Maribel Latin vendía el sábado aguas frescas con su hija y otros integrantes de un equipo de futbol en el estacionamiento del Walmart del área de Cielo Vista Mall cuando vio a Patrick Crusius disparar indiscriminadamente.
La residente de El Paso recibió dos disparos, pero no los sintió, lo único que quería era encontrar a su hija, que momentos antes había entrado al supermercado junto con sus compañeros a comprar algo.
Herida, pero sin saberlo, Maribel corrió para hallarla en medio del caos y violencia, que hasta anoche había dejado 22 muertos, ocho de ellos mexicanos.
Herida, pero sin saberlo, Maribel corrió para hallarla en medio del caos y violencia, que hasta anoche había dejado 22 muertos, ocho de ellos mexicanos.
"Se habían puesto a vender en el estacionamiento aguas frescas para juntar dinero para comprar sus uniformes", narró un familiar.
Maribel no hallaba a su hija porque una empleada de Walmart, que labora en la panadería, escondió a los niños cuando vio que disparaba el supremacista blanco de 21 años.
"Ninguno de los niños fue lesionado", externó el familiar emocionado.
Maribel, que recibió disparos en un brazo y en un pie, fue trasladada al University Medical Center, donde hasta ayer permanecía hospitalizada.
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