado este sábado una veintena de vehículos en las calles de Celaya y otras comunidades rurales aledañas como respuesta a una intervención policial de calado en la que se han registrado varias casas del crimen organizado.
La operación ha resultado con el arresto de unas 25 personas, la mayoría relacionada con los disturbios callejeros, pero también la madre y la hermana del capo, según la Secretaría Nacional de Defensa, y una tercera mujer, todas relacionadas con la estructura financiera del cártel. Además se incautaron de dos millones de pesos (88.000 dólares). En dos vídeos, el supuesto jefe del grupo criminal, José Antonio Yépez, El Marro, confirma que los agentes se han llevado a su madre y embiste contra el Gobierno y el Cártel Jalisco Nueva Generación. La otra grabación es parecida, pero sale gimoteando. No hay confirmación oficial de que se trate del Marro.
Celaya, de cerca de medio millón de habitantes, estuvo ardiendo este sábado desde la tres de la tarde, una reacción clásica de este cártel —líder en el robo de combustible en una zona sembrada de refinerías de Pemex—, cuando se ve acorralado por las fuerzas de seguridad. Grandes camiones, autobuses y algunos comercios envueltos en llamas desprendían enormes humaredas que bloqueaban calles y carreteras. Por la noche, el “95% de los puntos en conflicto estaban ya controlados”, según la portavocía de Seguridad del Estado. “La operación policial se ha producido en zonas de recursos económicos del cártel, algo que es materia muy sensible” para el crimen organizado, por eso la reacción ha sido tan violenta, según la portavoz de la Secretaría de Seguridad Estatal, Sophia Huett. “Tratan siempre de distraer la acción policial, de presionar y chantajear, pero no vamos a dar un paso atrás, el crimen no está controlando el Estado, está reaccionando”, ha añadido.
La lucha del Gobierno federal por acabar con uno de los bastiones del crimen organizado en el centro del país además de la guerra que ya enfrentaban con el grupo criminal más poderoso de México (según la DEA), el Cártel Jalisco Nueva Generación, ha sembrado de cadáveres uno de los corredores industriales más prósperos. Guanajuato es el Estado con más homicidios del país, hasta mayo de este año —pese a la pandemia y las medidas de confinamiento— ha registrado 2.089 asesinatos, es decir, casi 14 al día. Y la ciudad de Irapuato ha sido considerada una de las más violentas del mundo.
En los dos vídeos grabados al que parece el jefe del cártel, este está sentado en una silla y, como un chaval enrabietado, suelta una ristra de insultos repetidos contra el Gobierno y contra el cártel jalisciense. Sorprendió el primero que trascendió porque hacía algunos pucheros, algo desconcertante al tratarse de un criminal impío. Advierte al cártel de Jalisco que defenderá su territorio a como dé lugar. En el segundo informa que se han llevado a su madre y habla de finanzas, pero amenaza con todo el arsenal violento del que pueda disponer. Y sigue profiriendo insultos sin gracia ninguna.
San Isidro Elguera está lindando con Santa Rosa de Lima. Es una comunidad a las afueras de Celaya, la ciudad de cerca de medio millón de habitantes, donde se iniciaron las quemas de vehículos que se replicaron en otras partes, como Acámbaro, Uriangato, Apaseo o Salamanca, todos ellos territorios donde actúa el crimen organizado. En la operación han participado cuerpos de seguridad federales y estatales. Jesús Padilla, director del medio digital am.com.mx de Guanajuato, dijo que según su información los cateos (registros) seguían en cinco casas de Elguera, donde “se han incautado de armas, drogas y vehículos robados”. Padilla reporta el incendio de cuatro tiendas OXXO y dos negocios de muebles. La tarea de los periodistas locales se ha complicado enormemente en los últimos tiempos en este Estado debido al crimen.
Las fotografías muestran una cuerda de detenidos flanqueados por los agentes de la policía militar. La fiscalía pedirá para ellos delitos de terrorismo a fin de que las penas sean mayores. “Es fácil en Guanajuato causar estos estragos porque por aquí pasan dos importantes carreteras federales. Les es fácil detener a los conductores, hacerlos bajar y prender el vehículo”, ha explicado por teléfono la portavoz de Seguridad del Estado.
Guanajuato era tradicionalmente próspero y hasta hace apenas un par de años de los más seguros de México. La entidad era conocida, además de por la inversión extranjera en la industria, con salarios miserables y ausencia de sindicatos, por dos de sus municipios estrella para el turismo: Guanajuato (la capital) y San Miguel de Allende, dos pueblos coloniales donde cada año acuden miles de visitantes estadounidenses, en su mayoría, y donde se celebra el Festival Internacional Cervantino.
Pero desde hace dos años, los asesinatos y las desapariciones están a la orden del día. En un solo mes, pueden perder la vida violentamente medio millar de personas. José Antonio Yépez, El Marro, es ahora uno de los criminales más buscados en México. Por lo demás todo es un clásico, mansiones con murallas y túneles y alguna excentricidad al gusto de cada capo. El criminal se hizo famoso tras amenazar públicamente al presidente Andrés Manuel López Obrador el año pasado. Ahora la pelea mortal la libra con el cartel Jalisco Nueva Generación, con el que se tiene declarada la guerra. La Fiscalía General del Estado informó a principios de año de la detención de Karina, la “pareja” del Marro y a otros dos tres importantes criminales que relacionaron con el cártel.
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