El exdictador altiplánico Evo Morales Ayma llegó en la semana a México, a invitación del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tras un hollywoodesco “rescate” organizado por el canciller Marcelo Ebrard.
Desde su llegada, la T4 se ha dedicado a exhibirlo en cuanta vitrina tiene a la mano, pues quien hasta hace poco oficiaba de mascota del eje Caracas-La Habana sirve de extraordinaria cortina de humo para desviar la atención de lo importante: el desastre de la economía, la demolición de la CNDH y el fracaso de la estrategia de seguridad, por sólo mencionar tres elementos de la agenda.
Diversas reacciones –y muchas preguntas incómodas– ha provocado la adopción de Morales por parte de la transformación de cuarta (T4). Uno de los cuestionamientos es el relativo a la forma en la cual se van a sufragar los gastos del líder cocalero en México.
El más conspicuo representante de la T4, el diputado Fernández Noroña, se apresuró a resolver el enigma: los representantes de Morena en el Congreso de la Unión se caerán con un quinientón cada uno y con eso don Evo tendrá un estipendio mensual incluso mayor al salario del presidente López Obrador.
Individuos con un poco más de neuronas en funcionamiento, entre ellos el Mijis, le han revirado a Noroña con un planteamiento inteligente: ¿y si mejor se destina ese dinero a los niños huérfanos del País?
Más allá del diferendo entre morenistas, el cuestionamiento respecto de cómo sobrevivirá el exdictador boliviano en México es relevante por razones más allá del humanitarismo. De acuerdo con diversas fuentes, Evo Morales en realidad no necesita un centavo de ayuda mexicana, pues nada en dinero.
El periodista peruano Jaime Bayly ha señalado repetidamente esta semana, en su programa transmitido a través de la cadena estadounidense MegaTV, una serie de datos sobre la presunta existencia de un cártel boliviano del narcotráfico asociado a la organización criminal encabezada en México por Joaquín “el Chapo” Guzmán.
“Evo Morales era el jefe de un cartel de narcotráfico que le vendía coca al 'Chapo'": Jaime Bayly...
De acuerdo con Bayly, quien cita cifras de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) y del Departamento de Estado de los Estados Unidos, durante el periodo en el cual Evo Morales gobernó Bolivia el cultivo de hoja de coca se multiplicó 10 veces, lo cual llevó a Bolivia a convertirse en el tercer país productor de cocaína en el mundo.
La conexión de los productores bolivianos de cocaína y el Cártel de Sinaloa ha sido expuesta en un documental del periodista español David Beriain, quien pasó tres meses conviviendo con los integrantes de dicha organización criminal y documentó el vínculo entre El Chapare –la zona donde se cultiva la mayor parte de la coca ilegal de Bolivia y en la cual operan seis federaciones de cocaleros de las cuales Evo Morales es la cabeza– y Sinaloa, el asiento del cártel del Chapo.
Beriain, reconocido corresponsal de guerra, documentó el hecho como parte de la serie “Clandestino” producida por Discovery Channel y, de acuerdo con sus investigaciones, la organización sinaloense compraría la cocaína en Bolivia porque era más seguro hacerlo ahí, debido a la protección oficial de la cual gozaban sus productores bajo el gobierno de Morales.
Según Jaime Bayly, durante los casi 14 años de Morales al frente del poder en Bolivia, las organizaciones productoras de cocaína presuntamente protegidas por su gobierno habrían obtenido ingresos por unos 2 mil millones de dólares, una parte de los cuales integrarían la fortuna personal del líder indígena.
Los señalamientos en este sentido, vale la pena precisar, no son nuevos. En mayo de 2015, el coronel del ejército boliviano, Germán Cardona, pidió refugio en España tras denunciar la existencia de una orden del gobierno de Morales para asesinarlo por haber expuesto la existencia de una red de narcotráfico auspiciada desde el poder y cuyo centro de operaciones era el aeropuerto internacional de El Chapare.
De acuerdo con el militar, cuya denuncia puede consultarse en un clip de la cadena colombiana NTN24 en YouTube, el aeropuerto de El Chapare habría sido declarado internacional con el único propósito de recibir aeronaves provenientes de Venezuela, mediante las cuales se importaban armas a Bolivia y se exportaba cocaína a Venezuela.
El periodista Brasileño Leonardo Coutinho también ha documentado la presunta existencia del cártel boliviano de la cocaína en un libro, “Hugo Chávez, el Espectro”, en el cual cita a un expiloto de la fuerza aérea boliviana, Marco Antonio Rocha, quien habría descubierto la utilización de aeronaves militares para el traslado de cocaína entre Bolivia, Venezuela y Cuba.
Si estos señalamientos son ciertos, entonces a Evo Morales no solamente no le hacen falta los de a 500 a cuya recolección se ha apresurado el diputado Noroña, sino al contrario: tiene dinero suficiente para incluso “financiar” él a la T4, tal como se asegura, financiaba al partido español Podemos.
El dato también ofrece una arista ominosa para el análisis del “fallido” operativo de captura del heredero del Chapo en Culiacán, dada las presuntas conexiones entre El Chapare y Culiacán. Seguiremos en el tema.
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