En medio de la llegada masiva de migrantes haitianos a Nuevo León, una cantina ubicada en la calle José María Arteaga, en el Centro de Monterrey, tiene pegadas en sus puertas dos cartulinas con las que solicitan meseras haitianas y cubanas.
"Se solicita mesera haitiana de 18 a 35 años. Bonita presentación. Trabajadora", se lee en un papel.
La otra dice: "Se solicita mesera cubana de 18 a 35 años. Inmediata contratación".
El lugar se ubica entre la avenida Félix U. Gómez y Joaquín Garza Leal.
Al intentar solicitar una entrevista en la cantina para preguntar el motivo por el que buscan específicamente extranjeras y cuáles serían sus labores en el sitio, el personal señaló que no estaba el dueño.
Una trabajadora indicó que el mensaje de las cartulinas era una broma, pero si llegaba una haitiana que quisiera laborar sí la contratarían porque todos son seres humanos.
La cantina no tiene un nombre por afuera, pero la mujer comentó que se llama "El Sol".
Desde hace casi un mes han llegado al Estado más de mil migrantes de origen haitiano que huyeron de su País por la inseguridad y pobreza.
Al ver truncado su sueño de ingresar a Estados Unidos, muchos han buscado regularizar su estancia en el País para poder trabajar legalmente y tener una mejor calidad de vida.
Sin embargo, las oficinas en Monterrey de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados están rebasadas ante el poco personal, y la mayoría de los haitianos ni siquiera ha podido comenzar su trámite de refugio.
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