El plagio de la ministra Yasmín Esquivel y las mil y un excusas y perdones son un claro ejemplo de la falta de ética gubernamental actual.
Que si el presunto plagio fue en los ochentas o que si la ministra es víctima de un juego político es lo de menos.
Esquivel es del 12 por ciento de personas que plagian en México.
¿Queremos ministras “copy paste” como ejemplo para las mujeres en nuestro país?
¿O ministras que rompan el techo de cristal como Norma Piña?
Plagio es plagio.
No importa si fue hace veinte años o hace veinte minutos.
O si existen intereses ocultos para destrozar la vida profesional de una persona.
Cuando hay “coincidencias significativas” en una tesis se traduce a una casi copia.
Y más cuando la Universidad Nacional Autónoma de México asegura que es evidente el plagio de la ministra.
Que la ministra Yasmín Esquivel sea copy paste es lo de menos (anti éticos hay muchos y solitos caen); lo de más es que era de los cinco candidatos para suceder a Arturo Zaldívar en la Suprema Corte y que el presidente Andrés Manuel López Obrador la defiende, porque le conviene claro, y de pasada siga polarizado a nuestro país al decir quién votó por quién.
Eso también es anti ético.
No ganó el gallo de AMLO y la 4T (se dice que solo le quedan dos ministros fieles), entonces lo fácil es desacreditar lo sucedido.
Tal como lo ha hecho antes cuando algo se sale de su guion transformador.
¿O ya se les olvidó lo del Plan B de la reforma electoral?
El presidente enfoca el storytelling de sus mañaneras a la creación de víctimas a su antojo.
Ahora le tocó a la ministra Yasmín Esquivel.
Quien en palabras de AMLO “siempre ha apoyado nuestras incursiones en el poder judicial”.
Y es que, al parecer, el apoyo incondicional al presidente vale más que las credenciales profesionales para encabezar el órgano que lleva la justicia en nuestro país.
Inaudito.
Porque cómo es posible que AMLO le dedique más tiempo a defender a la ministra copy paste en lugar de aplaudir el logro de la ministra Norma Piña, quien es la primera mujer en ocupar la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
¡Eso sí que es original y no plagio!
La ministra Piña se pronunciará independientemente y no en apoyo al pensamiento del gobierno en turno.
Tocará temas como la militarización de la seguridad pública en México, la reforma electoral, los casos de prisión preventiva, entre otros.
Y seguramente ninguno llevará tintes cuatrotreístas.
Por lo pronto, el pasado no solo alcanzó a Yasmín Esquivel, sino a AMLO también.
Porque su estrategia presidencial se basa en los incondicionales, es un copy paste de la política de antes.
Qué bueno que aún existen originales como la ministra Norma Piña que pueden cambiar el rumbo de este país.
En México queremos líderes que no sean copy paste.
¿O no?
Fuente.-
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