La creciente presión ejercida por el gobierno de los Estados Unidos sobre México para luchar contra los cárteles de la droga ha llevado a un mayor interés de los medios de comunicación estadounidenses e internacionales sobre el tema, que históricamente solo habían cubierto de pasada.
Este nuevo interés tiene el potencial de significar grandes problemas para el gobierno de México, ya que los medios de comunicación están comenzando a prestar mucha atención a las conexiones profundamente arraigadas entre los niveles más altos de la élite política de ese país y los cárteles de la droga.
Casi inmediatamente después de asumir el cargo, EE. UU. Presidente Donald J. Trump amenazó al gobierno de México con aranceles por su negativa a luchar contra los cárteles de la droga.
Como informó Breitbart Texas, la Casa Blanca llamó públicamente a la “relación” entre el gobierno de México y los cárteles, básicamente llamando al país un narcoestado.
Breitbart Texas informó exclusivamente sobre cómo el jefe de seguridad de México, Omar García Harfuch, estaba liderando la estrategia de medios de comunicación de la nación al embellecer los perfiles de algunas figuras del cártel de nivel medio arrestadas y las incautaciones dejadas por hombres armados, a propósito, según varias fuentes de aplicación de la ley en México, como una forma de dar la apariencia de que estaban tomando medidas enérgicas contra los cárteles.
En la superficie, México se ha centrado en el Cártel de Sinaloa, pero en gran medida ha dejado en paz al hiperviolento Cártel Jalisco Nueva Generación.
La presión del gobierno de los Estados Unidos provocó una atención renovada de los principales medios de comunicación estadounidenses que durante años habían ignorado en gran medida los asesinatos en masa, los secuestros masivos y otros actos brutales llevados a cabo por los cárteles de la droga en México.
Esta atención ha llevado a los periodistas estadounidenses a “descubrir” los lazos históricos entre los políticos mexicanos y los cárteles de la droga. El interés continuo de los principales medios de comunicación tiene el potencial de exponer más vínculos de cártel y amenazar la difícil relación entre México y la Administración Trump.
En uno de sus artículos más recientes, el Wall Street Journal se centró en los lazos entre el Cártel de Sinaloa y el gobernador de ese estado, Rubén Rocha Moya. Como ha informado Breitbart Texas, se cree que Rocha Moya ayudó a organizar una reunión con los principales jefes del Cártel de Sinaloa, donde Los Chapitos prepararon una emboscada para Ismael “El Mayo” Zambada, donde lo capturaron, lo cargaron en un avión y lo llevaron en avión a Texas.
El arresto de El Mayo en los Estados Unidos desató una feroz guerra territorial que ha hundido a Sinaloa en niveles de violencia no vistos antes en esa área.
Rocha Moya no es el único político mexicano que ha sido expuesto por tener vínculos cárteles. La semana pasada, Breitbart Texas informó sobre la deportación de Tomas Yarrington, un exgobernador de Tamaulipas que pasó varios años en una prisión estadounidense por cargos de lavado de dinero.
Actualmente está bajo custodia mexicana a la espera de juicio por cargos relacionados con la habilitación del tráfico de drogas. Durante su mandato de 1999 a 2005, los cárteles de la droga pudieron operar con impunidad en Tamaulipas. Como Breitbart Texas informó en exclusiva, el gobierno de México protegió a Yarrington durante años y le dio oficiales de policía como guardaespaldas mientras estaba catalogado como fugitivo por los Estados Unidos. Departamento de Justicia. El Wall Street Journal informó la misma historia cinco meses después.
Con informacion: ldefonso Ortiz / Breitbart/
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