Tábata Jaylin tenía seis años al momento de morir. Los últimos instantes de su vida los pasó a lado de su padrastro. Según los reportes, el hombre de 35 años se exasperó porque la niña no quería hacer la tarea, entonces la pateó hasta dejarla herida de muerte. Tábata murió en su casa, antes de llegar al hospital, los golpes le causaron un traumatismo en el abdomen.
El caso, de octubre de 2018, ocurrido en Ixtapaluca, Estado de México, sigue abierto. Pese a las características del homicidio, en el acta de defunción de Tábata la autoridad no fue capaz de determinar la causa de la muerte ni el parentesco que tenía con su agresor.
En cambio, ella pasó a formar parte de la lista de 157 menores de 15 años que murieron en 2018 a manos de sus padres, en sus hogares o por maltrato: un niño asesinado cada dos días.
A partir de un análisis de las actas de defunción que procesa el INEGI, EMEEQUIS pudo determinar que en el último año de gobierno de Enrique Peña Nieto, 460 menores de 15 años fueron asesinados en México, al menos el 34 por ciento con indicios que permiten relacionarlos al maltrato infantil.
SEGUIMIENTO A LA SERIE DE REPORTAJES
Esta revista digital publicó recientemente el especial #MatarAUnHijo en el que aborda la vulnerabilidad que viven los menores de 15 años en México, quienes tienen alto riesgo de ser asesinados a manos de sus familias, en sus hogares o directamente por maltrato. Aún con las estadísticas, las autoridades no asignan presupuesto ni crean políticas públicas para evitar estas muertes.
De los 157 homicidios detectados, apenas en 14 la autoridad definió el parentesco del agresor. Según esta muestra, madres, padres y padrastros son los principales agresores, pero no los únicos, aparecen cuñados, primos, tíos y otros familiares no determinados. Un símil de lo que ocurrió entre 2012 y 2017.
En las actas de defunción no aparece, por ejemplo, el caso de Landon Yahir, que forma parte de las entregas de #MatarAUnHijo. Landon, un pequeño que a sus 8 años pesó 14 kilos el día de su muerte, 60 por ciento menos de lo normal para un niño mexicano de su edad.
Sin embargo, en una búsqueda de casos en los que la prensa mexicana reportó homicidios de niñas y niños a manos de sus familiares, la cifra de las actas de las defunción que señalan a un familiar como agresor, se duplica. Este medio encontró al menos 30 casos en los que los niños fueron asesinados a manos de sus familias. Los principales agresores se repiten: padrastros (7), madres (7), padrastros en complicidad con las madres (4), padres (6) y otros (7).
¿CÓMO MATAN LAS FAMILIAS MEXICANAS?
A las 09:30 horas, en una finca de la colonia Jardines Nuevo México, en Zapopan, Jalisco, un padre decidió terminar con la vida de sus hijos. Una niña de 10 y dos niños de siete y 12 años recibieron los impactos de bala de la pistola que disparaba su padre.
Era abril de 2018. La niña murió inmediatamente junto con su padre que, tras dispararles, se suicidó; al más pequeño de los hijos se le declaró muerte cerebral cuatro días después de la agresión.
Morir a disparos fue la principal forma de muerte en 2018. Tres de cada 10 homicidios con características de maltrato infantil, fueron cometidos con un arma de fuego (31%). Ésta, la primera causa de muerte para menores de 15 años, sólo es seguida por ahorcamiento (13%), arma blanca (12%) y maltrato, negligencia y abandono (10%).
Salvo en 11 casos donde la autoridad determinó la causa de muerte por fuerza corporal, empujones, uso de drogas, fuego u objetos sin filo, en el resto, no fue capaz de definir la causa de muerte.
En cambio, en los reportes de prensa con familiares identificados, las principales causas de muerte son golpes y abuso sexual.
La vulnerabilidad según la edad continuó en la misma línea de lo reportado en #MatarAUnHijo: el 59 por ciento de los homicidios se cometió contra menores de siete años, pero los más indefensos siguen siendo los que tienen menos de un año.
EN 2019, EL PANORAMA NO MEJORA
“Son las 18:00 horas y hemos empezado a alistar todo para nuestro suicidio”, escribió Mari, una mujer de 31 años, en su carta póstuma, antes de quitarse la vida y asesinar a sus tres hijos. Los pequeños de dos, nueve y diez años fueron encontrados juntos, recostados en su cama; su madre les había dado de beber raticida con agua. El triple homicidio sucedió en Naucalpan, Estado de México.
Aunque las actas de defunción de este año aún no están disponibles, los casos detectados en reportes de prensa indican que el panorama no será mejor. Hasta el momento hay 31 homicidios registrados, la mayoría de las muertes es por uso de fuerza corporal, mientras que los agresores repiten: madres (10), padrastros (7), padres (6).
Sin embargo, la atención al maltrato infantil sigue sin ser prioridad. El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 contempla apenas 124 millones de pesos para atender los casos de violaciones a derechos humanos de niñas, niños y adolescentes, una reducción a lo que se destinó este año y en el último año de gobierno de Peña Nieto.
La Procuraduría de Protección y Restitución de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del DIF, el área que teóricamente debe encargarse de prevenir y atender los casos recibirá 32 millones de pesos menos. Mientras tanto, cada dos días un niño es asesinado en México a manos de sus familias, en sus hogares o directamente por maltrato.
#NiUnNiñoMenos
fuente.-@alecrail/
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