Alejado de sus dos hijas y su esposa, a quien conoció en 2016, Brandon “N”, de 23 años, pasó tres meses en rehabilitación antes de matar a su familia a cuchilladas, el pasado domingo 17.
Brandon y Carolina se conocieron mientras trabajaban en un centro de atención telefónica (call center) del Parque Industrial La Silla, en Monterrey, Nuevo León. Ella tenía 19 años y acababa de terminar una relación. Entonces empezó otra con Brandon y, al poco tiempo, decidieron vivir en unión libre.
Cuando nació su primera hija, la conducta de Brandon cambió. Se volvió agresivo y maltrataba y golpeaba a Carolina, según personas cercanas a la pareja citadas por Telediario.
Su relación involucraba constantes peleas. Se separaban y reconciliaban de manera frecuente, y en 2020 Brandon comenzó a drogarse, indica el medio.
Carolina no se separó de él, pero sí le pidió a una amiga que elevara sus oraciones por Brandon para que calmara su conducta porque “se le metía el diablo”.
Tres meses antes del domingo 17, Brandon estuvo internado en un centro de rehabilitación contra las adicciones. Carolina vivió esa etapa en la casa de sus padres, junto con sus dos hijas, en la colonia Santa Mónica.
El día del asesinato, la madre y el padrastro de Brandon fueron a buscar a su nuera y sus nietas para llevarlas a comer a la casa de la colonia Mirador de San Antonio, en Villa Juárez, Nuevo León, al oriente de Monterrey.
En la noche, Brandon asesinó a cuchilladas a sus dos hijas, de 6 meses y 4 años; a Carolina, de 25 años; a su madre, Mónica, de 50 años, y a su padrastro, Gaurdenio. El asesino habría dormido junto al cuerpo de las víctimas.
El multihomicida huyó de la escena del crimen, pero se entregó en el municipio de San Pedro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: