Menos de un mes previo a los tiroteos que cobraron la vida de al menos 31 personas en uno de los más sangrientos fines de semana en la historia reciente de Estados Unidos, una mujer logró evitar que sucediera otra masacre en Texas denunciando a su nieto a las autoridades.
La semana pasada fue detenido en Lubbock, Texas, William Patrick Williams, de 19 años, quien presuntamente planeaba realizar un tiroteo en un hotel de la localidad para luego suicidarse.
El pasado 13 de julio, el joven reveló a su abuela sus intenciones para realizar la masacre, así como la adquisición de un arma larga tipo AK-47 para tal fin, de acuerdo a un comunicado del Departamento de Justicia estadounidense.
Consternada por la gravedad de la situación, la mujer convenció a su nieto de llevarlo a un hospital. Posteriormente, él mismo dio su consentimiento para que la Policía registrara una habitación que William había reservado en un hotel local, donde encontraron el rifle de asalto, así como municiones, equipo táctico y armas blancas.
Al investigar, las autoridades descubrieron que el joven había alterado sus datos personales para poder realizar la compra del arma, algo por lo que podría enfrentar una condena de hasta cinco años de cárcel, en caso ser declarado culpable.
El joven se encuentra ahora detendido en la prisión del condado de Lubbock.
El fiscal federal Nealy Cox elogió el actuar de la abuela de William por haber ayudado a evitar que ocurriera una tragedia.
“Quiero elogiar a la abuela, que salvó vidas al interrumpir este complot”, dijo el fiscal.
Asimismo, el fiscal invitó a la ciudadanía a alertar a la Policía en caso de sospechar que algún amigo o familiar planea un acto de “violencia contra ellos mismos o contra los demás”.
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