Los contratos millonarios que firmaron el Tren Maya y las empresas españolas Acciona Construcción, AZVI e Ineco, señaladas en el “Caso Koldo”, un esquema de corrupción que es juzgado en España, no estuvieron exentos de denuncias de irregularidades en México, sin que se haya realizado ningún castigo.
AZVI, en unión con la mexicana Grupo Indi, fue contratada en junio de 2020 para construir el Tramo 3 del Tren Maya, de Izamal, Yucatán, a Calkiní, Campeche, por 10 mil 192 millones de pesos, monto que para 2023 llegó a más de 23 mil 114 millones.
“Inacción a la mexicana”: Lo que revela el caso Tren Maya y las empresas españolas
La expresión “inacción a la mexicana”, en el contexto de los contratos del Tren Maya y las empresas españolas implicadas en el “Caso Koldo”, describe un patrón reiterado en la gestión pública mexicana bajo los dos últimos gobiernos: la existencia de denuncias documentadas de irregularidades, sobrecostos y posibles actos de corrupción en megaproyectos, sin que se traduzcan en sanciones efectivas o consecuencias legales para los responsables.
Patrón de irregularidades y falta de consecuencias
- Contratos con empresas señaladas por corrupción internacional: Empresas como Acciona, AZVI e Ineco, todas implicadas en el escándalo de corrupción que se investiga en España y conocido como “Caso Koldo”, recibieron contratos multimillonarios para distintos tramos del Tren Maya. En España, estos contratos están bajo investigación judicial por sobornos y tráfico de influencias.
- Auditorías y hallazgos en México: La Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha documentado múltiples irregularidades en los contratos del Tren Maya: sobrecostos, pagos por obras no realizadas, pagos sin justificación (por ejemplo, protección arqueológica donde no había monumentos), anticipos indebidos, y adquisición de terrenos que no serán utilizados.
- Escalada de costos: El presupuesto original del Tren Maya pasó de unos 5,700 millones de euros a más de 23,300 millones en cinco años, en gran parte por irregularidades, sobrecostos y mala planeación, según las auditorías mexicanas.
- Reconocimiento oficial, pero sin consecuencias: Aunque la ASF y medios han documentado estos hechos, no hay registro de sanciones, castigos o procesos judiciales en México contra funcionarios o empresas responsables. El caso ilustra cómo, pese a la abundancia de pruebas y denuncias, la respuesta institucional suele limitarse a auditorías, declaraciones de revisión y promesas de “proceder si hay irregularidades”, sin acciones concretas.
Reacciones gubernamentales recientes
- Revisión de contratos bajo Sheinbaum: El gobierno actual, encabezado por Claudia Sheinbaum, ha anunciado auditorías y revisiones integrales de los contratos del Tren Maya, en particular los vinculados al “Caso Koldo”, pero hasta ahora sostiene que “no se han encontrado irregularidades” y que sólo se procederá si se detectan.
- Negación y minimización: Altos funcionarios y empresas como Acciona han negado irregularidades o han minimizado su responsabilidad, atribuyendo posibles fallas a empleados individuales o a errores administrativos, mientras la investigación judicial avanza en España.
Lo que revela sobre la gestión pública en México
La “inacción a la mexicana” en este caso evidencia:
- Falta de consecuencias: A pesar de auditorías, investigaciones y denuncias, la impunidad prevalece. No hay castigos ni remociones de funcionarios, y las empresas involucradas siguen participando en obras públicas.
- Normalización de la corrupción y sobrecostos: El incremento de costos, la opacidad y la falta de sanciones son vistos como parte del funcionamiento habitual de los grandes proyectos de infraestructura en México.
- Desconexión entre auditoría y justicia: La labor de la ASF y otros órganos fiscalizadores, aunque relevante, no se traduce en procesos judiciales ni en rendición de cuentas efectiva.
- Colaboración política y empresarial transnacional: El caso muestra cómo redes de corrupción pueden operar entre países, con la participación de funcionarios y empresarios de alto nivel, y cómo la respuesta institucional mexicana tiende a ser reactiva y limitada.
Conclusión
El caso de los contratos del Tren Maya y las empresas españolas vinculadas al “Caso Koldo” es un ejemplo paradigmático de la “inacción a la mexicana”: la existencia de pruebas y denuncias de corrupción y mala gestión, sin consecuencias legales ni administrativas tangibles. Este patrón se ha repetido bajo los dos últimos gobiernos, reflejando una cultura institucional de impunidad y falta de rendición de cuentas en la gestión de recursos públicos y megaproyectos.
Con informacion: ELNORTE/

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