El “gobierno reproches y echa culpas” de Claudia Sheinbaum,descubrió muy ofendido, que 29 bloqueos en 17 estados afectaron trabajo, clases, salud, abasto y movilidad… como si eso fuera una revelación y no el síntoma más obvio de que algo se pudrió hace rato. Les indigna el caos en las carreteras, pero no la inseguridad, los bajos precios al campo ni las condiciones en que viajan los operadores que llevan sobre sus espaldas el abasto del país.
El gobierno dolido, el pueblo jodido
La Secretaria de Gobernación a cargo de Rosa Icela Rodriguez,una fracasada en Seguridad, se planta en el púlpito y sentencia que “no había motivos” para movilizarse, porque la mesa de diálogo está abierta y muy bonita, como sala de espera eterna. Mientras presumen más de 200 reuniones y “mesas de trabajo” con Guardia Nacional e Infraestructura, los productores siguen bloqueando porque en la vida real las facturas llegan diario y las soluciones nunca.
El deporte nacional: echar la culpa
La narrativa oficial es simple: los bloqueos “carecen de justificación social”, quizá son movidos por “intereses políticos”, y los malos de la película son los transportistas y agricultores que se atrevieron a incomodar el tránsito. El gobierno se duele por las filas kilométricas y el hartazgo ciudadano, pero ignora que esas mismas carreteras son el mapa de su propia omisión: ahí están la inseguridad, las extorsiones y el abandono al campo que no se arreglan con conferencias de prensa.
Cuando el reclamo estorba más que la negligencia
Es casi poético: el gobierno que no resuelve se indigna porque el pueblo estorba mientras exige que resuelvan. Les preocupa el retraso de mercancías perecederas, pero llevan años dejando que se pudran las políticas públicas, los apoyos al campo y la seguridad en las rutas de carga.
Para quejarse ya está el pueblo
Si alguien tiene derecho al reclamo no es la oficina que firma el comunicado, sino el productor que no sabe si le alcanza para la próxima siembra y el chofer que maneja rezando no toparse un asalto más. El “gobierno reproches” que llora por los bloqueos pero se siente perfecto en sus mesas infinitas olvida un detalle básico: el pueblo no bloquea por gusto, bloquea porque del otro lado de la mesa sólo hay silla vacía y discurso reciclado.
Con informacion: ELNORTE/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: