El escándalo por la mansión de José Ramón López Beltrán -el mayor de los hijos de AMLO- en Houston abrió un catarata de versiones sobre las investigaciones que ya estarían en curso alrededor de la familia presidencial.
LPO había adelantado muchos meses atrás que el General Audomaro Martínez, jefe de la Inteligencia de la 4T, había advertido sobre la presunta contratación de ex agentes del FBI por parte de Francisco Javier Garcia Cabeza de Vaca para conocer los detalles de la vida de José Ramón en los Estados Unidos. El Presidente desestimó el dato que ahora lo tiene colérico.
se inconforman con los dos:
En las últimas dos semanas, AMLO se enfocó en atacar personalmente a Carlos Loret de Mola, el periodista que presentó desde la plataforma Latinus el informe sobre la "casa gris" de José Ramón, propiedad de un alto directivo de Baker Hughes, empresa contratista de Pemex.
En uno de esos cruces mediáticos, el periodista le respondió en una de sus columnas del Universal que quizás era hora de hablar de su hijo Andy. Un comentario que se sintió como un golpe al mentón en Palacio Nacional.
UN ASESINATO POR ENCARGO:
Según pudo saber LPO, existen dos preocupaciones de AMLO en torno a los negocios y los nexos de Andy López Beltrán. El primero, una presunta amistad -aun no confirmada- con Sergio Carmona, el empresario ejecutado en Nuevo León. Carmona quien fue financiero de Cabeza de Vaca , fue un generoso financiador de las campañas de Morena antes de ser ejecutado en San Pedro en Noviembre de 2021, y se lo acusa de estar vinculado a negocios non sacntos en la frontera tamaulipeca.
AMLO junto a sus tres hijos mayores.
Pero existe otro dato alarmante: AMLO supo que su hijo Andy estaba preparando inversiones en los Estados Unidos, más específicamente en Nueva York. El hijo más político del Presidente solía comentar entre sus amistades que estaba preparando su incursión en un restaurante en pleno circuito neoyorquino.
Alrededor de este dato hay otros detalles que habían pasado desapercibidos: hace apenas unos meses, en otra investigación periodística, se había cuestionado la participación de un amigo de Andy López Beltrán en la organización del programa Sembrando Vidas.
Hugo Chavez Ayala, empresario cacaotero, fomentaba desde Sembrando Vidas la producción de cacao en las zonas aledañas a la Finca Rocío Chocolate, la empresa de Andy López Beltrán. Los productores se quejaban de que fueron obligados a plantar cacao, pese a su preferencia de otros 25 productos.
En esa investigación, se encontró que pese a no aparecer en los registros comerciales de la Secretaría de Economía de México, en Nueva York se registró la marca Finca Rocío Chocolate Corporation, a través de un intermediario de nombre Jesús Héctor Gutiérrez.
Otro detalle inquietante: la "incorporadora" de Finca Rocío Chocolate Corporation -en general abogados que encabezan el trámite de registro de nuevas empresas en Estados Unidos- trabaja desde Delaware, el paraíso fiscal de la costa este.
Son semanas intensas para el Presidente, que además de atravesar una crisis en su relación con la prensa -por los crecientes asesinatos-, también debe contener las investigaciones que podrían salir a la luz alrededor del estilo de vida de sus hijos.
La disputa entre Andrés Manuel López Obrador y Francisco Cabeza de Vaca ya es insoportable para los colaboradores de ambos mandatarios. La disputa política es acaso es aspecto más moderado de ese vínculo completamente tóxico. El encono ya tomó un carácter tan personal que los señalamientos mutuos rozan lo inverosímil.
LPO reveló en exclusiva la primera de las acusaciones graves: desde el entorno de López Obrador afirmaban convencidos que el video de su hermano Pio recibiendo dinero de David León había sido filtrado desde el círculo más íntimo del gobernador Tamaulipeco.
Desde entonces se volvió una cuestión personal. Es de público conocimiento que las causas por lavado de dinero, delincuencia organizada y lavado de dinero incluyeron a toda la familia del gobernador. Hermanos, esposa, suegro, primos e incluso su cuñado "JR", quien es nada menos que el super-delegado de la 4T en Tamaulipas.
Ahora, con un desafuero por medio, que incluso podría detonar la relación del Presidente con uno de los ministros cercanos a la 4T, Juan Luis González Alcantará Carrancá, surge una nueva acusación, que acaso explique por qué el otro día se le preguntó "plantó" una pregunta clave en las mañaneras: ¿Usaría al aparato de inteligencia para frenar las operaciones golpistas que -según el propio Presidente- tienen apoyo en EU?
Ocurre que el propio Audomaro Martínez -jefe de inteligencia de la 4T- habría acercado al Palacio Nacional información sobre una presunta contratación de ex agentes del FBI por parte de Cabeza de Vaca, que como indicó LPO estuvo viajando en las últimas semanas por varios destinos de Estados Unidos.
La contratación de estos ex agentes tendría un solo objetivo: investigar al entorno de AMLO, y más específicamente a los hijos del Presidente, empezando por José Ramón, que vive la mayor parte del tiempo en Houston junto a su pareja Carolyn Adams.
El periodista Mario Maldonado publicó en El Universal que López Obrador había desactivado un escándalo a punto de estallar, al reservar para la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas 2.5 hectáreas de terrenos que se encontraban en disputa en la Isla Grande de Holbox, los cuales estuvieron a punto de ser cedidas a una sociedad para la cual su nuera Carolyn Adams labora como cabildera.
"Hay que extremar todos los cuidados al máximo", le recomendaron al Presidente. José Ramón ya había sido blanco -años atrás- de espionaje cuando le interceptaron una llamada donde hacía averiguaciones para comprar un coqueto departamento en la Colonia Condesa.
Sobre Andy López Beltrán se habría pasado la información de una supuesta amistad que mantiene con dos hombres que integrarían una red de tráfico de combustibles. El dato que circula en Palacio es que este equipo de espionaje ya habría enviado la información al Departamento de Justicia de Estados Unidos, justo cuando la relación de AMLO con Biden atraviesa uno de los momentos más complejos.
El dato que estarían tratando de usar para abrir una carpeta de investigación en los Estados Unidos indicaría que dos hermanos empresarios son "amigos" de Andy López Beltrán, y que estos hermanos estarían al frente de una red de tráfico de combustible, con ganancias superiores al millón de dólares mensuales.
Como ocurre con todos los escándalos vinculados al contrabando, vuelve a aparecer -en la investigación que maneja Cabeza de Vaca- el nombre de Ricardo Peralta, ex titular de la Aduanas que en rigor ahora estaría en la mira de Horacio Duarte. Pero ahí no habría ninguna novedad noticiosa.
Hay un último ingrediente que molesta particularmente: una carpeta con fotografías que estarían reuniendo de Andy en los antros más fifís de la Ciudad de México, donde durante varios años -previo a la asunción de su padre al gobierno- fue un infaltable concurrente.
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