Un reciente cateo en Los Fresnos, en Reynosa,reseñado por la prensa al servicio del estado como un acto por demas victorioso,es el mas reciente ejemplo gráfico de cómo en ocasiones el aparato de seguridad federal,estatal y Federal se coordinan para desplegar más recursos en la producción del operativo que en la obtención de resultados concretos.
Entre lo jocoso y lo serio, la imagen que se repite una y otra vez porque nos creen bien tarugos,nos recuerda que en el Tamaulipas humanista, bajo el liderazgo de Morena y Americo Villarreal —y en buena parte del país— la acción muchas veces es solo eso: una acción, sin más consecuencia que una foto y listos hasta el próximo operativo.
La escena: el cateo en Los Fresnos, Reynosa
La imagen asociada al cateo en Los Fresnos, Reynosa, es un compendio visual de lo que en México se conoce como “mucho ruido y pocas nueces”. Veamos con lupa y entre líneas, lo que nos revela (y lo que oculta) esta fotografía de la acción policial de la “mutitask forcé”,o fuerza de tarea a la Mexicana.
El despliegue: cuando la coreografía importa más que el resultado
- Seguramente que para llegar a la vivienda, lo hicieron en vehículos oficiales, camionetas blindadas y agentes con equipo táctico reluciente que acordono el área para mayor seguridad.
- El uniforme planchado, los chalecos antibalas brillando bajo el sol de Reynosa, para estar listos para la pose final de “estamos trabajando duro”,esa que no puede faltar.
- El resultado, bolsas de plástico y cajas, supuestamente con droga y dinero asegurados. Pero, ¿cuánto es mucho y cuánto es poco? La imagen nunca lo deja claro: el encuadre es lo suficientemente ambiguo para que el botín parezca tanto un gran golpe como una triste colecta de feria.
- El detalle más jugoso: la presencia de más personal que evidencia. Hay más botas que paquetes, más armas largas que fajos de billetes, y más semblantes serios que resultados tangibles.
- La foto no deja ver si estan mirando al Norte para verle las cara a Trump o nos dan la espalda por vergüenza.
El dispendio: recursos a manos llenas, resultados a cuentagotas
- Estos operativos siempre despliegan vehículos de alto costo, armas, chalecos, radios, drones y hasta fotógrafos oficiales. Todo para inmortalizar el momento en que se “asegura” un monto de droga y dinero que, por la escala visual, podría caber en la cajuela de guantes de un taxi compacto.
- La logística: cierre de calles, movilización de fuerzas y, por supuesto, la foto oficial. El gasto es evidente, pero el impacto real queda en entredicho.
La acción sin acción: el arte de hacer mucho para lograr poco
- La imagen es elocuente: la acción está en el despliegue, no en el resultado. El mensaje es claro: “¡Miren cuánto hacemos!”, aunque el “qué logramos” quede en segundo plano.
- El operativo se convierte en una puesta en escena, donde la coreografía importa más que el guion. Se ejecutan acciones, sí, pero la acción de fondo —la reducción real del crimen— parece ausente o, al menos, invisible para el ojo público.
“El show debe continuar”, parece decir la imagen, mientras los recursos públicos desfilan ante la cámara y la ciudadanía se pregunta si el espectáculo vale el boleto”.
Con informacion: Medios/
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